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Suspensión de carne brasileña en EE.UU. no beneficiará a Uruguay

El presidente de INAC no espera grandes cambios para la carne uruguaya en Estados Unidos.

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Frigorífico. Foto: archivo El País.

Pablo Antúnez

La suspensión temporaria de la carne bovina brasileña en el mercado de Estados Unidos, luego de que se rechazó el 11% de los embarques —del resto del mundo apenas se rechaza el 1%— por detectarse abscesos en la carne, producto de la vacunación contra aftosa, no implicaría que Uruguay venda más carne en ese mercado. Ese 11% de rechazo implica 862 toneladas de carne desosada y madurada.

Así lo afirmaron varias fuentes de la industria frigorífica uruguaya consultadas por El País e incluso el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, mostró la misma convicción.

“Si la barrera que tiene hoy Brasil para entrar en Estados Unidos va a ser de carácter más permanente y además tiene algún problema con la Unión Europea, que sería más grave por los volúmenes que está vendiendo en ese mercado, esa carne será direccionada a otros mercados”, reconoció Stanham. Y los mercados en donde Brasil tiene mayor presencia son Medio Oriente, norte de África y China. “Esa carne podría ir para esos lados”, dijo el presidente del INAC.

Stanham reconoció que “la suspensión de Brasil en EE.UU., puntualmente, pueden dar una impresión de que ayudarían a Uruguay, pero hay que mirarla en el contexto de mercados y en cómo se reacomodan las piezas”. Y agregó que “uno menos siempre es bueno pero Uruguay está bastante bien posicionado en Estados Unidos y no esperamos demasiados cambios”.

El jerarca afirmó que en caso de la carne uruguaya “no hay ninguna situación en ninguno de los mercados donde hoy está entrando el producto como para preocuparse porque haya algún incidente o algún hallazgo. No hay sorpresas”.

Brasil estaba ingresando en Estados Unidos en el marco del cupo para terceros países, a diferencia de Uruguay donde ingresa con una cuota de 20.000 toneladas con arancel cero, pero incluso llega a exportar fuera de cuota pagando el arancel de 26,4% si es negocio.

Brasil lleva ingresados en Estados Unidos en lo que va de 2017, alrededor de 10.000 toneladas, pero comenzó a exportar sobre fines del año pasado. “Esas 10.000 toneladas comienzan con menos de 1.000 toneladas en enero y llega a 3.800 toneladas en abril. Venía en una tendencia creciente”, recordó Stanham.

En ese mismo período Uruguay colocó bastante más de esa cantidad y a mejores valores.

Poco peso. A su vez, fuentes de la industria frigorífica uruguaya señalaron a El País que Uruguay tiene otros canales para vender carne y no sólo Estados Unidos.

“La carne vacuna uruguaya hoy tiene mejores opciones de negocios. Para este cupo —por las 20.000 toneladas— con Brasil o sin Brasil, la cuota no se afecta para nada. Tendría que reaccionar demasiado el precio de la carne como para que pagando impuestos, Estados Unidos sea una alternativa exitosa para Uruguay. Hoy no hay información que nos haga pensar eso, pero si eso sucediera no sería por el problema de Brasil en ese mercado”, arfirmó una fuente industrial.

Otro empresario de la carne reconoció que la salida de Brasil de Estados Unidos “genera un movimiento, pero los exportadores uruguayos no saben cuál es. Tanto Australia como otros países siguen abasteciendo a Estados Unidos, pero la suspensión de Brasil deja un competidor menos en el mercado y eso en algún momento debería generar algo. No podemos evaluarlo todavía”.

Desde Uruguay, la industria asegura que la cuota con Estados Unidos se viene cumpliendo con total normalidad y quedan seis meses todavía (finaliza el 30 de diciembre). En Uruguay, la faena de bovinos viene 14% arriba del volumen registrado a igual fecha del año pasado, según datos del INAC.

ABIEC. Por otro lado, la industria cárnica brasileña sostiene que la pérdida económica para Brasil es incalculable tras la suspensión de las importaciones de carne vacuna anunciada por Estados Unidos.

Antonio Camardelli, presidente de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carnes, explicó que las autoridades sanitarias de Estados Unidos sustentaron su decisión “a causa de recurrentes problemas sobre la seguridad sanitaria de los productos destinados al mercado estadounidense”, según un comunicado del departamento de Agricultura (USDA).

“Brasil puede perder mucho si no consigue revertir esa decisión”, afirmó el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, tras anunciar que viajará en breve a Estados Unidos buscando destrabar el ingreso. “En el corto plazo, la representatividad de las compras de Estados Unidos no es tan fuerte, pero la señalización es muy importante porque pasa la imagen para otros compradores internacionales de que hay problemas. Eso no es nada positivo”, afirmó a la AFP César de Castro Alves, analista de MBAgro.

Guillermo Crampet

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