Publicidad

Conflicto entre los trabajadores y la industria de la carne está lejos de solución

Sindicato agudizará medidas si Solís no revierte los despidos.

frigorifico-planta-e1447967403485.jpg

Carne vacuna.

Una reunión realizada ayer en la Dirección Nacional de Trabajo dejó en evidencia que el conflicto en la industria cárnica, provocado por el despido de 68 trabajadores del frigorífico Solís, está lejos de solucionarse. Las cámaras empresariales del sector le plantearon al director de Trabajo, Jorge Mesa, que no pueden obligar a la empresa a cambiar su postura y este las exhortó a hacer gestiones en ese sentido.

La Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (Foica) aceptó no tomar nuevas medidas de protesta hasta mañana cuando se realizará otra reunión buscando un acercamiento. Si esa reunión no trae una solución, una asamblea de delegados del sindicato podrá tomar medidas más graves, tras el paro nacional realizado que tuvo un muy alto acatamiento, dijo a El País Luis Muñoz, presidente del sindicato.

Según Muñoz, en el frigorífico Solís (una empresa de capitales nacionales, ubicada en el departamento de Lavalleja) ya se habían producido despidos que el sindicato consideró arbitrarios en 2009 y 2016. El sindicalista aseguró que entre los despedidos en el frigorífico Solís hay varios integrantes de la directiva del gremio de la empresa. Según Muñoz, los trabajadores se estaban desempeñando "a reglamento" en reclamo de una partida por productividad cuando fueron despedidos.

Los trabajadores que no adhieren al paro están ingresando a la planta por una decisión judicial que así lo dispuso. En la industria frigorí-fica trabajan alrededor de 12.000 personas.

La Federación Rural emitió un comunicado en el que marcó "su más profunda preocupación" por la situación conflictiva que atraviesa la industria cárnica, que se produce "en momentos en que las empresas ganaderas están teniendo los peores resultados de los últimos años".

"Destacamos que esto ocurre en plena zafra, cuando se comercializa la mayor cantidad de animales en el año y cuando el país debe cumplir con obligaciones de exportación previamente asumidas", agrega. Según la gremial, lo que está pasando hace imperioso que Uruguay adopte la sugerencia de la Organización Internacional del Trabajo en el sentido de que las ocupaciones no deben afectar la libertad de trabajo de quienes no adhieren a los paros.

Guillermo Crampet

Publicidad

Publicidad