La noticia de la suspensión de exportaciones de carne argentina, por lo menos por un mes, “pateó el tablero”. Si bien puede generar oportunidades para Uruguay y Brasil, no está bueno que haya intervención en el comercio.
Martín Olaverry
Valor Agregado / Portal Rurales El País.
martin-olaverry-ok.jpegFinalmente el gobierno argentino confirmó las amenazas que venía haciendo sobre la intervención del mercado ganadero. La medida, de corte populista, seguramente logre en el corto plazo bajar el precio del producto en el mercado interno, pero en el mediano y largo plazo es un problema que afectará a la producción y también a los consumidores. Argentina, por 30 días en principio, solo va a mantener las ventas dentro de cuotas a Europa y EEUU. Quedará afuera del principal mercado que tenía a la industria exportadora que era China y no va a mantener las exportaciones a Israel, pese a tener en varias plantas las cuadrillas instaladas. Víctor Tonelli, consultor privado argentino, sostuvo en Valor Agregado de radio Carve que si bien “todos” vamos a sufrir esto, “los primeros en quedarse con menos laburo van a ser los trabajadores”. Sobre las consecuencias que esto puede dejar en el mercado internacional, en donde participa con unas 80 mil toneladas de carne, dijo que tanto China -donde Argentina es el segundo principal exportador-, e Israel -donde coloca una cuarta parte de su abastecimiento- “saldrán desesperadamente a buscar alternativas en Brasil, Uruguay y Paraguay. Alejandro Berrutti, director de United Breeders & Packers, dijo en Valor Agregado que tras el anuncio de Argentina, “todo el sistema entró en “modo especulativo”, desde el comprador, que tiene que sustituir al mercado, la industria, que no sabe a qué valores cotizar porque no sabe a qué precios va conseguir la materia prima, hasta los productores. “Se tranca toda la operativa que se va a capitalizar en breve”, dijo. El broker informó que los precios que la industria propone para exportar están “muy por encima” de la semana pasada” y un 10% arriba en solicitud de valores. Por otra parte, Daniel Castiglioni, broker uruguayo radicado en China, sostuvo que la noticia argentina “pateó el tablero” y, en principio, favorece a otros exportadores, como Brasil y Uruguay. De todas formas, hay una gran preocupación del lado chino, que ya estaba con una oferta acotada y valores altos. “La falta de Argentina, teóricamente por un mes, ayuda a este escenario de falta de carne porque está entre los top 3 de proveedores de carne a China”, dijo. Si bien los industriales no se manifestaron al respecto, semanas atrás, en el marco de la conferencia: “La Industria Responde”, el Dr. Alberto González, director de Frigorífico Las Piedras, consideró que “toda intervención de nuestros países vecinos termina siendo negativa. Puso de ejemplo, el año 2006 “tuvo un efecto positivo inmediato para el complejo cárnico uruguayo, pero en los años siguientes tuvieron oportunidades de inserción en el mercado totalmente distorsivas porque los precios de la materia prima se cayeron”. China. Las ventas de Uruguay a China vienen a muy buen ritmo. El último dato de INAC establece que nos acercamos a las 98 mil toneladas peso carcasa, casi un 35% más en volumen frente a 2020, año que fue muy particular debido al efecto de la pandemia. Pero, si miramos el 2019, estamos en volumen por debajo de las ventas que teníamos al 15 de mayo de ese año cuando se llevaban exportadas cerca de 112 mil toneladas. La facturación total por concepto de carne vacuna se ubica en 646 millones de dólares. De este total a China se le lleva vendido unos 436 millones. Hoy para Uruguay China es claramente el jugador que marca la cancha, este es el destino que explica la suba del precio del ganado y el nivel de faena. No tener China hoy inviabiliza el negocio, prueba de esta situación es la decisión tomada en las últimas horas por parte de BPU de paralizar la faena. La planta de capitales japoneses quedó fuera de la lista de frigoríficos habilitados por un “error” del MGAP en la comunicación del cambio de la nomenclatura que identifica a los trozos de carne que se enviaban como trimming. El frigorífico no retomaría la faena hasta no obtener nuevamente la habilitación para China. Por otra parte, las unidades de Minerva (Carrasco y PUL) que estaban inhabilitadas para EEUU desde el segundo semestre de 2020, quedaron nuevamente habilitadas para exportar a este mercado. Mercado. En este marco, el mercado del ganado gordo está muy firme y con valores que se acercan para el novillo a los 4 US$/Kg. en segunda balanza mientras que la vaca cotiza en el eje US$ 3.80. La faena en la semana pasada registró un aumento y llegó a las 53 mil cabezas. En el acumulado del año, la misma se ubica en 887 mil cabezas, un 29% más que las industrializadas el año pasado y algo por debajo del nivel de 2019 donde se llevaban faenadas unas 926 mil cabezas. El último dato del Novillo Tipo, índice calculado por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), subió 0,9% en abril y quedó en US$ 1.171, cifra superior al precio de marzo. En abril, el valor agregado por la operación industrial (que incluye costos y beneficios) aumentó US$ 19 por cabeza con relación al mes anterior, ubicándose en US$ 242 por animal. A su vez, la composición porcentual por componentes fue de 79% – 21%, hacienda y valor agregado, respectivamente. No obstante, según INAC, en el acumulado anual la relación está en 81% – 19%, respectivamente. Guillermo Villa, representante de la Federación Rural en INAC, dijo en Carve que “el precio que está recibiendo la industria por su explotación mejoró y eso se traslada al precio del productor. Hoy nos encontramos con buenos números para el negocio cárnico”, consideró.