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Los exportadores australianos recurren a otros puertos en China ante el bloqueo de Shangai

La capacidad de los productos australianos para llegar a los mercados de ultramar es fundamental para aprovechar la larga reconstrucción del rebaño que la industria aún está llevando a cabo

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Ciudad del Cabo y su puerto, en Sudáfrica. Foto La Nación (GDA).

El año 2022 está presentando importantes desafíos para la exportación. Sin embargo, los exportadores australianos han encontrado formas de seguir entregando el producto y aprovechar los precios récord actuales.

Al menos así lo asegura desde Meat & Livestosck Asutralia (MLA), desde donde añaden que un ejemplo clave de esto es la exportación a China. En 2021, el puerto de Shanghai recibió alrededor del 67% de la carne vacuna australiana destinada a China. Esto pronto se desplomó al 28% de las importaciones en abril, con el cierre de Shanghái impactando en las operaciones portuarias y deprimiendo la demanda en muchas categorías de productos, incluyendo particularmente los productos perecederos como la carne de vacuno.

A pesar de ello, las exportaciones a China en general han aumentado ligeramente de un año a otro, ya que la mayor parte del tráfico destinado a Shangai se ha desviado a los puertos de Ningbao, Qindao y Tianjin. En el puerto de Tianjin el tráfico casi se ha duplicado hasta alcanzar las 2.800 toneladas mensuales, mientras que en Ningbao y Qindao el tráfico se ha multiplicado por catorce en conjunto, representando ahora el 24% de las importaciones.

En particular, estos tres puertos se encuentran en el norte de China, lejos del puerto de Shanghai, más céntrico. Este impresionante esfuerzo logístico refleja la capacidad de resistencia de los exportadores australianos y prepara a la industria para los últimos meses del año, cuando se espera que la producción aumente.

Mientras tanto, el 90CL norteamericano -un indicador clave para los precios de las exportaciones australianas- ha subido un 20% respecto a 2021 y los precios medios de exportación cotizan casi en máximos históricos. Al mismo tiempo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) prevé que las exportaciones de carne de vacuno norteamericana caigan un 4% este año, lo que facilita la competencia en Japón y Corea del Sur, mientras que la reapertura de la industria turística está aumentando la demanda en los mercados de alto valor de todo el mundo.

La capacidad de los productos australianos para llegar a los mercados de ultramar es fundamental para aprovechar la larga reconstrucción del rebaño que la industria aún está llevando a cabo. Como demuestra el cambio en las pautas de importación de China, hay razones para ser optimistas de cara al próximo año.

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