El USDA publicó su último informe sobre las previsiones de producción y comercio de carne para este año 2022. En las mismas, muestra que aunque se esperaba que las exportaciones mundiales de carne de cerdo sufrieran un retroceso en 2022, las perspectivas son cada vez más sombrías. Así, las importaciones de China para 2022 se han revisado a la baja en casi 1,4 millones de toneladas con respecto a la previsión de abril, situándose en aproximadamente la mitad de los niveles de 2021, debido a la moderada recuperación de la producción porcina china.
Pese a esto, se prevé que China siga siendo el principal importador de carne de cerdo del mundo, representando el 20% de los envíos mundiales, aunque con un descenso significativo respecto a su cuota comercial del 42% en 2020. La fuerte caída de la demanda de China deja a los principales exportadores, como la UE, Brasil y Estados Unidos, buscando mercados para compensar la disminución del comercio. Con unos mercados alternativos limitados que puedan absorber volúmenes considerables, se espera que el comercio mundial de carne de cerdo caiga un 13% en 2022.
Los cambios en el sector porcino de China tienen un impacto desigual en otras carnes. Esto se debe a que, por ejemplo, las importaciones de carne de pollo en China se revisan a la baja en 2022, ya que los consumidores vuelven a comer más carne de cerdo. Sin embargo, a diferencia de la carne de cerdo, el impacto de la disminución interanual de las importaciones de carne de pollo de China es mucho más atenuado. China es un actor relativamente pequeño en el comercio mundial de carne de pollo, representando sólo el 5% de los envíos globales como el quinto mayor importador del mundo. Como tal, se espera que los principales exportadores de carne de pollo compensen fácilmente el descenso con envíos a otros mercados. Por otro lado, se prevé que las importaciones de carne de vacuno de China aumenten un 3% en 2022, ya que la demanda no se ve afectada por los cambios en el sector del cerdo.
Según las estimaciones, en el caso de la carne vacuna, se prevé que la producción mundial en 2022 se mantenga en 58,7 millones de t. Los elevados precios mundiales de la carne de vacuno siguen incentivando el sacrificio entre los principales productores. La mejora de las precipitaciones ha animado a los productores australianos a retener más novillas para la cría, pero se espera que la producción de carne de vacuno siga aumentando con respecto al mínimo histórico del año pasado.
En cuanto al comercio mundial de esta carne, se espera que crezca un 1% hasta los 11,9 millones de t. El crecimiento en Brasil, Canadá y México compensa con creces la reducción en Australia. Se prevé que Brasil exporte una mayor parte de su producción debido a la firmeza de la demanda de China, Egipto y Estados Unidos. Aunque la demanda mundial de importaciones sigue siendo fuerte, las presiones inflacionistas y los persistentes problemas logísticos han atenuado las expectativas de una mayor demanda en un momento en el que muchos países están levantando las restricciones de COVID-19.
Para la carne de cerdo, las estimaciones del USDA apuntan a que se alcancen los 110,7 millones de t producidas en este año. China incrementaría su producción en un 2% hasta los 51,8 millones de t pero sigue estando por debajo de los niveles previos a los brotes de PPA que sufrió desde 2018. La producción de la UE y de Brasil se ha revisado un 2% a la baja, hasta 22,6 millones de toneladas y 4,3 millones de toneladas, respectivamente, debido a que la ralentización de las oportunidades de exportación está influyendo en los precios.
Las exportaciones mundiales de carne de cerdo para 2022 se han revisado a la baja en casi un 10%, hasta los 10,6 millones de toneladas. El descenso se debe principalmente a la reducción de las importaciones de China, que se reducen en un 39%, hasta casi 2,2 millones de toneladas, debido a la mejora de la oferta nacional. Las importaciones de Hong Kong también se han revisado a la baja en un 21%, hasta 275.000 toneladas, ya que el aumento de las importaciones de cerdos vivos procedentes de China refuerza la producción local. Se prevé que la demanda aumente en otros mercados como Corea del Sur, México, Japón y Filipinas, pero no podrán compensar el inmenso descenso de China.
Finalmente en el caso de la carne de pollo, para 2022 la producción se mantendría prácticamente sin cambios respecto a la previsión anterior, en 101,0 millones de toneladas, ya que una revisión al alza en Ucrania compensa en gran medida los descensos en Brasil y la UE. La inflación de Brasil debilita la demanda interna, mientras que la UE sigue lidiando con los elevados precios de los piensos y el impacto de la gripe aviar altamente patógena.
El comercio mundial de esta carne crecería un 1% respecto a la previsión anterior y llegaría a 13,5 millones de t, ya que la mejora de las perspectivas en Ucrania y China compensa con creces la reducción de los envíos de la UE y el Reino Unido. Se prevé que las importaciones de carne de pollo de China sigan cayendo, ya que el repunte de la producción nacional de cerdo reduce la demanda de otras proteínas animales. La reducción de la demanda interna también respalda un nivel históricamente alto de las exportaciones chinas.
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