La Unión Europea y Chile establecieron un acuerdo para liberalizar más el comercio entre los dos bloques. La asociación es parte de un impulso de la Unión Europea para forjar alianzas para responder a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania y las preocupaciones sobre su dependencia económica de China.
En cuanto a las materias primas, el acuerdo significa que las empresas de la Unión Europea se verán menos obstaculizadas por el sistema de doble precio de Chile para uso interno o exportaciones y los posibles monopolios de exportación, al tiempo que permite que Chile promueva el procesamiento interno.
Los dos socios tratarían a los inversionistas chilenos y de la UE de la misma manera que a los inversionistas nacionales en los mercados del otro, incluso en energía y materias primas.
El nuevo acuerdo comercial extenderá el acuerdo existente desde 2003 que ya liberalizó el comercio en alrededor del 96% de las líneas de productos. Con la notable excepción del azúcar, el nuevo acuerdo liberalizará el resto.
Mejoras. Aumentará las cuotas de la UE para las aves y otras carnes chilenas y para el aceite de oliva. La UE podrá vender más productos lácteos, especialmente queso.
A este respecto, desde organizaciones europeas como la Copa-Cogeca, se muestran preocupadas por los sectores sensibles como la carne de vacuno, ovino y porcino, las aves y el etanol.
"La Comisión debe seguir atentamente la evolución de estos sectores y los efectos acumulativos de todas las concesiones comerciales que les afecten en el contexto de la política comercial de la UE a largo plazo, siendo al mismo tiempo coherente con sus propias normas de sostenibilidad en relación con las producciones tanto de la UE como de terceros países", aseguran desde la organización agraria.
El Copa y la Cogeca esperan que este acuerdo modernizado proporcione un marco global para las relaciones entre la UE y Chile, adecuado para el nuevo entorno geoestratégico y en consonancia con las ambiciones de sostenibilidad de la UE. (Fuente: Eurocarne).