Esta semana culminó la auditoría de Filipinas sobre el sector cárnico uruguayo, visitando frigoríficos y campos. La devolución ante las autoridades del Ministerio de Ganadería fue positiva, lo que genera la expectativa de una pronta apertura. La auditoría se dio después de la visita del ministro de Ganadería, Fernando Mattos, al país asiático.
Pocas semanas antes se llevó adelante la auditoría de Malasia, también con resultados positivos. En este caso es requisito la faena con el rito halal, por lo que hay algunos costos adicionales, pero es otra puerta que se puede abrir.
Las recientes habilitaciones de menudencias a los mercados de China y Japón hablan a las claras sobre los beneficios de la apertura de nuevas oportunidades comerciales. En julio, por primera vez, China fue el principal destino para el mondongo uruguayo, país que paga más del doble que los mercados alternativos. Se embarcaron a China 286 toneladas de mondongo (37% del total), lejos por encima de Ghana (110 toneladas) y Hong Kong (107 toneladas), los otros dos países en el podio. El valor medio de exportación a China fue de US$/t 5.248, casi triplicando los US$/t 1.861 que promedian los demás destinos.
Con el librillo, el otro estómago habilitado por China sucede lo mismo, con un volumen menor (97 toneladas) y un valor medio de exportación más alto (US$/t 8.514).
Con las exportaciones de lengua a Japón pasa lo mismo. Este país quedó habilitado hace menos de dos años, pero ya es el destino de la amplia mayoría de las exportaciones. En julio Uruguay exportó 277 toneladas de lengua vacuna congelada, de las que 214 (77%) se embarcaron a Japón.
Ni Filipinas ni Malasia acapararán proporciones importantes de las exportaciones uruguayas de carne vacuna, pero son dos puertas más que se abren en las cuales habrá que trabajar para seguir mejorando la inserción internacional.