La designación de Alfredo Fratti como próximo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca ha despertado, a raíz de la entrevista realizada por Valor Agregado de radio Carve , debates sobre políticas clave para el sector agropecuario, entre ellas la exportación de ganado en pie. Emilio Mangarelli, vicepresidente de la Federación Rural, compartió sus reflexiones sobre este tema y los desafíos que enfrenta el sector en una entrevista reciente.
Mangarelli comenzó destacando su relación con Fratti, con quien compartió funciones en el Instituto Nacional de Carnes (INAC) como delegados por la Federación Rural. Aunque sus posiciones políticas difieren, Mangarelli valoró positivamente la elección de Fratti, señalando que su experiencia y trayectoria aportarán al Ministerio de Ganadería.
El futuro ministro expresó que Uruguay no debería transformarse en una "estancia turca" exportando terneros sin restricciones, una afirmación que Mangarelli calificó como problemática. "Si los terneros se exportan, es porque afuera pagan mejor que acá", argumentó. Según Mangarelli, esto refleja una debilidad estructural en la cadena productiva nacional, donde las industrias frigoríficas no logran competir con los precios internacionales.
Para Mangarelli, la regulación estatal en este ámbito no debería interferir en los negocios privados: "El mercado regula lo que sirve o no. Si el productor puede obtener mejores ingresos exportando, adaptará su matriz productiva para aprovechar la oportunidad".
Mangarelli admitió que la exportación de ganado en pie puede cambiar la dinámica productiva del país. Por ejemplo, los productores podrían optar por retener más vientres para reproducción, afectando la oferta disponible para la faena industrial. No obstante, enfatizó que el mercado es quien debería determinar estas decisiones, no el Estado.
La "puerta de vaivén": ¿importar ganado también?
Un aspecto que ha ganado relevancia es la posibilidad de abrir las fronteras a la importación de ganado. Mangarelli opinó que esta alternativa podría evaluarse siempre que cumpla con los mismos estándares sanitarios y de trazabilidad que se exigen para las exportaciones. "Si las condiciones son iguales y cumplen con todas las exigencias, no veo problema en que se importe ganado, especialmente para abastecer el mercado interno", afirmó.
Sin embargo, subrayó que esto no debe comprometer los requisitos de sanidad animal y trazabilidad que Uruguay ha establecido como sello distintivo de su producción. "Si exigimos trazabilidad y sustentabilidad para exportar, debemos aplicar los mismos criterios al ganado que ingrese", añadió.
Reducir costos estructurales: un desafío pendiente
Mangarelli también hizo un llamado a abordar los costos estructurales que afectan la competitividad del sector, como los altos aranceles y el costo de la mano de obra en relación con otros países. "El Estado debe centrarse en reducir costos y mejorar la eficiencia, no en intervenir en los negocios privados", argumentó.