Unen esfuerzos para controlar y diagnosticar el problema.
Ovinos.
Pablo Antúnez
El director de la División de Sanidad Animal (MGAP), Carlos Fuellis, consideró que “las nuevas herramientas terapéuticas, como es el caso de las ivermectinas , están enmascarando los casos de sarna, a un grado tal que muchas veces ni el productor se entera”.
Nuevos casos en el norte del país, especialmente en Paysandú, así como en otras zonas del país, muestran que el problema no está resuelto y reavivan la discusión sobre la efectividad de los productos.
Fuellis asegura que “se precisa alumbrar la situación y tener un diagnóstico exacto para saber la dispersión real del problema en todo el Uruguay”.
Más allá de los casos que aparecieron, el jerarca consideró que “numéricamente”, comparado con años anteriores, “estamos con menos focos y se mostró confiado en el resultado del trabajo de la Comisión Interinstitucional de Extensión y Lucha contra la Sarna Ovina.
Ese grupo de trabajo está conformado por la Cámara de Especialidades Veterinarias, Facultad de Veterinaria, Sociedad de Medicina Veterinaria, Secretariado Uruguayo de la Lana, la Comisión Departamental (Codesa) de Salto y la Dirección General de Servicios Ganaderos. “Estamos trabajando en una actividad diagnóstica, pero en varios aspectos. Por un lado, por la ubicación del problema y por cómo se dispersa geográficamente y también en lo que tiene que ver con una metodología de poder notificar la enfermedad”.
En muchos casos puede pasar que el productor no denuncie los focos por miedo a quedar interdicto y ser obligado a un plan de saneamiento, pero también es cierto que la sarna ovina debe ser tratada conjuntamente con los establecimientos vecinos. Por eso, en el marco de esta Comisión también se trabaja “en ver qué nuevas técnicas podemos utilizar para resolver algunas situaciones planteadas”, reconoció Fuellis.
Hace 20 o 30 años atrás, la clínica era infalible y “era muy difícil si se tenía un procedimiento y una metodología errar un diagnóstico preciso en sarna. Ahora eso es más complicado, porque hay herramientas terapéuticas nuevas que enmascaran el problema. Enmascaran la clínica y eso nos genera dificultades”, dice el jerarca del MGAP.
El especialista y consultor en sarna ovina Peter Bates (Reino Unido), que participó en las 47a. Jornadas Uruguayas de Buiatría en Paysandu, insiste en que el diagnóstico diferencial es “extremadamente importante. La sarna debe diagnósticarse con precisión”, insistió el especialista en su presentación. Dijo que “el diagnóstico basado en una combinación de observación clínica y diagnóstico de microscopio con raspados de piel —para detectar el P. ovis— ha sido lo clásico”. Pero advirtió que “los signos clínicos no siempre están presentes. Cuando se observan signos evidentes de infestación y el veterinario es llamado, entre el 5% y 60% de los ovinos ya están infestados. Para este momento ya se han producido daños graves”. Desde esferas oficiales se sostiene que la notificación del foco es importantísima y otorga ciertas ventajas.