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La tecnología que llegó para seguir

Suplementación del ganado y recría de mayor kilaje y calidad, son claves para crecer.

 

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Corral de engorde. China podría llegar a ser un mercado alternativo para carne de alta calidad.

Pablo Antúnez

Desde enero próximo, en cada trimestre habrá una reducción del cupo de 11.250 toneladas que hoy tiene disponible la cuota 481, el contingente de la Unión Europea (UE) para carne de alta calidad proveniente de ganados menores de 26 meses, donde el grano es el insumo básico en la terminación en los 100 días previos a la faena. El cambio se debe al acuerdo entre la UE y Estados Unidos.

Los cambios en la distribución del contingente, aún deben ser aprobados por el Parlamento Europeo y comenzarán a regir en el trimestre siguiente a la firma del acuerdo. El cupo nació en 2012, en el marco del litigio entre la UE y Estados Unidos, por la carne con hormonas. El cupo siempre fue de Estados Unidos pero luego se abrió a terceros abastecedores entre los que estuvo Uruguay. Desde que comenzó a utilizar esta cuota, las ventas de carne bovina enfriada de Uruguay a la UE se duplicaron. Cabe recordar que en febrero de 2011 y enero de 2012, Uruguay exportó 13.400 toneladas de carne bovina dentro de ese cupo y la facturación pasó de US$ 91 millones a casi US$ 271 millones.

Para la ganadería uruguaya es una cuota fundamental, no sólo porque la carne entra libre de arancel, también por las tecnologías que usan para acelerar la terminación del ganado.

Los terceros abastecedores sabían que en algún momento, tras el reclamo de Estados Unidos a la UE, se podría perder parte del cupo y ahora, se filtró un borrador de la Unión Europea con un cronograma de reasignación de cuota, donde el cupo reducirá 4.625 toneladas sobre las 11.250 toneladas disponibles actualmente, que serían otorgadas a la ganadería de Estados Unidos en forma exclusiva.

Una vez finalice el proceso de reasignación de la cuota, que se estima será en 2026, el cupo quedará con 8.750 toneladas trimestrales exclusivas para Estados Unidos y 2.500 toneladas para el resto de los países (Australia, Argentina y Uruguay).

Internamente, la cuota demandó intensificación productiva. Exigió utilizar la suplementación de la recría para llegar a un animal de mayor kilaje al momento que entre en los corrales de engorde, mayor explotación de la genética para elevar la calidad de carne a partir de las razas británicas usadas en Uruguay y mayor volumen de granos en la terminación, entre otros. ¿Qué pasará con todas estas tecnologías? ¿Se perderán? Para varios referentes del sector ganadero e industrial, son tecnologías que llegaron para quedarse.

Visiones. “Diría que Uruguay está pasando hoy por un proceso de intensificación de su producción, pareciéndose a países con porcentajes de extracción altos, al igual que sucede en las naciones con sistemas intensivos”, admitió a El País el presidente de la Asociación Uruguaya de Producción de Carne Intensiva Natural (Aupcin), Álvaro Ferrés.

Las empresas ganaderas de Aupcin, precursoras en el engorde de ganado a corral en Uruguay, tienen una fuerte participación en la cuota y son impulsoras de estas tecnologías innovadoras que elevan la productividad.

“Pienso que a futuro habrá mayor número de animales jóvenes en la faena” y se incrementará “el número de terneros cada año. Los tres millones de terneros anuales vinieron para quedarse”, afirmó Ferrés, imaginándose el futuro y parte del camino de intensificación que vive la ganadería uruguaya.

A su vez reconoció que el incremento de las áreas de pasturas y verdeos en la ganadería, “se debe al valor que está teniendo hoy la recría y la terminación en corrales de engorde o en la exportación de carne en el marco de la cuota 481”.

Ferrés expresó también que, por otro lado, “hay tecnologías como el creep feeding (la suplementación diferencial del ternero al pie de la madre), el incremento en el uso del destete precoz y muchas otras herramientas productivas, que contribuyen a lograr mayor producción y van a quedarse”, independientemente de que se exporte menos carne uruguaya dentro de la cuota 481.

El presidente de la Federación Rural, Julio Armand Ugón, comparte esa visión y afirma sin reparos que las tecnologías y herramientas que se aplican para producir ganado para la cuota 481, “están incorporadas y por tanto el productor las continuará utilizando”.

Armand Ugón que es ganadero en Rivera, consideró que si se pierde parte del cupo o cae esa cuota, “surgirán otros negocios que demandarán un tipo de hacienda similar o terminaciones superiores (de la res), para las que se deberá seguir usando la suplementación y otras alternativas productivas”.

Según su visión, apuntalado por los precios firmes de la recría, el productor ganadero “está más ávido” de incorporar tecnologías que posibiliten producir animales de mayor calidad y con kilajes más altos, tanto para los corrales de engorde, como para que los invernadores partan de otro nivel para llegar a los pesos de faena.

“Previo a las últimas sequías prácticamente nadie racionaba los ganados, pero pasado ese período donde el uso de esa herramienta era la salida para salvar los animales, el productor siguió adoptándola”, explicó el titular de la Federación Rural.

“El uso de raciones y la suplementación de los ganados es hoy moneda corriente”, destacó Armand Ugón.

“No se van a perder esas herramientas productivas que se adoptaron con mayor firmeza a partir del ingreso de la carne uruguaya a la cuota 481”, añadió el gremialista.

A su vez, el presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), Daniel Belerati, consideró que las tecnologías para acelerar y mejorar la productividad del ganado que promovió la cuota 481, “deben quedarse”.

Desde su punto de vista, “hay que buscar cualquier forma para que esas tecnologías se sigan usando en la ganadería uruguaya”, porque la industria frigorífica “necesita novillos”.

Belerati concluyó que “si en vez de que un novillo esté más de tres años para que llegue al peso de faena, se puede sacar en dos años, bienvenidas sean esas tecnologías y todas las demás que posibiliten aumentar la productividad y las que sirvan para acortar el ciclo productivo”.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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