En Bélgica, Rumanía, Bulgaria y Polonia se detectaron nuevos brotes en explotaciones de gran escala.
Cerdos en corrales.
Las autoridades sanitarias de Eslovaquia informaron el pasado 25 julio a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) la detección de un brote de fiebre porcina africana en un establecimiento en la provincia de Košice, en el este del país, cerca de la frontera con Hungría y Ucrania.
Según publicó Eurocarne, desde que se localizó el primer brote de peste porcina, el virus ya ha llegado a Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, República Checa, Hungría, Rumanía, Hungría y Bélgica. De todos ellos, solo República Checa logró mantener los brotes bajo control y en este año fue declarado libre de la enfermedad.
En Bélgica, Rumanía y Bulgaria también se han detectados nuevos brotes en explotaciones ganaderas de gran tamaño. En Polonia, por ejemplo, en la semana pasada se detectaron ocho nuevos brotes, uno de ellos en una granja que cuenta con un stock superior a los 3.300 porcinos.