Es el nuevo presidente de la Unión de Vendedores de Carne, tiene su carnicería en el barrio Parque Rodó, y hace cuatro décadas que está en el negocio. Para él, ser presidente de la gremial de los carniceros “es un orgullo” y es “lo máximo”. En su mandato habrán algunas líneas de trabajo muy claras, la primera defender al carnicero chico, en la competencia que tiene frente a las grandes superficies; aumentar el número de socios, principalmente en el interior del país; y mantener la realización de promociones de carne , que ayuden a que el carnicero tradicional pueda vender un mayor volumen de carne.
—¿Con qué objetivo asume la presidencia de la Unión de Vendedores de Carne?
—Llevo varios años en la directiva, con Hebert Falero de presidente; ahora me toca asumir el cargo, lo que significa un orgullo para mí. Como carnicero es lo máximo, y deseo hacer las cosas bien, ayudar a nuestros socios, con especial énfasis en el carnicero chico, el que la viene luchando, ya que muchas veces no tiene capital de giro. Por ejemplo, a través de las ofertas es una manera de ayudar, además de la ayuda que se le brinda en la parte administrativa y frente a los cambios que van surgiendo.
—Además en el desarrollo de convenios por ejemplo…
—Sí, totalmente, este año hicimos convenios con el Instituto Nacional de Carnes y con República Microfinanzas, lo que significa una ayuda muy importante para el carnicero, ya que sirve para renovar vitrinas y renovar su establecimiento. También con Microfinanzas llegamos a un convenio, el que le permite a los carniceros acceder a préstamos para capital de giro, con el fin de poder obtener cortes más baratos, ya que puede comprar en mayor volumen.
—¿Cómo está la gremial actualmente?
—Hoy en día tenemos 200 socios, algunos son gremiales, otros están por la parte administrativa que se hace desde acá, y apostamos no sólo a mantener esos socios, sino que a aumentarlos. En el 2026 vamos a tener que hacer una campaña en el interior, porque hay muchos carniceros que están interesados en las propuestas y entrar en las ofertas, nosotros tenemos que lograr que ellos se acerquen a la Unión de Vendedores de Carne. Entiendo que para alguien de Rivera o Salto puede ser muy difícil, por eso también intentaremos arrimarnos nosotros a ellos. Queremos ser la Unión de Vendedores de Carne del Uruguay, por eso vamos a hacer todo lo posible para tener a más carniceros del interior en la gremial.
—¿Hoy cómo está el contexto para competir con las grandes superficies, o apuntan a públicos distintos?
—Parte del público es diferente, pero las grandes superficies no dejan de ser nuestros grandes competidores, ellos tienen otro volumen económico, y tienen muchos rubros, entonces pueden hacer una oferta de carne, más allá si la carne baja o no, porque su objetivo es meter gente para adentro del supermercado y que le compren otras cosas. Esto es algo que el carnicero chico no lo puede hacer, primero porque no tiene el mismo dinero, y aparte, el principal rubro del carnicero es la carne, y en los supermercados no. Las grandes superficies han sido el gran causante de la desaparición de carnicerías chicas.
—¿Cómo se encuentra el consumo de carne actualmente?
—Viene parejo, si bien hay gente con dificultades, normalmente se mantiene parejo. Lo que sí ha cambiado bastante es que mucha gente se ha volcado al consumo de pollo, en todos sus cortes.
—¿Eso es por un aspecto económico?, porque si miramos el precio de la suprema no es un corte barato.
—Claro, pero también está el hecho de que los médicos recomiendan. Por ejemplo, en mi casa mi mujer consume más pollo que carne, a mí me gusta la carne. El cerdo también ha venido al alza a través de la bondiola, ahí sí es por lo económico. Igual, siempre está el esfuerzo del consumidor para adquirir carne roja, y nosotros siempre queremos dar algún beneficio para que se pueda consumir un poco más.
—Desde hace algunos años están trabajando con las ofertas en distintos cortes, ¿esto es algo que va a continuar en su presidencia?
—Sí, por supuesto, nuestra idea es seguir con las ofertas en el 2026, principalmente en carne, pero también tenemos arreglado con una empresa de chacinados que va a salir ahora a mediados de noviembre. Como decía, la idea es ayudar al carnicero y darle una herramienta más para que tenga más ventas.
—Actualmente están con una oferta que ha iniciado en los días anteriores, ¿de qué se trata?
—Con la gente de Adicu, hemos logrado una oferta de un buen corte, que es el pulpón, básicamente brasilero, que viene muy bien presentado y con variedad de marcas. Luego cada carnicero verá si lo vende entero o fraccionado. Es un producto de muy buena calidad, que es lo que buscamos vender, nadie que lleva 30 o 40 años en una carnicería se quiere quemar con un mal producto. Esto es carne brasilera básicamente, entonces está claro que no tiene nada que ver con la carne a la que se le detectó residuos de garrapaticida en China.
—¿Qué volumen prevén vender?
—Si se vende todo en noviembre, va a estar entre 40.000 y 50.000 kilogramos, a eso apuntamos. En algún caso nos pasó, que teníamos una propuesta que dejaba muy barato al entrecot, y en una semana vendimos 22.000 kilogramos, por lo cual se agotó, entonces por eso vamos con Adicu ahora, porque hay más de un frigorífico, para asegurarnos un volumen importante.
—¿La carne envasada, qué papel viene jugando actualmente en las carnicerías tradicionales?
—Es una carne que actualmente se vende muchísimo, en mí carnicería en particular es impresionante lo que se vende de carne envasada. En lo que se importa actualmente, nalga y bola de lomo por ejemplo, viene con una calidad buenísima, se ha mejorado muchísimo, y creo que los frigoríficos de acá que la importan, buscan comprar de frigoríficos que están en primera línea, hay marcas que trabajan a la carne de forma espectacular, entonces por ejemplo en lo que es la pulpa envasada es de primer nivel.
—Frente a un precio del novillo que está por encima de US$ 5,00, ¿qué papel juega la importación de carne?
—Uno muy importante en lo económico, porque con la carne en Brasil entre US$ 1,10 y US$ 1,20 más barata que en Uruguay, y eso hace mucha fuerza, son unos $ 50 más barato que acá, y hace mella, entonces evidentemente la carne brasilera está impuesta acá hace años, también en ocasiones se ha traído carne paraguaya, pero en este momento de donde más se trae es de Brasil.
—¿De Argentina está ingresando carne en la actualidad?
—Algo puntual, Abasto Santa Clara ha traído pulpones y asados argentinos, que es de muy buena calidad, y también ha entrado pollo argentino.
—¿En el caso de la carne aviar se debería de ir a un sistema similar al de la carne bovina?
—Pienso que el tema del pollo regula el mercado, cuando entra mucho pollo de Brasil hace bajar el precio acá. Nosotros venimos reclamando desde hace un tiempo que se liberen los cupos de importación, tras las sucesivas subas de la carne aviar. Ahora han informado que los cupos que estaban para enero, febrero y marzo del año que viene, los adelantaron para noviembre y diciembre, eso va a ayudar a regular el precio, porque si seguía subiendo íbamos a llegar con un valor muy alto que iba a repercutir en las ventas.
—¿Cómo ve al momento para la carne ovina?
—Está con un precio alto, porque hay poco cordero, y creo que va a estar más alto de lo normal. En algunos años anteriores se le sacó el impuesto al cordero para bajarlo un poco, si este año se dispara mucho el precio se debería de hacer alguna gestión para eso. En mi caso particular vendo cordero todo el año, pero la gran venta es en Navidad y fin de año.
—También falta la posibilidad de acceder a más fraccionamiento…
—Totalmente, cuando la gente lleva medio cordero o uno entero es a fin de año, en el resto del año llevan dos kilos, tres kilos, una paleta, una pierna o un costillar. Entonces de cierta forma estamos aprendiendo a vender cordero fraccionado, en nuestros inicios era imposible pensar en eso.
Cuatro décadas de trayectoria en el negocio
—¿Cómo fueron tus inicios en la carnicería?
—Como carnicero arranqué desde muy chico ayudando a mi padre, tenía menos de 15 años, y después, por una enfermedad de mi madre, a los 15 años quedé solo en la carnicería. Me fui haciendo, y llevo toda la vida prácticamente de carnicero, hoy con 54 años, llevo 40 años en este negocio.
—¿Cómo ha evolucionado la carnicería en estas cuatro décadas?
—Si habrá cambiado… cambió muchísimo, desde cómo trabajaba la carne mi padre, donde, eran cortes con hueso, como el cuadril, la rueda, que hoy es bola de lomo, esos cortes fueron cambiando, la gente fue cambiando y actualmente prefieren cortes sin hueso, con la salvedad del asado. Todo cambió, antes era impensado que un uruguayo consuma carne importada, hay tanta globalización, que es increíble que tengamos tanta venta de carne importada, las reglas de juego van en base a lo económico.