En el norte, más precisamente al norte de Salto y Artigas, la situación productiva se torna cada vez peor a raíz de profundo déficit hídrico que viven los departamentos y que, semana tras semana, es peor. Ya no es un problema de pasturas, sino de aguadas, porque están desapareciendo. Los pozos están perdiendo profundidad, las bombas se apagan. Los ganados pierden estado, los campos están blancos y la calidad del agua comprometida.
Para ubicar geográficamente a las zonas más complicadas por la sequía, de la ruta N° 31 de la ciudad de Salto hacia el este en dirección norte y todo el departamento de Artigas.
Hasta noviembre la situación estaba controlada, sin embargo, diciembre y enero fueron meses “mortales” para la producción. Las temperaturas que hubo este año fueron muy elevadas, en donde los 31 días de enero tuvieron temperaturas de 39° o 40° todos los días.
En el norte siguen los calores y la evapotranspiració, y los campos están con un déficit hídrico importante. En las zonas de basalto superficial está muy complicado y, prácticamente, no tienen forraje.
Las vacas de cría están en pleno servicio, pero decayendo día a día. Eduardo Texeira, médico veterinario en Salto, Artigas y parte de Paysandú, comentó que en muchos lugares, si no se toman medidas inmediatas, “va a comenzar en 15 o 20 días alguna muerte”.
“Todos sabemos que las medidas en el agro no son inmediatas. Si vas a racionar se demora entre la compra y la llegada. Si vas a racionar, además, necesitas disponibilidad de agua. Es todo un complicación para darle alimentos a los animales que están con déficit”, explicó a El País.
El veterinario estimó que seguramente “haya algún déficit en las preñeces de las vacas”. “Si no se toman más medidas vamos a tener problemas en un futuro inmediato. La mayoría de las cañadas o hilos de agua de bajo volumen han desaparecido y sólo están quedando las zonas hídricas de alto caudal y eso está afectando el manejo de muchos potreros. No es solo dar ración, necesitan agua y no la hay. Estamos en una situación de altísimo riesgo”, dijo.
Arroz. En Artigas y Salto se sembraron, en números redondos, unas 30 mil hectáreas de arroz, de las cuales se llevan cosechadas unas 500, es decir, acaba de arrancar. Está semana, la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) realizó una evaluación general en la cual estimó que hay un 5% del área, unas 1.500 has, ya perdida por falta de agua y en el eje de un 25% que está muy comprometido. Son chacras que requieren más días de riego, entre 20 y 25 días más, pero justamente el problema es que las represas no tienen la autonomía de 25 días de riego. “Hay preocupación, por el 5% ya perdido, sino por el 25% que está atrasado en plena floración”, comentó Guillermo O’Brien, productor arrocero del norte del país.
En diálogo con El País, manifestó también que en tema forrajero la situación está muy complicada, dado que “no existe nada que comer”. “Todo el mundo ganadero está ávido por que empiece la cosecha para comprar fardo de paja de arroz. Es una situación realmente preocupante”, aseguró.