Los precios están 50% arriba frente a región.
Proceso industrial en planta frigorífica. Foto: El País.
Pablo Antúnez
La Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) emitió su alerta por los problemas que ocasiona el aumento de la capacidad ociosa, debido a la caída dentro del stock bovino de las categorías de animales aptos para faena.
A través de un análisis realizado por sus técnicos, la gremial de la industria mostró que la ganadería uruguaya y los volúmenes de bovinos faenados se constriñen con una previsión para el futuro “altamente preocupante”.
La gremial que nuclea a buena parte de los frigoríficos exportadores, destacó que ese escenario “altamente preocupante” se registra a pesar de “niveles de precios de animales para faena que son 50% más altos que en Argentina, Brasil y Paraguay”. A eso hay que sumarle “niveles de precios de exportación altamente sostenidos en el tiempo, exportación irrestricta de animales en pie, importación de bovinos en pie cerrada y niveles de precios sostenidamente altos para la reposición”.
El stock bovino, según la Declaración Jurada Dicose 2019, mostró una caída por tercer año consecutivo desde 2016 pasando de 11.993.000 cabezas a 11.162.000 al 30 de junio de 2019 (la caída es de 7%).
En su análisis, la CIF recordó que en las categorías de animales que podrían ser calificados como aptos para la faena, “hay una caída anual de 269.000 cabezas” y esa misma comparación entre 2019 y 2016, “indica una reducción de 690.000 cabezas bovinas”.
Según Dicose 2019, las vacas de invernada mostraron una caída en el stock de 16,4% (se perdieron 79.242 cabezas), los novillos de más de 3 años bajaron 16,6% (-80.624 cabezas), los novillos de dos a tres años cayeron 13,4% (89.305 cabezas) y las vaquillonas de más de dos años cayeron 4,8% (22.944 cabezas). A nivel de bovinos, hay que sumar una mortandad de alrededor de 300.000 cabezas.
Muestra. Respecto a la evolución del Indicador de Animales Faenables, que la CIF define como la suma de vacas de invernada, novillos de más de 3 años, novillos de 2 a 3 años y vaquillonas de más de 2 años sin servicio, aseguró que “está en el nivel más bajo en más de 15 años, evidenciando un universo de 1.825.000 cabezas”.
Resultado similar se verifica en el volumen de novillos de más de 2 años (existencias de novillos de 2 a 3 años más novillos de más de 3 años), con una caída récord de 977.000 cabezas al pasado 30 de junio de 2019”.
Lo más preocupante es el estancamiento en el índice de procreos (65,1% promedio entre 2005 y 2019), en un escenario “en que la exportación de ganado en pie opera en forma irrestricta y con un índice de precios flaco/gordo, que según la Asociación de Consignatarios de Ganado está en niveles sostenidamente altos (1,170 promedio del año agrícola 2018/19”).
La máquina de producir terneros, como lo son las vacas de cría, mostraron una leve baja 0,34% y quedaron en 4.250.498 cabezas cuando el año pasado eran 4.265.197 cabezas.
Faena. Por otro lado, “la faena de vientres viene siendo mayor, es menor en novillos pero creció en vacas y eso pegó fuerte en la categoría de vacas de invernada”, explicó el técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA), Esteban Montes. “Esta situación se da porque el productor está reteniendo esa vaca de cría para poder producir un ternero más por el precio que hoy tienen los terneros o incluso vende ese vientre como preñado”, explicó.
Monotes reconoció que el nivel de vaquillonas “está siendo alto”, pero analizando los números “es muy similar al registrado el año pasado. Seguramente vamos a llegar a faenar unas 300.000 vaquillonas. Será un nivel importante”. La industrialización esta categoría no está dada sólo por el abasto interno, donde hay nichos de alta calidad de carne para esta categoría, también influyen los negocios para cuota 481 que tiene por destino la Unión Europea.