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Forestación, economía y ambiente

Consultora CERES presentó informe sobre efecto multiplicador que tiene el sector forestal

El Dr. Ignacio Munyo presentó el miércoles 8 el informe “La producción forestal en Uruguay: un sector líder y sostenible”.

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), el sólido crecimiento de la industria forestal en Uruguay a lo largo del tiempo no solo genera un efecto multiplicador mayor que en otros sectores de la actividad económica, sino que también refleja un compromiso con la protección y cuidado del medio ambiente.

Estos logros no se explican sin la estabilidad de políticas públicas apropiadas, de acuerdo a este informe especial que el director ejecutivo de Ceres, el Dr. en Economía Ignacio Munyo, presentó el pasado miércoles en el Auditorio del Word Trade Center en el marco del Desayuno Forestal, organizado por la Sociedad de Productores Forestales (SPF).

El trabajo, titulado “La producción forestal en Uruguay: un sector líder y sostenible”, revela que la estabilidad institucional y las garantías jurídicas del país han sido los pilares del auge del sector, factores fundamentales para atraer inversiones a largo plazo.

También destaca la implementación de políticas tributarias favorables en el comienzo que han impulsado el desarrollo productivo y que han sido respaldadas por gobiernos de diferentes orientaciones políticas, para luego ser retiradas en el caso de las plantaciones con destino celulósico, de acuerdo con su crecimiento.

En la actualidad, las plantaciones con destino a la industria celulósica, componente mayoritario de la forestación recibe un tratamiento fiscal comparable a otras actividades primarias.

El trabajo aborda además el desarrollo de la industria forestal, fundamentado en un análisis integral de los resultados y proyecciones de aspectos como la actividad, las exportaciones y la creación de empleo, así como su papel relevante en múltiples aspectos de la economía. Las políticas estatales orientadas hacia un sector relativamente nuevo de la matriz productiva, junto con la disponibilidad de tierras adecuadas para plantaciones de árboles, constituyen los cimientos de un crecimiento sostenible.

A su vez, la actividad forestal genera empleos con menor riesgo de automatización que el empleo en el resto de los sectores de la economía.

La industria forestal no solo es un sector relevante, sino que también representa un paradigma positivo de la economía circular, lo que implica que su enfoque de desarrollo contribuye de manera significativa a la reducción del desperdicio de recursos y a la minimización de la generación de residuos.

Esto se traduce en la promoción de la reutilización, la reparación, el reciclaje y la renovación de productos y materiales, fomentando la creación de un ciclo continuo en el que los recursos y productos se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible.

Medioambiente. Desde la perspectiva del calentamiento global, se destaca su papel clave en la reducción de las emisiones netas de carbono. Además, el informe sostiene que el impacto ambiental se controla significativamente mediante el cumplimiento de certificaciones internacionales, reglamentaciones de los Ministerios de Ganadería, Agricultura, y Pesca, y el de Medio Ambiente, que garantizan una supervisión adecuada, además del extendido cumplimiento del Código Nacional de Buenas Prácticas Forestales.

El sector forestal es uno de los principales rubros de exportación del país, responsable de casi uno de cada cinco dólares que Uruguay vende en el exterior por concepto de bienes. La evolución ha sido creciente en las últimas décadas y con la mayor inversión y la instalación de tres grandes fábricas de pasta de celulosa, el complejo forestal pasará a ser el principal rubro exportador.

La estabilidad institucional y jurídica que brinda el país y las políticas de apoyo que trascendieron períodos de gobierno fueron claves para el desarrollo de la actividad, y diferencian a Uruguay como destino de inversiones en el rubro. Estos incentivos, que fueron claves en el comienzo, fueron retirándose en la fase primaria con destino celulosa acorde al crecimiento del sector.

Actualmente, los productores forestales con este fin afrontan una carga impositiva comparable a otras actividades primarias, respecto al ingreso que generan.

En 2022, el sector en su conjunto fue el segundo mayor exportador del país, pero se apresta a convertirse en el primero durante 2024, cuando la segunda planta de celulosa de UPM alcance el pico de producción.

El estudio arriba a conclusiones de suma relevancia para el desarrollo, destacando que la forestación genera encadenamientos productivos significativos y tiene un efecto multiplicador mayor que otros sectores de actividad.

Sentencia que, con demanda internacional pujante y ante un incremento en las inversiones en el sector, la industria forestal se posiciona como un poderoso impulsor para el desarrollo de la economía uruguaya.

Un motor sustentable

La forestación cuenta con una demanda externa pujante. Por ello y por apoyar la descentralización productiva, su impacto multiplicador económico y su capacidad de generar empleos con menor riesgo de ser automatizados, el sector forestal es un motor con potencia para impulsar sustentablemente un nuevo ciclo de crecimiento de la economía uruguaya.

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