Revolucionada fue la mañana de este miércoles, cuando los productores se desayunaban la noticia del nuevo paro de actividades en las plantas por parte de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne (Foica) que, a través de su cuenta de Twitter, comunicó que resolvió realizar un paro general de 24 horas.
Esta sería el segundo paro en 13 días realizado por la Foica debido al “rechazo contundente” a la definición del Poder Ejecutivo de presentar una propuesta de votación, como también por el cierre de la negociación colectiva por parte de las Cámaras Empresariales de la Industria Frigorífica. “Entendemos que esta modalidad de medida gremial no es simpática, pero lo único que vamos a expresar, si no hay negociación, habrá conflicto”, se señaló.
La novedad fue rechazada y altamente cuestionada desde todos los sectores productivos del país. Los ganaderos, las gremiales agropecuarias, la industria frigorífica y los consignatarios manifestaron su preocupación ante la medida que ha afectado de productiva y económicamente a la producción.
Marcelo Secco, presidente de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y CEO de negocios de Marfrig Conosur, compartió su “sorpresa” por cómo se ha encauzado la negociación, principalmente en las últimas etapas. Tildó de “irrespetuoso” el ejercicio de las Foicas en el marco de la negociación en donde el sector industrial en la tripartita fue generando conjuntamente una propuesta que, a decir del propio Ministerio, es “de las mejores de los grupos que han estado en negociación” con un 100% de recuperación salarial, correctivos por inflación, mejoras en los beneficios de productividad mínima, presentismo y la llamada partida de carne.
“Cuando creíamos que podíamos estar en un marco de acuerdo aparecen nuevos planteos de mejoras, que nunca estuvieron sobre la mesa. No ha sido una forma correcta de negociar”, señaló.
Además, se entiende que “se mezclan elementos” como lo que han sido los precios de este semestre de la actividad -que afortunadamente para los trabajadores y las empresas ha sido bueno- con la generación de beneficios.
“El mundo de negocios es un vaivén y no tenemos asegurado el futuro, por lo tanto, no podemos asegurar elementos de mejora que luego no podamos dar en función del mercado”, agregó.
Secco aseguró que la industria ha sido “más que transparente”. “Hemos dejado todos esos elementos arriba de la mesa y sentimos que la negociación no fue respetada”, explicó.
“Estamos preocupados, pero muy conscientes y seguros que dimos los mejores elementos de negociación que está ronda de salarios tuvo”, concluyó.
La Asociación Rural del Uruguay (ARU) analizó la situación desde el punto de vista de los productores y, sobre todo, de los animales, porque en estas semanas ha habido más un paro sorpresivo y hoy son cerca de 5.000 las cabezas paradas esperando ser faenadas.
Al respecto, Gonzalo Valdés Requena, presidente de la ARU, manifestó que se generan distintas complicaciones. Por un lado, preocupa el bienestar animal y la imagen país. Están los perjuicios para el productor desde el punto de vista del precio que se le paga, porque las reses pierden rendimiento. Está la reprogramación de los embarques en medio de una sequía incipiente, en donde los productores buscan ajustar la carga. Además, mirando el corto plazo, esto va a generar una interrupción en la producción agroindustrial de carne que, tarde o temprano, va a afectar los negocios con el exterior.
“Es decir, es todo una combinación complicada. Siendo el agro hoy el motor de la economía, un sector que está aportando mucho y está con buenos precios, no parece lógico que se detengan las actividades de las que depende la recuperación del país post pandemia”, dijo.
Asombro. Como productor agropecuario, Martín Uría Shaw -quien también se desempeña como vicepresidente de la Federación Rural- hizo referencia al “asombro” que le genera este tipo de medidas que “le pegan” directamente al productor, el generador de materia prima que, en definitiva, es quien justifica los puestos de trabajo en la industria cárnica.
“Es una locura. Hay que sacarse las caretas porque la mayoría de los funcionarios de la industria ganan más por hora de lo que ganan muchos de los productores rurales”, afirmó.
Uría Shaw aseguró que los funcionarios “ganan muy bien” y que tienen muchos beneficios. Además, valoró que la industria atendió las comodidades de los trabajadores, pero lamentó que “nada es suficiente”.
Además, sostuvo que el sindicato se sentó en la mesa de los Consejos de Salarios para “darle con un caño” al sector ganadero, dado que fue de los únicos que no se vio tan afectado por el coronavirus.
Desacuerdo. Tras el sorpresivo paro, la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) comunicó que “no comparte la forma” en la que se han tomado las medidas de protesta cuyas consecuencias “afectan profundamente a otros actores de la cadena”, incluso, a las prácticas de bienestar animal.
Además la ACG denunció que se han generado pérdidas millonarias y, eventualmente, se pone en peligro la propia estabilidad del complejo productivo.
Sin avances. En la reunión de ayer entre los delegados de Foica y el Ministerio de Trabajo “no hubo avances”, según confirmó Martín Cardoso, presidente de Foica Cerro. Se mostró optimista en que pueda haber algún margen para retomar la negociación con las cámaras empresariales, pero aclaró que Foica lo está discutiendo.
Mientras tanto, mañana viernes, está prevista la instancia de votación de los lineamientos del convenio y el gremio dice que no se va a presentar. “Estamos buscando algún camino alternativo, como también lo están buscando las cámaras de la Industria Frigorífica, para que el conflicto no se profundice”, dijo Cardoso.
“No hubo avance, solo charlas y la propuesta de votación del viernes”, aclaró el presidente de Foica Cerro, reconociendo que a la vez, el Poder Ejecutivo “dio alguna señal de optimismo de que se pueda revocar la fecha de votación. Desde el gremio, estamos resolviendo cómo seguimos”, aclaró Cardoso.
Reconoció que en algunos momentos de la negociación la Foica dejó de reivindicar los nuevos beneficios. “Nos bajamos de eso e hicimos una fórmula para que impacte en los salarios más bajos. Las Cámaras presentaron una propuesta pero no nos entendieron y luego pidieron al Ministerio de Trabajo la votación, diciéndonos que no había margen. Nosotros llevamos una propuesta y volvimos a incorporar las partidas fijas”, contó el gremialista.
Imagen país. Ayer, el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos también cuestionó el paro por 24 horas adoptado por Foica.
El ministro recordó que a la hora que se anunció el paro por 24 horas, “los animales para faena ya están en los corrales” y explicó que “la detección de actividades genera un trastorno de las condiciones que esos animales están, porque no todas las plantas frigoríficas tienen las mismas comodidades”.
“Hemos sido cuidadosos de los temas de bienestar animal pero todo esto genera un gran trastorno y puede llegar a afectar la imagen del país desde el punto de vista de bienestar animal”, indicó el jerarca.
Compartiendo la preocupación de los productores, porque todavía hay 5.000 bovinos en los corrales para faena, Mattos dijo esperar que la medida de Foica “sea por poco tiempo y que mañana se pueda reanudar la actividad”. Asimismo advirtió: “si los paros persisten “tendremos que tomar medidas, porque sobre todo, hay que preservar la imagen del país”.
El titular del MGAP recordó que su homónimo de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, le informó que las propuestas del sector empresarial” de la industria frigorífica “son muy importantes y generosas”, siendo “de las más altas de todos los grupos de negociación”.