Desde hace un tiempo las carnicerías tradicionales comenzaron a trabajar con la venta de carne con marca. “Es algo que se viene instalando de buena forma por parte de los colega y vemos que tiene mucha aceptación”, señaló Hebert Falero, presidente de la Unión de Vendedores de Carne.
En diálogo con Rurales El País, Falero acotó que los valores de la carne con marca son competitivos, aunque también hay problemas para conseguir el stock necesario en los frigoríficos. “Por eso hemos optado, en que cada colega venda la marca del frigorífico que lo atiende”.
La venta de carne con marca, representa entre el 5 y 7% de las ventas de una carnicería tradicional, “pero va creciendo notoriamente, principalmente cuando hay una fiesta y quieren algo con garantía llevan carne con marca, y cuando la gente prueba, y ve que es bueno, lo empieza a repetir”.
Buenas expectativas para el 1º de mayo
Para la fecha donde hay mayor consumo de carne en el mercado interno, desde las carnicerías hay buenas expectativas. “Es la fecha en la que todo el mundo prende el fuego, y viene bien este año, porque no tenemos paros de frigoríficos, las plantas están trabajando a full, entonces vamos a tener disponibilidad de asado”.
El consumo en esa fecha, se concentra en el asado, y en todo lo que acompaña a la parrilla: pamplona, riñones, chinchulines y mollejas. Esa demanda “es una tendencia que no ha cambiado, y no creo que este año cambie”.
Carne importada ayuda a regular el precio
La hacienda en Uruguay ha tenido un mercado de aumento y mucha firmeza en todo el año, con un novillo que se sitúa en el eje de los US$ 4,60 por kilogramo, pero este aumento no se ha reflejado en el precio de las carnicerías: “si no nos dejaran importar carne, la carne valdría entre $ 70 y $ 80 más por kilo, y en algún caso incluso hasta $ 100 más. Gracias a Dios pudimos tener un precio regular durante todo el año”.
Desde la Unión de Vendedores de Carne “fuimos pioneros en importar carne, nosotros decíamos que esto no iba a afectar al productor, y eso hoy lo vemos con los precios actuales de la hacienda, y el pue- blo puede comer a precios razonables”.
“El día que liberen la importación de pollo, va a pasar lo mismo, hoy estamos pagando entre $ 5 y $ 10 más por kilo. La industria del pollo tiene que competir, al igual que lo hace la industria cárnica, eso nos va a dejar un pollo más barato a través de la importación”, cerró.