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Ovinos que cuidan el suelo: INIA apuesta a 30 años de investigación sobre pastoreo sostenible en el Este

INIA presentó en Treinta y Tres un experimento único en la región que evaluará durante 30 años cómo distintos niveles de pastoreo ovino impactan sobre la productividad y la salud del campo natural

INIA

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) presentó en su Unidad Experimental de Palo a Pique, en Treinta y Tres, un experimento pionero de largo plazo que evaluará durante tres décadas cómo distintos niveles de pastoreo ovino impactan sobre la producción y los servicios ecosistémicos del campo natural.

La jornada, titulada “Oportunidades para una ganadería sostenible en el Este”, convocó a productores, técnicos y referentes del sector, que recorrieron los diferentes proyectos que INIA desarrolla en la región vinculados a la eficiencia productiva, la mitigación de emisiones de metano, el monitoreo de pastizales y el manejo de pasturas perennes.

Estrategias conocidas para reducir emisiones

En la primera parada, el DMV Gonzalo Fernández Turren y el Ing. Agr. Mario Lema presentaron resultados de investigaciones sobre estrategias nutricionales adaptadas a sistemas extensivos que buscan reducir las emisiones de metano de la cría vacuna.

“Estamos evaluando estrategias que los productores conocen, como los mejoramientos con Lotus Rincón o la suplementación invernal con afrechillo de arroz. Así pueden aplicarlas con mayor confianza y resultados más inmediatos”, explicó Fernández Turren.

Los investigadores destacaron que los mejoramientos con Lotus Rincón aumentan la productividad y reducen la intensidad de emisión, mientras que la suplementación con afrechillo de arroz permite duplicar la ganancia diaria de peso sin incrementar las emisiones de metano.

Gramilla e invasiones: una amenaza para el campo natural

El recorrido continuó con los Ings. Agrs. Gerónimo Cardozo y Amparo Quiñones, quienes abordaron el avance de los gramillales, una de las principales amenazas para los pastizales del Este. Mostraron evidencias de que estas invasiones reducen la diversidad vegetal y el carbono del suelo, y que, en casos extremos, el banco de semillas no logra revertirlas.
Desde 2015, INIA evalúa especies nativas como Paspalum notatum cv. INIA Sepé y Paspalum dilatatum cv. Surenio para recuperar áreas degradadas y mantener la funcionalidad del ecosistema.

La novedad llegó con la presentación del experimento de largo plazo iniciado en 2021, que por 30 años medirá los efectos de diferentes intensidades de pastoreo ovino —de 4, 8, 12 y 16 centímetros de altura— sobre el campo natural.

“La hipótesis es que una intensidad moderada (8–12 cm) promueve el mejor equilibrio entre sostenibilidad productiva y ambiental”, explicó el zootecnista Jean Savian, quien señaló que el estudio analizará integralmente la relación suelo-planta-animal-atmósfera para definir criterios de manejo aplicables al productor.

En esta misma parada, Quiñones presentó el trabajo de monitoreo de vegetación en sierras y lomadas del Este, combinando métodos tradicionales y sensado remoto con drones. Se registraron 151 entidades vegetales de 34 familias botánicas, con una diversidad promedio de 38 especies por metro cuadrado, destacándose las familias Poaceae y Asteraceae.

Festuca y Paspalum: dos aliadas para la intensificación sostenible

La última parada se centró en el experimento “Intensificación sostenible de sistemas ganadero-agrícolas”, donde los investigadores Walter Ayala, Agustina Carrasco, Pablo Rovira, Virginia Pravia y otros presentaron resultados sobre el desempeño de gramíneas perennes como Festuca y Paspalum notatum.

“Festuca ofrece un potencial destacado, con productividades de 9 a 12 toneladas de forraje por año y ganancias de hasta 700 gramos diarios por animal, sosteniéndose hasta 10 años”, explicaron.

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