El acuerdo Unión Europea–Mercosur parece encaminado a firmarse el próximo 20 de diciembre en Brasil, tras varios meses de incertidumbre política y dudas sobre la presencia de los mandatarios de Argentina y Paraguay. La fecha había sido anunciada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, pero quedó en suspenso por problemas de agenda de Javier Milei y Santiago Peña, además del interés paraguayo en firmar durante su presidencia pro tempore.
Según explicó el Doctor en Relaciones Internacionales Ignacio Bartesaghi, en los últimos días el proceso se aceleró desde Europa. Tanto el Consejo como el Parlamento Europeo aprobaron la salvaguardia agrícola, un mecanismo que permite a países como Francia activar aranceles si aumentan fuertemente las importaciones agropecuarias del Mercosur. Para Bartesaghi, esta señal muestra que “se está siguiendo todo el camino hacia la aprobación final”, incluso a pesar de las resistencias de Francia o Polonia, ya que la decisión podrá tomarse por mayoría calificada, explicó en el Informativo Carve del Mediodía.
Para Bartesaghi el avance del acuerdo se da en un contexto delicado dentro del bloque, marcado por una “flexibilización de facto”. Mencionó como ejemplos el acuerdo anunciado entre Argentina y Estados Unidos, que implicaría preferencias comerciales, y la decisión de Uruguay de iniciar el proceso para ingresar al CPTPP.
En paralelo a las negociaciones con Europa, Uruguay cerró en las últimas semanas acuerdos con Qatar —sobre promoción de inversiones, doble imposición y cooperación agrícola— y un convenio similar con Arabia Saudita.
Aunque Qatar no es un mercado de gran escala para alimentos, Bartesaghi subrayó su potencial como inversor y señaló oportunidades en energía, infraestructura e hidrógeno verde. En su mirada, Uruguay necesita una diplomacia activa: “Hay que salir al mundo, explicar lo que está pasando en Uruguay y atraer inversiones”.
Por otro lado, la vicecanciller Valeria Csukasi anunció que en 2026 Uruguay buscará avanzar en negociaciones con Indonesia y Vietnam, dos mercados gigantes con fuerte demanda de alimentos. Sin embargo, Bartesaghi advirtió que avanzar dentro del Mercosur será difícil.
Aunque Brasil menciona a ambos países en su discurso, “no veo voluntad real de avanzar”, afirmó. El motivo es claro: Indonesia y Vietnam poseen industrias muy competitivas que podrían desafiar al sector manufacturero brasileño. “Brasil ya hace un esfuerzo enorme abriéndose a la Unión Europea; no creo que acelere nuevos acuerdos con Asia en el corto plazo”. Por ello, el académico sostiene que Uruguay debe apostar a formalizar la flexibilización del Mercosur para poder negociar bilateralmente, tanto con China como con nuevos destinos asiáticos.
En este sentido, el anuncio del acuerdo entre Argentina y Estados Unidos marca, según Bartesaghi, un cambio profundo en la dinámica del Mercosur. “Argentina y Brasil siempre caminaron juntos. Esto es un mojón que cambia la dinámica”, señaló. El académico entiende que este precedente habilita a Uruguay a avanzar con mayor legitimidad en su propio camino de flexibilización: “Es la prueba de que el Mercosur ya se está flexibilizando en los hechos. Uruguay debe usarlo para avanzar en sus propios acuerdos”.
Extraído de: Valor Agrícola