Chicago cerró una semana extremadamente volátil, tras la suba furiosa de precios el martes. En el acumulado, la soja y el trigo terminaron por debajo de los máximos alcanzados el martes (ya muy altos de por sí), mientras que el maíz – por el contrario – siguió cortándose sólo y despegándose de los valores hasta poco manejados, tras conocerse datos en el informe trimestral de inventarios al 1º de junio y los de área de siembra completada.
Maíz
El maíz había subido 11 dólares al cierre diario del martes, mientras que la ganancia semanal se ubicó en 14 dólares por tonelada de promedio (9% de suba), para los contratos más cercanos, quedando las cotizaciones en los máximos de los últimos seis meses. Los fundamentos que le están agregando cada vez más sostén forman una combinación de factores, entre los que se destacan:
El lunes se dio cuenta de indicadores productivos rezagados respecto a los promedios históricos para la época, cayendo 3% el estado de bueno/excelente del cultivo, mientras que la entrada en la fase reproductiva se ubica en la mitad del promedio histórico. El área sembrada consiguió terminarse previo a desatarse las inclemencias climáticas sobre las chacras del cereal. El USDA informó, sin embargo, que el total implantado no fue tanto como esperaba el mercado e incluso estuvo por debajo del cálculo oficial anterior. Asimismo, el área que se espera una moderada reducción del área finalmente cosechada.
Respecto a los relevamientos de inventarios, el organismo agrícola gubernamental dio cuenta de niveles que quedaron a medio camino entre el stock medido hace un año y las previsiones del mercado. La explicación radica en una mayor demanda interna, lo que compensa la caída de compras por el sector avícola de EEUU, aquejado por varios brotes de gripe aviar en el último año. Claro que también puede explicarse por una menor cosecha en la última zafra, pero por el momento eso es un tema tabú del USDA, como para admitirlo tan rápidamente.
Agregando leña al fuego, Informa Economics, prestigiosa consultora agrícola estadounidense, recortó este miércoles en casi 4 millones de toneladas el cálculo de cosecha del cereal, comparado con la producción obtenida en la zafra anterior. El USDA, no obstante, mantiene su previsión.
En el reporte de ventas de exportación semanales de este jueves, se informó sobre volúmenes que tocaron el techo de expectativas del mercado para la producción disponible, mientras que estuvo en línea con lo pronosticado en los negocios de la nueva zafra.
Soja
La oleaginosa alcanzó sus máximas subas durante el martes, en donde llegó a cerrar subiendo 20 dólares por tonelada, representando esto un 5% de avance. En los dos días siguientes mantuvo las subas casi en su totalidad, cediendo solamente un 10% de lo avanzado durante el martes, para cerrar la semana con todos los contratos subiendo en el entorno de los usd 18 dólares por tonelada.
Al final del lunes, en lo que fue el apronte del reporte de martes que prendió fuego al mercado, los indicadores productivos de actualización semanal para soja, arrojaron caídas en el estado de calidad de la soja del total implantado, mientras que el ritmo de siembra mantiene el rezago respecto a los promedios históricos, considerado igual período de un año atrás. El informe de superficie sembrada e inventarios trimestrales arrojaron datos alineados con las previsiones del mercado y superiores al último relevamiento, si bien los operadores no validaron el dato oficial, haciendo subir los precios a un ritmo acalambrante, a lo que el organismo agrícola se apresuró en afirmar que relevará nuevamente estos datos en el próximo mes. El descuento del área afectada por lluvias e inundaciones en el Medio Oeste es lo que se lleva todas las críticas en este momento. El mercado, mientras tanto, ya hizo su trabajo en sólo 2 horas, corrigiendo esta diferencia por la vía de los precios.
En el reporte de ventas de exportación semanal, los números hicieron corregir a la baja parcialmente las ganancias del martes, sufriendo cancelaciones netas para el disponible, mientras que para la nueva zafra no se llegó al rango esperado por el mercado. La consultora Informa, por su parte, calculó una baja vs su cálculo previo.
Trigo
En trigo, el lunes se había informado de avances en la cosecha muy superiores a lo esperado por el mercado, al tiempo que el estado de los cultivos manifestó mejoras importantes en las chacras. El relevamiento de inventarios trimestrales arrojó volúmenes mayores a lo previsto por el mercado, así como por encima de un año atrás, todo lo que dejó un manto bajista a priori sobre los precios. Sin embargo, Informa Economics, calculó caídas en la cosecha de trigo invernal del entorno del 1% sobre sus previsiones anteriores. Los problemas climáticos presentes en EEUU, así como en el resto del mundo – si bien en ese último caso es por seca - actuaron como factores de soporte, en conjunto con el ambiente de euforia vivido durante el martes, que tiró arriba los precios de todos los granos. Pasado el martes, y ya bajada la espuma alcista, los aumentos del trigo se debieron a fundamentos más propios del cereal, que del resto de los granos. La afectación en los volúmenes de trigo a ser levantados, actualmente en pleno proceso de cosecha y sin margen de reacción frente a eventos climáticos adversos, hace que actualmente este cereal sea el que traslade – vía primas - los ajustes de producción a sus precios más rápidamente.
En resumen, el clima de lluvias e inundaciones que azota EEUU, trae nerviosismo a los mercados, con dudas sobre el porcentaje de una futura cosecha que se vería afectada, basado tanto en área perdida como por comprometimiento de las calidades y los rindes. El USDA agrega incertidumbre, con datos que se apresura a asegurar que no son tales, a lo que el mercado no hace otra cosa que reaccionar, basado en una idea de menores cosechas estivales a lo declarado durante la última zafra cerrada, lo que – de confirmarse – podría cambiar el punto de partida de los precios. Todo puede cambiar si se empieza a acomodar el clima y, considerando que quedan 5 meses de producción de verano por delante previo a la cosecha, todavía existe cintura para la reacción productiva de los cultivos y, consecuentemente, de los valores en base a los que se mueven. Pero de consolidarse el dato de cosecha anterior cerrada en los últimos valores informados, se parte de un punto – si bien no del entorno de las campañas previas – tampoco de los pisos recientes. Y esto, sin contar el mercado climático de la zafra en curso, que tiene a las primas correspondientes haciendo su trabajo.
FIMIX Agrofinanzas.