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Los Hereford de cabaña "Tupambaé", del Dr. Alejandro Costa Irigoyen, hicieron promedio de US$ 4.411

El máximo valor fue US$ 19.200 por un toro Polled, adquirido por San Gregorio Ganadera. En el propio establecimiento, remató Zambrano & Cía.

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Al ritmo de la intensa lluvia que golpeó durante toda la tarde en el techo del muy cómodo, funcional y colmado de criadores galpón de cabaña “Tupambaé”, el martillo de Alejandro Zambrano Zerbino no paró de golpear sobre la tarima para vender, en forma fluida la producción Hereford y Polled Hereford del Dr. Alejandro Costa Irigoyen y familia.

El éxito estuvo dado por los datos. No sólo de los números en que se pagaron los toros y vientres, sino por los de EPD que presentaba la torada que fue seleccionada, pujada y comprada por la demanda. En ese contexto bien vale repasar los números del RP 692, un mocho de pedigree, “Amaral” en madre “Hometown 27 A”, con 1.0 de peso al nacer que se va a 25.1 al destete, al 42.0 a los 18 meses, con 3.680 de bife y con 100/100 de pigmento, un índice de cría de 157 y 42 de circunferencia escrotal. Fue presentado por el Dr. Costa como un toro “que reúne muchas características que lo hacen un animal tanto potente como equilibrado: buen color, pigmento, circunferencia escrotal, ancho de trasero, correcto de prepucio, tamaño moderado y linda expresión de su cabeza. Además de un excelente set de datos. Y el mercado lo premió. Tras intensas pujas, fue comercializado en US$ 19.200, adquirido por cabaña San Gregorio Ganadera, siendo el máximo valor de la jornada.

Al final, se comercializaron 45 toros a un promedio de US$ 4.411. Fueron: 16 Polled PI: 19.200, 2.760 y 5.138; 5 Polled Preg: 5.400, 3.000 y 3.760; 20 astados PI: 7.200, 3.000 y 4.050 y 4 astados Preg: 3.720, 3.360 y 3.570.

Previo a los toros se comercializaron en tres martillazos las 92 vaquillonas HS astadas y mochas, prontas para servicio a un promedio de US$ 1.235, con máximo de US$ 1.308 y mínimo de US$ 1.176.

Y así se fue la tarde, entre los “ponga” de los compradores, con el ruido ensordecedor de las siempre bienvenidas lluvias de primavera y los golpes del martillo de Alejandro Zambrano.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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