En el cierre del Prado, un domingo a mediodía y con clima primaveral, el clásico remate de Los Toros de Kiyú abrió la zafra, con presencia de criadores de la raza, productores y allegados.
En horas del mediodía, compradores y vendedores se dieron cita en la Central de Pruebas de la Sociedad de Criadores, donde primero se realizó un concurso de asadores que fue evaluado por Alejandro Acland. Después de compartir el almuerzo, la pista recibió a todos los invitados para vender, en poco más de una hora, la totalidad de los toros ofrecidos.
“Acá tenemos los toros con más información del mercado”, dijo el Ing. Agr. Nicolás Shaw, presidente de la Sociedad Criadores de la raza, en ocasión de la bienvenida a la edición número 48 del emblemático remate, que contó una vez más, con el martillo de Daniel Dutra.
El promedio general de los 24 toros ofrecidos, 23 de ellos mochos y uno solo astado, fue de US$ 3.617.
El máximo fue conseguido por dos animales: un toro de James Thompson y el otro de Santa Clotilde, que fueron comercializados en US$ 4.680. El mínimo fue US$ 2.520.
“Estamos conformes porque la oferta se colocó toda, y si bien no hubo precios destacados como en otros años, el valor promedio fue bueno”, expresó Shaw, y agregó: “sobre todo cuando termina la zafra y vemos que fueron valores razonables”.
Dentro de los piques y la puja, se valoraron especialmente los toros con mayor eficiencia de conversión, y en este sentido el presidente de la Soc. de Criadores destacó “que se mire la información que se genera”.
Para cerrar, Shaw valoró nuevamente el trabajo “destacado y de punta” que Hereford realiza en la Central de Pruebas, “porque es importante para el sector ganadero y para el país generar toda esa información”.