Discuten métodos de diagnóstico de Campylobacteriosis.

Toro. Foto: Rurales El País.
Pablo Antúnez
Crece la necesidad de contar con mayor investigación sobre la incidencia de las enfermedades vinculadas con la reproducción, conocidas como venéreas, en el rodeo bovino. Dentro de esas enfermedades está Campylobacteriosis Genital Bovina, que se caracteriza por producir mortalidad embrionaria y abortos esporádicos. El portador es el toro y los vientres se contagian al momento del servicio.
En el 15vo. Taller de Diagnóstico de Gestación de las Preñeces Bovinas, organizado y desarrollado por INIA Treinta y Tres esta semana, los técnicos volvieron a reavivar la discusión sobre el método de diagnóstico de esta enfermedad y demandaron mayor información sobre los toros, así como investigación específica para ver su incidencia y daños económicos.
“Hay que definir un poco más las cosas, evaluar más las técnicas de diagnóstico, despejar más las que surgieron y que no se siga radicalizando la discusión”, le dijo a El País el Dr. Emilio Machado, profesional que participó en el taller aportando los datos de diagnósticos de Rocha y otros departamentos. Machado estimó que el objetivo “es tipificar el ADN de las cepas de Campylobacter, fundamentalmente, que es lo que está despertando más polémica y ajustar el diagnóstico por PCR con el diagnóstico de las cepas nacionales”.
En ese sentido, el profesional dijo que “hay que hacer un diagnóstico certero”, determinar “si lo que estamos diagnosticando es el campylobacter patógeno o no. Eso va a servirnos a los veterinarios para ponernos de acuerdo”.
Técnicas. Las utilizadas para el diagnóstico de esta enfermedad son tres: el cultivo, la inmunofluorecencia y el PCR.
Machado explicó que el cultivo es el diagnóstico más creíble, porque tipifica el microorganismo y no hay lugar a dudas. “El problema es que es una técnica lenta, porque el cultivo es lento, es engorrosa porque hay que llevar un microorganismo vivo y precisa de medios adecuados de conservación”. Esos cultivos los hace la Dirección de Laboratorio Veterinario “Miguel C. Rubino” y no sólo hay que enviar los materiales, sino asegurar que lleguen bien.
En cuanto a la inmunoflurorescencia, según Machado “es rápida, sensible, pero no diferencia si el campylobacter es patógeno o no”. Muchos veterinarios consideran que el PCR es la mejor de todas, pero también hay quienes la critican. “El medio de cultivo (en PCR) no importa porque lo que se va a diagnosticar es ADN, es extremadamente sensible y se puede diagnosticar con una sola cadena de ADN, pero el problema es que hay que estar trabajando con certeza sobre el ADN del campylobacter patógeno que esté actuando en el Uruguay”.
Para Machado, lo bueno es que “se puso sobre la mesa el tema y se discutió”. Lo importante es hacer diagnósticos de la enfermedad.
Rocha. Por otro lado, Rocha presentó el diagnóstico de gestación más alto en 15 años, se llegó al 83,7% frente a 74,3% del año pasado.
El Dr. Machado explicó que se debió a la combinación del clima, que fue excepcional en la primavera y el verano y la gente siguió aplicando tecnología para asegurarse los procreos. “Usaron el clima a su favor, pero haciendo conciencia de en qué situación estaban”, afirmó el experto.
En el 83,7% están incluidos “dos o tres establecimientos que estuvieron inundados y a pesar de todo el manejo y de todo lo que hicimos fue imposible revertir esa situación. Estaban prácticamente sin campo. Si sacamos esos establecimientos subió a 86% en algunos casos puntuales”, dijo.