Andrés Iglesias es un productor uruguayo que desde hace algunos años está instalado en Santa Fe, Argentina, donde desarrolla un emprendimiento ganadero, actualmente dedicado exclusivamente a la cría.
Sobre el valor de los campos, Iglesias comentó que es bastante variable dependiendo de la ubicación, el suelo y la disponibilidad de agua. A modo de referencia, marcó que un campo ganadero para desarrollar tiene un valor que va de US$ 200 a US$ 600 la hectárea.
Los arrendamientos, en tanto, van de 1 a 3 kilos de novillos por mes por hectárea.
En cuanto al valor del ganado, Iglesias mencionó que en junio/julio una vaquillona para entorar valía 22 mil pesos (argentinos) y en octubre pasó a valer 47 mil. En la venta de toros, los remates arrancaron en 160 o 180 mil pesos y en los últimos remates se pagaban 320 o 350 mil y se vendía todo.
“Eso se explica porque con las limitaciones en las exportaciones mucha gente se ha ido volcando a la ganadería y hay una explicación lógica de porqué ha habido un boom ganadero en Argentina”, dijo.
Además, sostuvo que más allá de las faltantes, las condiciones ambientales “son muy favorables”, y “hay una ventaja comparativa respecto a Uruguay en suelo y clima”.
“Los costos son muy acotados. Es todo en pesos, no se maneja el dolar. En cuatro o cinco meses el ganado pasó a valer el doble. El ganadero tuvo una diferencia apreciable”, indicó.
Sobre las retenciones que está haciendo el gobierno sostuvo que “preocupan”, aunque valoró que, en la interna, los ganaderos toman decisiones a muy largo plazo.
“En un contexto claro tienes que producir más para equiparar la cuenta. En Argentina el mercado interno es muy fuerte. El 80% de lo que se produce de carne se consume acá, así que lo que tranquen las exportaciones no influye tanto a los productores”, explicó.
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