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Argentina: productores fueron los más afectados por cepo a las exportaciones de carne

Hasta noviembre pasado, mientras el valor para la tonelada exportada de carne subió 38,5%, el precio al productor con destino a la exportación lo hizo de 6,3 a 12%, para vaca manufactura (de descarte) y el novillo, respectivamente

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Luis Martin Barrandeguy

La Nación (GDA) | A siete meses de su implementación, el productor ganadero fue el eslabón más afectado por el cepo a la exportación de carne vacuna, porque sus precios crecieron mucho menos que los valores internacionales. Hasta noviembre pasado, mientras el valor para la tonelada exportada de carne subió 38,5%, el precio al productor con destino a la exportación lo hizo de 6,3 a 12%, para vaca manufactura (de descarte) y el novillo, respectivamente.

Esta conclusión se desprende de un informe que realizó el consultor ganadero Víctor Tonelli, que además destacó que en solo tres meses del año la oferta de carne se complicó, con lo cual en el promedio de 2021 no era necesaria la implementación de la traba para exportar.

El Gobierno de Argentina formalizó el cepo a las exportaciones de carne el 20 de mayo pasado. Cerró en un 100% las ventas al exterior, salvo para las cuotas a Europa y los Estados Unidos que tiene el país. Luego, en junio, puso una cuota del 50%. Después flexibilizó las ventas a Israel con un cupo de 3500 toneladas extras y en octubre último habilitó la faena de 140.000 vacas viejas para China (categorías D y E).

Recientemente, Julián Domínguez, ministro de Agricultura, anunció una flexibilización de cara a 2022 que dejará las categorías de vacas viejas D, E y F liberadas. Según prometió, y eso espera el campo se refleje en una inminente resolución, con un esquema “libre”. En tanto, seguirán sin poder exportarse siete cortes populares para el consumo interno (salvo de las vacas viejas para China que van entera). Esos cortes populares son asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.

“Claramente el productor fue perjudicado”, indicó Tonelli, que detalló: “A partir del cepo y, particularmente del mecanismo de asignación de quiénes y cuánto podían exportar, en tanto los precios por tonelada exportada (sin huesos) subieron el 38,5% (en dólares), el precio recibido por los productores en dólares por kilo res evolucionó para el novillo solo el 12% y el de la vaca manufactura apenas el 6,3%”.

En detalle, la tonelada exportada pasó de 4820 a 6670 dólares. Por su parte el valor en dólares por kilo res del novillo trepó de 3,9 a 4,37 U$S/kg res. La vaca manufactura lo hizo de 2,64 a 2,80 dólares por kilo res.

“En los precios de venta alcanzados hubo una diferencia enorme entre los valores percibidos por los exportadores que recibieron cuota respecto del valor percibido por los productores por el ganado que vendieron con destino a exportación”, señaló.

Tonelli hizo el análisis ya conocidos los datos de exportaciones de noviembre último, que marcaron 55.020 toneladas de cortes equivalente res con hueso y 7365 toneladas de hueso (en octubre último fueron 51.003 toneladas de cortes con hueso y 8122 toneladas de huesos). Vale recordar, en tanto, que según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) entre enero y noviembre pasado los embarques de carne enfriada, congelada y procesada, sin incluir menudencias pero sí huesos, se ubicaron en 524.241 toneladas, una merma en volumen del 7,6% versus igual lapso de 2020.

Exportaciones. En tanto, por la mejora de los precios internacionales, que no obstante por el cepo a los productores les llegaron en un porcentaje muy menor como demostró Tonelli, las exportaciones en valor se ubicaron entre enero y noviembre pasado en US$ 2529,7 millones, una mejora del 0,7% versus igual período de 2020.

En el informe de Tonelli se destaca que en los últimos once meses solo en tres meses la oferta de carne para el mercado interno fue escasa. Fue en el primer bimestre del año a causa de la caída en los encierres de hacienda en la última parte de 2020 (los feedlots estuvieron afectados por una fuerte suba de costos) y luego en mayo último por el cese de comercialización de hacienda que llevó adelante el campo en rechazo al cepo a las exportaciones.

“En el resto de los otros ocho meses la oferta promedio generó un consumo aparente equivalente a 51,3 kg/habitante/año que, sumado a la oferta de las otras carnes, dio una oferta que superó los 115 kg/habitante”, dijo. Esta última cifra colocó al país en el segundo puesto, detrás de los Estados Unidos, del ranking de consumo de carnes. Un nivel más que suficiente para el consumo local.

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