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Menor oferta de corderos está complicando las reposiciones

Técnicos exhortan a redoblar esfuerzos para lograr mayor producción y aprovechar las oportunidades que está ofreciendo el mercado de carne ovina.

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Pablo Antúnez

La demanda de corderos supera ampliamente la oferta, complicando la reposición en los predios ovejeros, principalmente a los compartimentos ovinos de alta bioseguridad, la herramienta utilizada por Uruguay para poder entrar cortes con hueso en Estados Unidos.

Si bien hay precios interesantes por los corderos y ese valor es acompañado por los precios de las demás categorías, el rubro ovino sigue enfrentando limitantes que le impiden crecer, por más apuestas que hagan los productores de incrementar sus producciones. Entre esas limitantes están los ataques de perros, con y sin dueño, a las majadas motivando que muchos venden sus ovejas, pierdan años de esfuerzo y de mejora genética.

Uno de los desafíos que tiene la cadena ovina es valorizar su stock, aplicar más tecnología que, de hecho, está sucediendo, para poder producir más corderos.

El elevado nivel de faena que se está registrando este año tendrá impacto directo sobre el stock. Desde el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) se proyecta una caída de 2% para el ejercicio productivo ya cerrado, por lo que quedará entre 6.100.000 y 6.200.000 cabezas.

Buena parte de ese descenso se debe al incremento de la faena, impulsada por la demanda de carne ovina que llega desde China.

Técnicos del SUL están recibiendo más consultas por toxemia de preñez en majadas de varias zonas.

Pariciones. Si bien en el sur del país, los productores que apuestan a producir corderos para fin de año o corderos pesados precoces, ya tienen sus majadas con cría, el grueso de la parición recién está comenzando.

“Ha sido un invierno bastante complejo. Junio contó con pocos días de sol y julio vino bastante frío. Eso complicó la producción de forraje y afectó a las majadas que estaban entrando en el último tercio de la gestación”, explicó a El País el Ing. Agr. Marcos García Pintos, técnico zonal para Lavalleja, Maldonado y Rocha del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).

Desde el punto de vista sanitario no hay mayores problemas, pero los técnicos reciben muchas consultas sobre casos de toxemia de gestación o enfermedad de los mellizos. Se trata de un trastorno metabólico que sufren las ovejas como consecuencia de una incapacidad del animal para mantener el equilibrio energético, en una palabra: gasta más energía que la que consume.

“Hemos tenido muchos casos en majadas que vienen con un buen estado durante en el verano y la encarnerada, en predios que se quedan de golpe sin forraje”, agregó García Pintos. A su vez, admitió: “puede ser la complicación más grande que podemos estar teniendo en el rubro ovino en estos días”.

En la medida que se acerque la primavera, si el clima acompaña, la producción de forraje se incrementará y evitará mayores problemas en las majadas que están entrando en el último tercio de gestación.

En esos predios donde la falta de pasto complicó, puede ayudar bastante la suplementación de las majadas pre parto.

“Si estamos con ovejas en buen estado y poco volumen de forraje frente a los años anteriores, echarle mano a la suplementación es una alternativa si las ovejas saben comer (ración). Soluciona bastante, porque no es tanto lo que se precisa. La suplementación depende mucho del volumen de forraje que se tenga en el predio, pero por lo general, las ovejas con el 1% del peso vivo soluciona la situación”, detalló García Pintos.

El stock ovino tendrá una leve reducción en el ejercicio productivo ya terminado, pero Uruguay maneja razas prolíferas, apuesta a la calidad y lo más valioso es que tiene productores con una cultura ovina arraigada. En algunos predios las pariciones ya comenzaron, mientras que en otras zonas, hay majadas que están transitando por el último tercio de gestación. Cuidar las ovejas en esta etapa es fundamental para asegurarse una buena supervivencia de los corderos. Sanidad y alimentación son clave en esta etapa del animal.

Capitalización. El técnico del SUL estimó que “estamos en un momento importante para capitalizar los corderos tras la encarnerada”.

Consideró que los mercados están acompañando a la producción ovina con buenos precios y es por eso que hay que “tratar de mantener el estado corporal de las ovejas y traducirlo en mayor supervivencia de los corderos. Es una muy buena decisión para el productor, hoy por hoy, invertir en suplementación y acceso a pasturas para poder capitalizar los corderos”, remarcó García Pintos.

El extensionista, al igual que muchos de sus colegas, sostiene que cada vez hay más productores apostando a incorporar mayor nivel de tecnología para producir más corderos.

“Vemos que los productores que están trabajando con ovinos cada vez aplican más tecnología. Los que están apareciendo en los últimos años, principalmente aquellos de escala más pequeña, están muy predispuestos a la aplicación de tecnología y creo que eso es lo que nos estimula mucho para trabajar”, dijo García Pintos. Las distintas jornadas de extensión que realiza el SUL están mostrando esa avidez por conocer y adoptar tecnología que posibilite producir más corderos.

“Eso hizo que las majadas del sur del país -principalmente-, muestren un efecto en la producción de corderos, terminación, señalada y el volumen de corderos precoces que se produce para fin de año y para los meses siguientes, es cada vez mayor”, agregó el agrónomo del SUL.

Estados Unidos pide más corderos con hueso de los compartimentos con alta bioseguridad en Uruguay.

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No dormirse. Por su parte, el Dr. Jorge Bonino Morlán, asesor privado y fuerte impulsor del compartimento ovino de alta bioseguridad, exhortó a los productores a apostar a producir un mayor volumen de corderos para introducirlos en los compartimentos, invernarlos y venderlos a buenos valores a la industria que hace negocios de carne ovina con hueso en Estados Unidos.

El mercado se abrió en octubre de 2017 y demanda cada vez más volumen. Se llevan más de 15.000 corderos faenados y exportados hacia Estados Unidos procedentes de los 15 compartimentos ovinos de alta bioseguridad que están habilitados por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

“Hay una demanda muy fuerte y faltan corderos”, afirmó Bonino, reconociendo que durante mucho tiempo hubo una buena oferta de ovinos y en ciertos meses, costó mucho que la industria la absorbiera, hecho que desestimuló a los productores.

El veterinario, que busca impulsar una Asociación de Compartimentos Ovinos para fortalecer esta herramienta creada por Uruguay y avalada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), dijo que Estados Unidos “es un mercado que puede seguir creciendo y eso depende la oferta y del cariño que le ponga la industria frigorífica en la parte comercial”. Hoy son dos plantas las que trabajan con Estados Unidos y en general toda la industria está interesada en carne ovina de calidad, no solo de corderos, sino de todas las categorías.

Preocupa que dentro de la alta faena de ovinos haya un número importante de ovejas, porque eso es señal de liquidación de stock, pero de todos modos, Uruguay tiene cultura ovejera, maneja razas prolíferas y existe tecnología validada para producir más corderos. En muchos casos esas ovejas se sacan porque los productores, debido a algunas limitantes que pesan sobre el rubro, decidieron disminuir la producción de ovinos. En otros, son tan tentadores los precios actuales, que marchan a faena.

El ovino es rentable y no hay dudas de eso. Más allá de las señales que está dando el mercado, donde hay una demanda no tan fluida para lanas medias y gruesas y agilidad en las finas, todos los predios ovejeros producen carne. Ese producto los defiende. “El día que se pueda incrementar la oferta y estemos con una cadena bien integrada, se podrá hablar de una desestacionalización del ovino. De lo contrario, lamentablemente, tenemos que pensar en épocas de venta concretas”, admitió Bonino.

El productor es el eslabón de la cadena que más apuesta, porque invierte y busca producir más, pero depende del otro eslabón, la industria frigorífica que es la que acapara su producción, la industrializa y la vende. “En la medida que la cadena ovina funcione y que haya precios buenos, la oferta aumentará. Hoy lo que se está viendo es que no hay corderos para invernar en lo compartimentos”, afirmó el especialista, que lleva más de 30 años como delegado de la Asociación Rural del Uruguay en la OIE

CLU certifica lanas por bienestar animal y agrega valor a la cadena

Central Lanera Uruguaya (CLU) comenzó a certificar algunos lotes de lanas por bienestar animal. RWS es un estándar global voluntario para el productor, que se centra en destacar las buenas prácticas de bienestar animal en ovinos, así como el respeto por el medio ambiente y la mano de obra. Esta herramienta proporciona una verificación de esas buenas prácticas que se realizan en el establecimiento, que son comunes a la producción ovina uruguaya, permitiendo un agregado de valor. Uruguay es un país con una producción ovina donde no se aplica la operación de Mules (recorte de la vagina en hembras para evitar bicheras) y otras prácticas cruentas para los animales, lo que le permite diferenciarse de algunos de sus competidores en el mundo.

El Ing. Agr. Diego Saavedra, gerente de Central Lanera Uruguaya dijo a El País que se tomó la iniciativa de certificar lanas por atributos de bienestar animal, pensando en el mercado de la Unión Europea, compuesto por consumidores exigentes que piden lanas de calidad.

“Esos consumidores son sensibles a los temas ambientales, a las certificaciones y al cumplimiento en las prácticas productivas donde se respeta el bienestar animal como un principio fundamental”, dijo.

“Eso se hizo muy patente a partir de la última zafra que terminamos, donde comenzó a darse un diferencial de precios importante, pero a su vez, un diferencial en la demanda donde había preferencia por las lanas certificadas por bienestar animal”, explicó Saavedra.

Es por eso que, “como buena empresa de productores, frente a esa realidad, apostamos a certificar los lotes de forma tal que los productores de lanas finas y cruza fina, puedan tener un valor agregado con esta certificación”.

La certificación, a su vez, le permite a la industria defender mejor esas lanas al momento de venderlas.

Saavedra dijo que con el equipo de producción de la CLU, se está haciendo la certificación, que es refrendada externamente por una empresa argentina de primer nivel.

“La certificación está en marcha, comenzó hace un par de semanas y esta semana certificamos el primer lote de lanas”, contó el gerente de la CLU, empresa que gestiona la industria Lanera Piedra Alta (Florida).

A su vez, en el marco de la reunión que mantuvieron las industrias topistas con el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos (en la semana que finalizó, los empresarios le insistieron “en la necesidad de tener conciencia y cuidado con los temas de bienestar animal y cuidado del medio ambiente”.

En ese sentido, el gerente de Central Lanera Uruguaya (CLU) consideró que Uruguay “cuenta con un activo importante en ambos temas por su sistema de producción y debe hacer ver y hacer valer esos atributos en los diferentes mercados y en los diferentes productos”. La lana y el ovino, pueden destacarse.

“Son temas importantes para los mercados, se transformaron en una palpable realidad y están sobre la mesa a diario, principalmente en destinos como es el caso de los países de la Unión Europea”, explicó Saavedra.

La certificación está en marcha y la meta es que los consumidores paguen esos atributos o incrementen la demanda ante esos productos certificados.

Es Licenciada en Comunicación, egresada de la Universidad ORT en 2017. Trabaja en Rurales El País, sección a la que ingresó en agosto de 2020. Antes fue periodista agropecuaria en El Observador y productora en el programa radial Valor Agregado, de radio Carve. Escribe artículos para la revista de la Asociación Rural y se desempeña como productora del programada #HablemosdeAgro, que se emite los domingos en Canal 10.

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