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Importación de ganado en pie ¿qué tan viable es?

A pesar de la decisión que pueda tomar el Gobierno, y que saldrá desde la Torre Ejecutiva, ¿cómo juega en el negocio la disponibilidad de plantas para absorber el volumen de ganado importado y la diferencia de precios entre Brasil y Uruguay? Además, se mueven el mercado de Israel y el de China.

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Martín Olaverry

Valor Agregado I Portal Rurales El País.

La última palabra sobre la importación de ganado en pie se emitirá desde Presidencia, pero al momento el Ministro de Ganadería aseguró que no se tomará una decisión hasta que la pandemia dé una tregua. La alternativa se está estudiando, como hace varios meses atrás, aunque ahora el MGAP formó una comisión interna, con técnicos, para evaluar con mayor precisión las oportunidades y las amenazas.

Además, Carlos María Uriarte confirmó que, de habilitarse, la importación de ganado en pie para faena inmediata se permitiría por un periodo definido y para épocas del año muy puntuales.

Como sucede en todo, hay muchas opiniones al respecto, varias a favor y varias en contra. A tal punto que el diputado frenteamplista y expresidente del Instituto Nacional de Carnes, Alfredo Fratti, propondrá citar al ministro Uriarte a la Comisión de Ganadería de Diputados para que explique de primera mano su posición. Para Fratti, que se estudie la posibilidad de comprar ganado de la región “es una barbaridad”.

Estos animales que ingresarían al país, provenientes de Brasil dado que Argentina no cuenta con un protocolo formalizado de exportación, tendrían como destino los frigoríficos que operan en el mercado interno, plantas ciclo II que no están habilitadas para la exportación de carne. De un total de 40 industrias que trabajan en el país, unas 30 están habilitadas para enviar mercadería a los mercados del mundo; por tanto restarían no más de siete frigoríficos con capacidad de absorber la hacienda importada.

A la limitante del volumen de plantas para el mercado interno, se suma la preocupación de los frigoríficos brasileños, ubicados en el estado de Río Grande del Sur, por la escasa oferta de ganado y la incidencia que ha tenido en la composición del stock bovino de esa región la exportación de ganado en pie a los países del Oriente Medio.

Fernando Petruzzi, principal de la empresa Redéa Rural, una consignataria con más de 30 años de operaciones en Santa Vitória do Palmar y Pelotas, comentó en la semana en Valor Agregado que la sequía de principios de año incidió mucho en la disponibilidad de pasturas y en la merma de animales preparados para faena en esta época del año. En ese sentido, aseguró que “la industria frigorífica teme el impacto del mercado por la escasez de ganado”. Debido a la limitada disponibilidad de bovinos, Petruzzi dijo que la hacienda para faena se valorizó y actualmente se paga US$ 3 kilo carcasa por el novillo y entre US$ 2,75 y US$ 2,80 por la vaca.

Mirando la referencia uruguaya de US$ 3,30 para el novillo gordo a faena, la diferencia de precios con Río Grande del Sur para la compra de ganado no supera el 10%, sino que se ubica en 6,6%, un margen acotado considerando los costos de importación que se deben asumir.

El negocio, observando directamente los números, parece más atractivo para la ternera, hoy cotizando US$ 1,35 a US$ 1,40 en el Estado brasileño y US$ 1,95 en Uruguay, o para la vaca preñada, con una relación de US$ 470 a US$ 480 en Brasil y de US$ 680 en nuestro país. Sin embargo, la importación de terneras o vientres preñados está definida en otra fase, si es que se llega a evaluar, mucho más alejada en el tiempo, según comentaron las autoridades nacionales.

De acuerdo con el escenario actual e independientemente de la resolución que defina el Gobierno, la situación para importar ganado de Brasil estaría siendo prácticamente inviable hasta que no se solucione la pandemia, hoy la prioridad de las autoridades nacionales; y por la limitante de plantas para absorber la oferta de ganado importado y la corta distancia entre los valores de las haciendas gordas.

Israel. A pesar que en junio no se registraron exportaciones de carne bovina a ese mercado, los equipos de rabinos, dos especiales para enviar producto a Estados Unidos y uno regular para Israel que llegaron a Uruguay el pasado 8 de junio y debieron cumplir la cuarentena sanitaria, iniciaron el procesamiento de vacunos en los frigoríficos y se espera que en dos semanas pueda llegar otra cuadrilla para operar en una planta del centro del país.

En la semana arribó un avión con rabinos para trabajar en Brasil y otro equipo adicional a los que ya están operando en Paraguay. Además, y considerando la pandemia, el Gran Rabinato de Israel autorizó a los Jefes de Equipos de la región a habilitar o actualizar la habilitación, temporalmente, de plantas que estaban esperando los auditores oficiales.

En los primeros seis meses del año, teniendo en cuenta que las cuadrillas kosher se retiraron a principios de marzo, las exportaciones de carne uruguaya a Israel suman 3.044 toneladas peso embarque, a un valor promedio de US$ 7.079 (US$ 4.848 peso carcasa) por tonelada.

China. Después de la intensificación de controles sanitarios de los alimentos importados para confirmar su estado libre de Covid-19, el mercado chino transita “una semana bisagra” para la comercialización de carne bovina, explicó a Valor Agro el bróker Alejandro Berrutti.

Un punto que despertó el interés de los importadores asiáticos por la carne bovina nacional fue la decisión de eliminar a varios frigoríficos brasileños de la lista de plantas habilitadas a raíz de los brotes de Coronavirus; y el otro, a razón del aumento arancelario, del 4,8 al 12%, de las exportaciones australianas, esto en respuesta de las acusaciones y posteriores investigaciones del país oceánico a China sobre el origen del virus que se globalizó.

Con respecto a Australia, los importadores de China empezaron el juego de la renegociación de contratos, algo conocido en Uruguay, tanto para la carne que está en viaje como para la que está próxima a salir.

En respuesta a los recientes cambios, Berrutti señaló que los compradores de China incrementaron las consultas por distintos productos y con precios que se corrigen al alza. “Son señales, pero los precios todavía están lejos de las pretensiones de las industrias uruguayas”, indicó.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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