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DSM propone mejorar inmunidad de las vacas al parto

Suplementación mineral de la vaca en transición es tan importante como para vacas en lactación

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La inversión en herramientas nutricionales para mejorar la inmunidad de las vacas en el periodo de transición, revierte en mejor salud y mejor producción de la leche. Un litro más en el pico de lactación, son de 200 a 250 litros más durante toda la etapa. Cada caso de retención de placenta cuesta al rededor de US$ 400. Por ello el retorno de la inversión en salud garantiza la rentabilidad de la actividad.

La ganadería lechera actualmente es una de las principales actividades económicas de Uruguay. Se caracteriza por un rodeo de alta calidad genética. Eso se convierte en un desafío para la longevidad de las vacas y para la rentabilidad de la ganadería. Las vacas con alta calidad genética y, por lo tanto, con alto potencial de producción, son animales de elevadas exigencias durante el período de transición, que comprende los 21 días antes del parto, hasta los 21 días posteriores al mismo.

El período se caracteriza por alta necesidad de nutrientes, baja ingestión de alimento y inmunidad disfuncional, Una vaca que es afectada por una enfermedad que pueda ser sencilla, a los 100 de lactancia puede morir si es afectada por la misma enfermedad en el periodo de transición.

Otras enfermedades relativamente comunes en el período de transición, tales como Cetosis o Hipocalcemia afectan en forma directa la inmunidad de la vaca.

La cetosis ocurre por alta movilización de grasa de la vaca en el inicio de lactación. Afecta la ingestión de alimento y torna la vaca más susceptible a las enfermedades. Vacas con cetosis, aunque sea subclínica, presentan más casos de mastitis, metritis y torsión de abomaso.

La hipocalcemia afecta la vaca de alta producción y genera muchas pérdidas para el animal y para el rodeo. Esa enfermedad también puede afectar a la vaca en forma clínica o subclínica. En la forma subclínica hay rodeos donde la incidencia de hipocalcemia puede alcanzar el 70%.

Los nutricionistas expertos en ganado de leche han desarrollado soluciones para disminuir el impacto de las enfermedades en las vacas de alta producción. Los ajustes en la nutrición de la vaca en el periodo pre parto, la implantación de dietas acido génicas y la alimentación varias veces al día han ayudado a disminuir la ocurrencia de trastornos metabólicos en las vacas lecheras.

La hipocalcemia, principalmente en la forma subclínica, y por lo tanto es no detectada por el ganadero, es conocida como la enfermedad portón. Eso es debido a que la hipocalcemia subclínica lleva a menor capacidad de respuesta del organismo a los agentes que provocan enfermedades.

Entonces la hipocalcemia subclínica aumenta la probabilidad de que las vacas tengan mastitis, metritis, retención de placenta y otras enfermedades. Eso provoca pérdidas en producción y monetarias debido a producción de leche más baja, descartes de leche, gastos con medicamentos y atraso en la reproducción.

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Soluciones

Suplementación Mineral

La suplementación mineral de la vaca en transición es igual de importante como lo es para las vacas en lactación. Además, estas vacas están en un momento de mayor fragilidad inmunológica con requerimientos mayores de microminerales como zinc, cobre, selenio, manganeso y cromo.

También necesita de equilibrio entre los macrominerales, principalmente calcio, azufre, cloruro y sodio para evitar los casos de hipocalcemia.

La suplementación de microminerales y vitaminas es importante para el metabolismo oxidativo, combatiendo los radicales libres que destruyan la célula afectando los animales de alta performance y disminuyendo la vida productiva de las vacas.

Generalmente la suplementación mineral es una baja inversión con retorno económico significativo ya que tiene importante relación con el status de salud del animal. Para la vaca en transición el retorno económico es aún mejor. Por tanto, hay que pensar que la lactación de la vaca empieza 21 días antes del parto. Toda inversión hecha en ese periodo genera alto retorno por el incremento en la producción de leche y la salud, con efectos en toda la lactación.

HyD.

El metabolismo del calcio en los días que anteceden al parto es muy importante para la salud de la vaca. La baja ingestión de materia seca asociado al incremento de los requerimientos de calcio por el animal (principalmente para la síntesis del calostro) llevan a la disminución de los niveles de calcio en la sangre. Normalmente, si los niveles séricos de calcio están debajo de 8,5 mg/dl, la vaca está en alto riesgo de desarrollo de la hipocalcemia, con todas las consecuencias involucradas con la enfermedad.

La vitamina D tiene un efecto muy importante en la regulación de los niveles séricos de calcio sea en la absorción del calcio, en el equilibrio de la relación Ca:P y en el mantenimiento de las reservas de calcio en los huesos.

Las vacas, así como los mamíferos en general tienen la capacidad de síntesis de vitamina D por la exposición a la luz. Pero para las vacas de alto potencial de producción, esa síntesis es limitada o la exposición de los animales a la luz no es suficiente para cubrir los requerimientos. Así, la suplementación nutricional de vitamina D es necesaria en esos rodeos.

Además, para la vitamina D se vuelva activa en el organismo, debe ser metabolizada en el hígado y en los riñones. Así, DSM ha propuesto la suplementación de la forma intermediaria de la vitamina D que es la 25-hidroxi-colecalciferol. De este forma, los procesos de regulación de calcio en el organismo pueden ser más rápidos y efectivos, evitando así los trastornos referentes al metabolismo de calcio en el periodo de transición.

En una investigación hecha en la Universidad de Florida (EEUU) con la suplementación de la forma intermediaria de vitamina D (HyD) se observó mejora en todos los parámetros inmunológicos evaluados como incidencia de retención de placenta, metritis, actividad de los macrófagos, calidad y producción de calostro.

La inversión en herramientas nutricionales para mejorar la inmunidad de las vacas en el periodo de transición revierte en mejor salud y mejor producción de la leche. Un litro más en el pico de lactación son 200 hasta 250 litros más durante toda la lactación. Cada caso de retención de placenta cuesta alrededor de 400 dólares. Así, el retorno de la inversión en salud garantiza la rentabilidad de la actividad.

El período de transición es de 42 días, pero tiene efecto en los restantes 323 días del año de una vaca lechera. Hacer bien esta transición, es la base para ordeñar vacas rentables, que tengan una mejor producción, una mejor salud y una longevidad que permita tenerlas en el tambo varias lactancias.

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