Como cada cinco años, la principal industria exportadora de Uruguay eligió su futuro y este martes asumió la nueva directiva de Conaprole, encabezada por Gabriel Fernández Secco, proveniente de la lista oficialista.
Junto con la Asamblea de los 29, el máximo órgano de gobernanza de la cooperativa, desde este martes la cooperativa estará en manos de cinco productores lecheros: Fernández Secco en la presidencia; José Alejandro Pérez Viazzi, en la vicepresidencia; y, en el directorio, el Ing. Agr. Juan Javier Parra Mainero; el Dr. Daniel Laborde Goñi; y el Ing. Agr. Álvaro Lapido Bove.
El flamante presidente, tambero con más de 30 años de experiencia, con una empresa que ordeña más de 1.200 vacas promedio, dijo que hasta 2027 velarán por los intereses del resto de los productores remitentes de la cooperativa.
Las prioridades son las mismas: trabajar para que la cooperativa sea una herramienta que haga viable a la lechería en el sector primario. Se buscará que Conaprole sea cada día más eficiente y permita al productor producir y vivir en paz.
La empresa facturó en el último año 517 millones de dólares en exportaciones, a más de 60 países y 267 millones de dólares en el mercado interno. Conaprole es, además, una empresa que procesó 1.542 millones de litros de leche en el último año y que cuenta con 2.042 empleados en las siete plantas.
Según Fernández, ninguna otra directiva, con gran seguridad, asumió responsabilidades en la misma coyuntura mundial de ellos, haciendo referencia a la guerra entre Rusia y Ucrania que afecta a Conaprole.
De todas formas, dijo, se apostará por una gestión “transparente y eficiente” en pos de los productores, de la industria y de todos los que estén vinculados a la cooperativa.
De esa forma, buscarán aumentar la línea de países de destino, porque eso “disminuye riesgos”. Por otro lado, se colocará en el mercado la línea de productos nutricionales, en una apuesta por una nueva unidad de negocios. “Tenemos que salir al mundo a conquistar nuevas zonas y nuevas líneas de productos”, indicó.
Rusia. Gabriel Fernández Secco explicó que hay un saldo deudor por parte de Rusia, que por ser un destino regular, “siempre hay mercadería pedida, viajando o en destino”. De todas formas, aseguró que “no hay riesgos” en las cuentas a cobrar y, de hecho, hace 72 horas se recibió un pago.
Conaprole trabaja con seguros para disminuir los riesgos en monedas débiles, y también de cobro, que brindan a sus productores remitentes la tranquilidad de que se va a recuperar la deuda que tiene Rusia. De todas formas, se trata de un “monto razonable” en función del flujo de negocios (US$ 7 millones). A propósito, informó que existen oportunidades de otros mercados interesados en comprar manteca destinada a Rusia, que hoy es el principal mercado.
“Hoy no hay barcos que viajan de acá a Rusia. Operativamente no hay alternativa de negocio, al menos en el corto plazo”, señaló.
Desafíos. Uno de los desafíos es potenciar la inversión en nutricionales y en regiones del sudeste asiático y en los Emiratos Árabes. Replicar la experiencia china, en donde se comenzó a trabajar hace más de 10 años y hoy pelea el segundo o primer lugar en exportaciones lácteas.
Otro objetivo es trabajar mucho con el productor; estar cerca de las necesidades para incrementar productividad y hacer más eficiente el modelo actual de difusión de tecnología de la cooperativa.
“Estamos en el momento adecuado, de buenos precios, para que el productor visualice las ventajas en el negocio para hacer inversiones”, explicó el nuevo presidente.
Relaciones laborales. Según Fernández Secco actualmente “no hay conflicto” con el gremio de Conaprole, sino que existe una situación “acordada” con el Ministerio de Trabajo. De todas formas, reconoció que “es uno de los temas importantes de la cooperativa”, dado que se trata de una empresa con 2.000 funcionarios. “Estamos marcando reglas claras; lo que es justo sí; y lo que no, no. Negociar y dialogar”, explicó.
Venezuela. Autoridades del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) se reunieron con el Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para analizar, entre otras cosas, la demanda de más US$ 60 millones que el Estado enfrenta por la deuda que Venezuela mantiene con Conaprole. En diálogo con Valor Agregado de radio Carve, el Subsecretario del MGAP, Ignacio Buffa, hizo referencia a que el juicio es un “camino acorde” para que la Justicia determine responsabilidades y salir de una discusión en donde una empresa no cobró parte de su exportación.
Según informó Fernández, se han mantenido contactos con el Ejecutivo en más de una oportunidad, aunque siempre en un ámbito informal.
“Los abogados de cada parte tendrán que hacer su trabajo y la Justicia resolverá. Venezuela es quien debe pagar esa partida. Seguiremos en buenas relaciones cada uno defendiendo lo que corresponde”, concluyó.
El precio es la estrategia para que la gente se vuelque al sector lácteo
El 1° de febrero hubo un cambio en los parámetros del precio de leche para el primer trimestre y, en base a la bonanza en el mercado internacional que permite captar mejores valores, se anunció que se iba a poder mejorar el precio vía bonificación invernal. Además, con la última licitación de Fonterra, en donde la leche en polvo entera -el principal producto lácteo exportado por Uruguay- llegó a US$ 4.700 por tonelada, “se agrega certezas a la hipótesis” que será evaluada de cara al final del ejercicio con el presupuesto.
“Los valores internacionales marcan que vamos a poder seguir haciendo mejoras en los precios. Somos optimistas en el futuro de llegar a niveles mejores”, aseguró.
Conaprole ha tenido un crecimiento histórico en su remisión (de 3%) y, si bien hay menos tambos, hay mayor producción porque esa “ha sido la manera del productor de cubrir sus costos”.
Conaprole tiene capacidad industrial instalada para recibir más leche, dado que entiende que “la mejor medida” para que una producción crezca es que sea un negocio atractivo.
En ese sentido, la nueva administración se enfocará en generar condiciones productivas y de créditos para que el productor tenga herramientas para entrar al negocio y que la cooperativa sea eficiente.
“Queremos motivar a la gente a poner un tambo. Sabemos que un tambo requiere una inversión importante. No se pone un tambo por un año o dos. No es como plantar una soja o comprar novillos. Es una decisión difícil, pero hay gente que lo está haciendo”, aseguró.
De hecho, en los últimos tres años hubo 50 nuevos productores. “La cooperativa puede plantear estrategias para que la gente ingrese a la lechería, pero creo que la mejor estrategia es el precio”, afirmó.