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Olivia Strauch: "Me sigue asombrando el interés por esta historia, medio siglo después"

La montaña vista desde el campo

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A los 25 años, Eduardo Strauch Urioste, estudiante de arquitectura, co fundador del equipo de rugby Old Christians Club, era uno de los mayores del grupo de jugadores que tomaron el avión rumbo a Chile. Junto con sus primos fueron fundamentales en la “Sociedad” que se armó tras el accidente y que permitió la supervivencia por 72 días. A su regreso, se casó con su novia, Laura Braga y tuvieron 5 hijos. La mayor, Olivia, es una reconocida criadora y seleccionadora de caballos Árabes. Tanto, que desde octubre está en Qatar, contratada por el hermano menor del Emir, para que le ayude a armar su haras de caballos Árabes.

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Olivia confiesa que no se acuerda cuándo fue la primera vez que escuchó hablar sobre el tema, “pero seguro fue de muy chiquita”. Es que lo de la Cordillera siempre estuvo muy presente en su casa, “a mi padre siempre le gustó hablar y compartir esa experiencia, en muchos casos como ejemplo o consejos para la vida”, aseguró.

De lo que sí Olivia se acuerda muy bien es de la primera vez que fue consciente de la dimensión de la historia, de lo que genera en la gente. “Creo que fue para la conmemoración de los 30 años del rescate, que el ejército uruguayo quiso hacer un homenaje y puso a disposición un avión (muy parecido al Fairchild) y allí embarcamos varios de los sobrevivientes, algunos familiares y amigos rumbo al lugar del accidente en la cordillera”.

-¿Cómo fue esa experiencia?

-Todo lo que pasó en ese vuelo y en ese viaje es una historia aparte, pero cuando llegamos a El Sosneado, donde hicimos noche, había un grupo de gente llegando de la peregrinación y cuando se enteraron que había sobrevivientes, casi les viene algo. Yo estaba con Dani Mangino (hija de Álvaro), observando a nuestros padres ser abrazados e idolatrados por la gente y no lo podíamos creer…

-¿Qué preguntas le hiciste a tu padre?

-Mi padre es muy abierto, desde siempre le hicimos preguntas de todo tipo, según la situación y el momento, se habla mucho en casa hasta el día de hoy, y más ahora con todo lo de la película. Las historias de todo lo que pasó en la montaña se hicieron muy normales para mí, siempre me interesó mucho saber todo lo que pasaba. Los cuentos que me hacen las que eran novias, los hermanos, o mis tíos y abuelos, son impactantes.

-¿Qué te transmitió tu padre que te haya marcado?

-De todo lo que me transmitió destaco especialmente el concepto que “Dios está en uno mismo”. Mi padre siempre habló mucho de la fuerza de la mente, y que es eso lo que lo ayudó a él a salir de los Andes. Él dice que sin saber lo que era la meditación, meditaba en los Andes. Eso tiene mucho que ver con todo lo que se habla hoy en día de “la fuerza de la atracción”, “manifestar”. Crecí con la idea de que las cosas se consiguen con mucho laburo y esfuerzo, sin pedirle nada a nadie, y que esa fuerza esta en uno mismo, hay que creer en que uno es capaz de todo lo que se proponga.

De todo lo que me transmitió mi padre destaco que “Dios está en uno mismo”. Y que la fuerza de la mente fue lo que le ayudó a salir.

-¿Cómo es tu relación con el resto de los sobrevivientes y sus familias?

-Si bien no los veo muy seguido, la relación con los sobrevivientes es muy cercana. Para mí son como unos tíos, existe una conexión especial entre todos y con las familias.

-Tu que has viajado mucho, ¿cómo tomas la popularidad de tu padre y los sobrevivientes?

-No soy de andar por ahí diciendo “mi padre y mis tíos estuvieron en ese avión”, jamás saco el tema, pero siempre hay algún conocido que comenta y la gente se impresiona mucho. Me sigue asombrando el interés que existe por la historia aún 50 años después. No hay una persona que no haya escuchado hablar de la historia o visto alguna de las películas, en todas partes del mundo.

-¿Viste la película de Bayona?

-Tuve el privilegio de acompañar a mi padre al pre estreno de La Sociedad de la Nieve en el festival de Venecia. Fue una experiencia muy emocionante ver la película con todos los protagonistas en la sala repleta del Lido de Venecia. Ahora que salió en Netflix necesito volver a verla, porque fue muy difícil prestar atención a los detalles en ese momento. Imagínate que estábamos sentados en el palco con Parrado, Canessa, Carlitos Páez y mi padre, ahí cerquita también Bayona, Vierci y varios de los actores, estrenando SU película que llevó más de 3 años de laburo y dedicación, con todo lo que conlleva esta historia, con las emociones aun latentes en los sobrevivientes, sus mujeres, y en nosotros, sus hijos. Destaco lo que es el tremendo equipo de laburo que hay detrás, el profesionalismo, y el respeto con que manejaron aspectos delicados. Se merecen todo el reconocimiento que están teniendo a nivel mundial y más.

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Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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