Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace diez días estamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas..”. A ningún uruguayo hay que darle más datos para que reconozca este mítico texto que conmovió al mundo hace más de medio siglo. El papel escrito por Fernando Parrado para pedirle ayuda al arriero Sergio Catalán, fue el comienzo del final de una conmovedora historia. El hecho es conocido por todos y ahora volvió al centro de atención gracias a la película “La Sociedad de la Nieve”, que ha roto todos los récords de audiencia a nivel mundial, reflejando la grandeza del mismo. Porque fue mucho más que el accidente de un equipo de rugby uruguayo, con amigos y familiares: fue la demostración de fe, valores, trabajo en equipo y ansias de vivir de un grupo de muchachos, que en promedio tenían poco más de 20 años.
Todos sabemos lo tremendo que fue el impacto con la montaña del Fairchild 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, recordamos los padecimientos que pasaron quienes sobrevivieron al mismo, el sufrimiento por las heridas causadas, la tragedia que significó enterarse que no los buscarían más, el terror por comprobar cómo se deterioraban día a día, lo fuerte que significó la decisión que tomaron para alimentarse y seguir vivos, lo trágico que fue el alud que impidió que 7 de los que habían sobrevivido llegaran de regreso. También recordamos y reconocemos la epopeya de la travesía que realizaron Fernando Parrado y Roberto Canessa atravesando montañas imposibles, sin dudas guiados por la mano de Dios, hasta llegar a un valle donde se volvieron a comunicar con el mundo a través de la mítica oración mencionada al principio.
Pero. ¿Cómo lo vivieron desde acá sus familiares? ¿Cómo fueron esos 72 días de espera? ¿Qué sintieron al enterarse que su familiar estaba, o no, en la lista de los 16 que volvieron al país?
Y, por otro lado, ¿Qué piensan sobre el tema los hijos de quienes regresaron? Integrantes de ese grupo, que como dice Parrado: “ya somos más de 140…”.
Buscamos a cuatro personas vinculadas al sector agropecuario para conocer esas impresiones. Pablo Zerbino, productor ganadero, empresario, ex presidente de ARU, primo de Gustavo Zerbino, Alejandro Nicolich, consignatario de ganado, ex presidente de Lote 21, hermano de Gustavo “Coco” Nicolich, José Luis Inciarte, Gerente de Ventas y Marketing de Syngenta, también estuvo vinculado a INAC, hijo de José Luis “Coche” Inciarte, y Olivia Strauch, hija de Eduardo Strauch, criadora y especialista de Caballos Árabes, hoy asesorando a la familia del Emir en Qatar.
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