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Uruguay tiene su plan para erradicar bicheras

Técnicos internacionales avalan la estratégia y en septiembre de 2023 se estarían soltando las primeras moscas estériles en el territorio

La misión visitó el centro de dispersión de moscas en la frontera entre Panamá y Colombia, para ver la operativa y procesos previos a la liberación de las moscas estériles. La parasitosis fue identificada como una de las limitantes para el desarrollo de la ganadería uruguaya.
La misión visitó el centro de dispersión de moscas en la frontera entre Panamá y Colombia, para ver la operativa y procesos previos a la liberación de las moscas estériles. La parasitosis fue identificada como una de las limitantes para el desarrollo de la ganadería uruguaya.

La misión uruguaya que se reunió con técnicos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y expertos de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg), vuelve más convencida que nunca de que es posible erradicar las bicheras en las condiciones de nuestro país.

Integrada por seis representantes del sector público y ocho del sector privado de diversas gremiales de productores, más el sector de la investigación, mostró su plan de acción, aclaró dudas, visitó la planta de Copeg en donde se producen las moscas estériles y se realizan los controles para evitar una reintroducción del parásito en las zonas saneadas. Panamá tiene 60 años de experiencia en el combate a la mosca de la bichera. La campaña comenzó por Estados Unidos, luego por México y posteriormente por todos los países de Centroamérica, terminando en Panamá. La parasitosis se logró erradicar en nueve países y prácticamente dos continentes.

“Vamos con mucha más información, con mucho más certezas y con un plan en teoría para luego plantearlo en Uruguay,” dijo desde Panamá a El País el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos.

El secretario de Estado agradeció al personal de Copeg y especialmente a sus directores Dr. Enrique Samudio y Roberto Pantaleón, por la organización, hospitalidad y calidez. A su vez remarcó: “No existen casos de éxito en sanidad animal en el mundo, sin el respaldo decidido de la producción”.

Mattos admitió que para que el éxito de la misión se transforme en una campaña exitosa “tenemos mucho trabajo y es posible lograrlo. Uruguay tiene condiciones favorables desde el punto de vista de su clima, de su topografía, en la conciencia que tienen los productores en los temas sanitarios y por los bienes públicos construidos, pero tenemos el desafío de lo que son las fronteras amplias”. Agregó que en dichas fronteras “se deberán dispersar moscas como barrera biológica de contención a la reintroducción en zonas que van a ser endémicas. Ese es un desafío mayor que tiene Uruguay. Trataremos de hacer las gestiones necesarias para no hacerlo solos, y si se hace de acuerdo con un plan integrado regional, que insistiremos con nuestros vecinos sobre la conveniencia de hacerlo”.

La misión visitó el centro de dispersión de moscas en la frontera entre Panamá y Colombia, para ver la operativa y procesos previos a la liberación de las moscas estériles. La parasitosis fue identificada como una de las limitantes para el desarrollo de la ganadería uruguaya.
La misión visitó el centro de dispersión de moscas en la frontera entre Panamá y Colombia, para ver la operativa y procesos previos a la liberación de las moscas estériles. La parasitosis fue identificada como una de las limitantes para el desarrollo de la ganadería uruguaya.

Detalles. En cuanto al financiamiento de lo que será la campaña contra la bichera en Uruguay, en la presente Rendición de Cuentas se envió un artículo para crear un fideicomiso donde se traspasen 50,5 millones de Unidades Indexadas, que es dinero del Fondo de Enfermedades Prevalentes (aportado por los productores) para que el programa de lucha pueda comenzar. Ese dinero alcanzaría para funcionar el primer año, mientras se discute cómo se realizará la financiación definitiva, donde hay posiciones encontradas entre las gremiales de productores.

“A partir de los trabajos y las reuniones posteriores que realizábamos con el grupo y en coordinación con Copeg, Uruguay trazó una línea de tiempo para marcar etapas en esta lucha sanitaria contra la bichera”, explicó Mattos.

Las moscas en Uruguay tienen un proceso de aletargamiento por debajo de 10 grados C (promedio) y eso coincide con el invierno: junio, julio y agosto. A partir de septiembre comienza a crecer la incidencia del parásito, llegando a un pico máximo en primavera-verano y otoño.

“La línea de tiempo plantea desafíos que los uruguayos y los técnicos panameños y del USDA entendemos que es posible, poniéndonos un plazo que en septiembre de 2023, pudiéramos estar realizando las primeras dispersiones de moscas estériles”, adelantó Mattos.

Hay cerca de 14 meses para desarrollar “todas la etapa previas, que son muchas y desafiantes, pero si trabajamos en forma coordinada el sector público con el privado, podemos sacar este proyecto adelante”, agregó. El centro de dispersión estará ubicado en el Aeropuerto de Santa Bernardina, en Durazno.

El secretario de Estado recordó que la misión uruguaya llegó a Panamá con mucha información previa de lo que puede ser el plan, pero “todos volvemos más convencidos de la efectividad de la técnica de irradiación y esterilización de moscas. Tenemos muchos aspectos vinculados a los presupuestos, sobre cómo financiar toda esta campaña, la organización, la figura jurídica que va a tener, cómo va a ser la gobernanza, lo referido a la contratación y capacitación de personal, así como otros requerimientos. A su vez, concientizar al productor es muy importante”.

Aprovisionamiento. El plan sanitario que implementó Uruguay fue discutido, con varios especialistas, entre ellos John Welch, referente mundial para la lucha contra el gusano barrenador del ganado, que, a su vez, es la base del monitoreo técnico y científico, más allá de todos los procedimientos de laboratorio que existen en la planta, que aseguran patrones de calidad de excelencia. Concurrió en la etapa final la embajadora Ramona Franco que, según destacó Mattos, “en todo momento nos dio su apoyo y donde estamos necesitan avanzar en las etapas donde se requerirá sus servicios para continuar con los contactos”. Fue muy importante el apoyo de los expertos de Organización Internacional de Energía Atómica.

El suministro de moscas estériles está asegurado, según confirmó el titular del MGAP. La planta de Copeg produce en el entorno de 20 millones de pupas y pueden producir hasta 80 millones anuales en alguna etapa, como cuando se exigió por una reintroducción en los callos de la Florida años atrás, un aprovisionamiento adicional. “Estamos conversando con las autoridades de Copeg, la planta tiene capacidad de crecer en la producción, porque ellos tendrían más que duplicar su capacidad productiva actual y ya lo han hecho”, dijo Mattos. Eso asegura aprovisionamiento de calidad y con seguridad, porque “una vez que comienza la campaña no nos podemos detener, porque la reintroducción se puede realizar rápido y se pierden los avances”, agregó.

Panamá comenzó en 1994 a transitar los primeros pasos en esta campaña sanitaria, “hoy hay un compromiso importante de los productores”, concluyó Mattos.

Qué es la bichera y cómo se puede combatir

La bichera (Miasis Cutánea) es una enfermedad parasitaria, causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax o gusano barrenador del ganado, que infectan las heridas. Esta parasitosis produce pérdidas cuantiosas en la ganadería uruguaya y demanda mucha mano de obra dedicada a la prevención y principalmente a los tratamientos de los animales parasitados. En algunos países se logró erradicar mediante la técnica de moscas estériles aportadas por la planta de la Comisión Panamá- Estados Unidos para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg). Ese es el camino que seguirá Uruguay, basándose en algunas experiencias exitosas que se realizaron años atrás en el norte del país, donde el parásito es fuerte.

Estrictos controles en los movimientos de todo el ganado

En la erradicación que hubo en nueve países y prácticamente dos continentes, se aplica la técnica del insecto estéril: someter a radiación a las pupas y así pierden la capacidad reproductiva. Luego se siembra vía aérea moscas que deben ser reavivadas en un centro de dispersión, previo a los vuelos de suelta, con parámetros muy exigentes de control de calidad en cuanto a la viabilidad del vuelo de las moscas y al desarrollo de las moscas a partir de las pupas, que es la forma de dormencia que, en el caso de Uruguay, es como se transportarán de Panamá.

“América Central está libre de la parasitosis, hay apenas un área de control en donde aún se realizan los vuelos en un área de la provincia de Darién, donde se siguen dispersando las moscas. Es una provincia fronteriza con la provincia del Chocó en Colombia, donde los vuelos están autorizados a ingresar y también dispersan moscas para contener la presión del ingreso o reintroducción de moscas”, explicó el Ministro Mattos desde Panamá.

El resto de Panamá “protege y defiende a todos los demás países que ya han logrado la erradicación como tecnología comprobada, precisa y que no tuvo efectos sobre el ambiente en todos estos países donde también hubo rigurosos estudios”, detalló el jerarca.

La misión uruguaya también realizó visitas de campo. “Vimos el control de tránsito de los animales, en función de que, a pesar de esta técnica que es muy efectiva en cualquier ambiente y en cualquier topografía, ellos consideran que la herramienta de la dispersión de moscas estériles es muy efectiva, pero no es suficiente si no hay un debido control de los movimientos en el terreno”, agregó Mattos. Los controles se apoyan en tres puntos: la revisión constante de los animales, en el caso de constatación de heridas una revisión más minuciosa, la cura y eventual colecta de muestras de gusanos en el caso de encontrar bicheras, para remitir muestras a lagoratorio. Si se constata la presencia de gusanos se considera un foco y hay toda una metodología de revisar el área a partir de un radio de entre 2,5 y 5 kilómetros como perifico”, dijo Mattos. Se hace hincapié en el transporte de animales sanos, con puntos de inspección, pero considerando que Panamá tiene pocas vías de tránsito, lo que facilita el control en los puestos de inspección.

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