El gobierno de Brasil invertirá US$ 120.000 millones en recuperar pasturas.
El programa para la recuperación de pastos de baja producción que el Ministerio de Agricultura,, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) presentó a los gobiernos, bancos de inversión y fondos soberanos de Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos en las últimas semanas, debería estar listo y comenzar a operar a finales de este año, según el secretario de Comercio y Relaciones Internacionales de Pasta, Roberto Perosa.
La intención es recaudar US$ 120 mil millones para ayudar a recuperar 40 millones de hectáreas de pastos con algún nivel de degradación en diez años y, así, casi duplicar el área cultivada en el país, actualmente en 52 millones de hectáreas. Los recursos privados también deben formar la caja del programa, que será administrada por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), responsable de captar los montos en el exterior y de transferirlos a instituciones financieras.
La Saudi Agricultural and Livestock Investment Company (Salic) fue uno de los agentes que confirmó su interés en participar en el programa. El ministro de Cooperación Internacional de los Emiratos Árabes Unidos, Reem Ebrahim Al Hashimy, también señaló que el país quiere participar con una “gran tajada” de los US$ 120 mil millones que busca Brasil, dijo Perosa. El Ministerio de Agricultura quiere construir algo “disruptivo”, evaluó Perosa.
“Queremos hacer en diez años lo que se ha hecho en los últimos 50 años en el país”, dijo. La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) mapeó casi 152 millones de hectáreas en el país ocupadas por pastos. De estos, 34 millones están severamente degradados. Otras 63 millones de hectáreas son de calidad intermedia y 55 millones tienen buenas condiciones productivas.
Los datos sirven de base para el programa y fueron presentados en la misión internacional. Los diferenciales del programa deben ser el interés y los plazos. El objetivo es que la línea de financiamiento tenga tasas finales para los productores cercanas al 4% anual, dijo el secretario, con tres años de gracia y 12 años para el pago.
Al estructurar el programa, la intención es alcanzar una tasa atractiva, cerca de la mitad de la actual SOFR (Secured Overnight Financing Rate, de la Reserva Federal de Estados Unidos, referencia para préstamos interbancarios en dólares), actualmente 4% anual. Con un interés base de 2% más márgenes bancarios, la tasa final sería de 4% anual para los prestatarios, dijo Perosa. “Hoy, Brasil convierte dos millones de hectáreas al año en forma orgánica, sin incentivos gubernamentales. Si tienes incentivos con tasas de interés competitivas, fácilmente puedes duplicar esta área de conversión”, dijo el secretario. “Esta es la principal agenda internacional de Brasil hoy”, agregó. El secretario afirmó que los países visitados desconocían la existencia de áreas degradadas en Brasil y la oportunidad de conversión con técnicas sostenibles sin avanzar en los bosques para aumentar la producción.
El cálculo del MAPA es que convertir una hectárea de pasto en cultivos tendrá un costo de US$ 3.000, que incluye maquinaria, adecuación ambiental, financiamiento y corrección de suelos. Para recuperar una pradera con algún grado de degradación a una pradera productiva, con mayor capacidad para la ganadería, el costo estimado es de US$ 1.000 por hectárea. (En base a Abrafrigo).