Tres protagonistas que saben lo que dicen, hablaron del negocio ganadero en la conferencia organizada por ARU, Rurales El País y Radio Carve, realizada de forma 100% virtual en la noche del viernes. Víctor Tonelli, analista y consultor internacional; Christian Angio, gerente general de la plataforma agropecuaria del Grupo Pérez Companc; y Diego Otegui, criador y productor agrícola ganadero coincidieron plenamente en las bondades que ofrece hoy la ganadería, ambientadas, sobre todo, en una demanda que supera ampliamente a la oferta en el mercado internacional de carnes.
Las perspectivas son auspiciosas, dado que se prevén cambios poco relevantes de cara al escenario 2022, ambientados para Uruguay con vecinos con piedras en su camino. “No sé si será mejor que este, pero realmente es un escenario muy bueno”, justificó Tonelli al final de su presentación.
Película multicolor. El especialista argentino fue quien rompió el hielo ante un público virtual de más de 200 personas. “Pocas veces podemos ver una foto tan nítida, clara y estimulante”, dijo. Y justificó su afirmación en la demanda, los precios, las buenas perspectivas para el corto y mediano plazo y, sobre todo, las dificultades de más del 50% de la provisión de carne vacuna para abastecer el crecimiento y demanda insatisfechas.
China irrumpió en los últimos años como principal importador de carne y, así, el negocio fue mutando al punto de que hoy Asia representa cerca del 60% del destino de todo origen para la carne vacuna. Este producto, dijo, no ha crecido más en su comercio, “porque no hay quien pueda ofrecer más”. “No hay materia prima o carne disponible para acceder a la demanda”, aseguró.
A su vez, hizo hincapié en que si bien actualmente el stock porcino se ha recuperado, la carne de cerdo tuvo una caída muy importante que arrastró a la de pollo. Sin embargo, lo sorprendente para Tonelli es que la carne vacuna sigue subiendo.
“La carne vacuna sigue creciendo en demanda y en precios. Lo notable es que mientras el cerdo cayó entre 35% y 40%, la carne vacuna lejos de bajar siguió subiendo y, en un año, acumuló cerca de 14% más de valor”, comentó.
De la mano de un aumento en el consumo de carne en China (de seis kilos se llegó a ocho por habitante y por año), el argentino no titubeó en afirmar que: “China claramente ha sido y será la locomotora que nos lleve a un destino extraordinario en el negocio ganadero”.
Sobre la situación de otros mercados, comentó que si bien Estados Unidos para Uruguay, y para Argentina, “es interesante” por la limitación de la cuota y una sequía importante en su zona núcleo, “las previsiones no son buenas en términos del sostenimiento de los próximos años”. Dijo que se prevé una caída importante del auto abastecimiento, por lo que la presión importadora aumentará por parte del mercado estadounidense.
Europa también ha caído en producción. De alguna manera, es un mercado que empieza a salir, que demanda carne y paga precios que supera largamente la media de los últimos años: de US$ 13.500 a US$ 14.500 el rump long de la Hilton.
Optimizar recursos. Por su parte Diego Otegui consideró que, como productor, el momento es muy bueno. “Nunca llegamos a estos precios y la oferta viene siendo muy importante”, señaló.
Además, consideró que la oferta y la demanda viene empujando y que eso alienta a mirar el futuro con mucho optimismo, teniendo que redoblar esfuerzos para producir más carne.
Teniendo en cuenta que hoy China representa para Uruguay el 30% de las exportaciones y tomamos como referencia las palabras del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, “se marca claramente hacia dónde Uruguay se dirige”, dijo.
“No hay duda que va a ser muy bueno el tratado porque hoy las exportaciones, para tomar una referencia, representan unos US$ 320 millones”, explicó.
El productor aseguró que va a ser, sin duda, un paso significativo y muy importante para Uruguay que va a redundar, a su vez, en mejoras en los precios de los productos que producimos: carne, granos y lana fina. De todas formas, no dejó de reconocer que Uruguay todavía tiene en el debe los costos internos.
Otegui hizo especial hincapié en que este es un momento para la aplicación de tecnología, y que así se está dando. “La tecnología de políticas claras, la ley de promoción de inversiones. Si vamos 10 años atrás en Uruguay había muy pocos equipos de riego instalados. Creemos que el riego va a seguir desarrollándose y va a ser muy clave para el desarrollo de la ganadería. Hay cerca de 550 equipos. Cerca de 45 mil o 50 mil has bajo riego que no es lo tradicional”, informó.
Desde su punto de vista “es absurdo” discutir la incorporación de nuevas tecnologías y manifestó la necesidad de aumentar las capacitaciones: “vemos que es un debe. Cada vez es más fácil poder acceder a la tecnología que a la persona que luego la pueda utilizar bien para sacarle los provechos que le pueda dar”.
“Uno debería pensar que la gente joven debería aprender y acceder más rápido que la gente de guardia vieja. Somos responsables de recuperar el compromiso y el respeto al trabajo. No discutir a la tecnología; vino, está y la vamos a tener que seguir desarrollando. El desafío que deberíamos las empresas en cualquier sector optimizar es producir más sin que eso encarezca la operación”, agregó.
Para concluir, Otegui explicó que “hoy el invierno nos pasa una gran factura en términos de carne”. Y, en ese sentido, explicó que con la aplicación de tecnología y algo de manejo “deberíamos perder menos kilos”.
En términos de manejo de rodeo de cría, Uruguay tiene 4,3 millones de vacas y produce 2,8 millones de terneros. La cuenta no da, según Otegui, porque estamos en 64% o 65% y, si aspiramos a producir 4% o 5 % más, hablamos de algo más de 200 mil terneros. Es lo que se exporta más o menos en pie.
“Conceptualmente no comparto con las perspectivas que el producto más nos condicione a que el producto nuestro valga menos. La industria es fuerte, demandante. Qué mejor que tener una industria fuerte y con demanda y señales claras”, concluyó.
Involucrar a la cadena. Finalmente, Christian Angio manifestó que el contexto es sumamente positivo por mérito de Uruguay: por el TLC, por la vocación de apertura que tiene al mundo y por fallas de los vecinos.
Sin embargo, se preguntó cómo responder a esa demanda creciente. “La clave está ahí: Uruguay tiene una estrategia de país muy clara. Demuestra una vocación de apertura. Si esa estrategia no se articula con todos los eslabones hasta llegar al productor, difícilmente podamos capturar el valor que tiene. Tenemos que trabajar muy integrados y articulados para capturar el valor”, explicó
Hizo referencia a la necesidad de trabajar en la eficiencia y la calidad. “Cómo responder a la demanda: con más cantidad y más calidad”, indicó.
Uruguay viene trabajando en no bajar su stock de ganado bovino, pero se han incorporado más hectáreas de forestación y agricultura en los últimos años. Y eso, para Angio, “es eficiencia pura”.
“Independientemente de los costos internos y desde el punto de vista de la calidad. La demanda es cantidad, la trazabilidad de lo que uno vende y exporta como valor agregado”, agregó.
El costo, sostuvo, es relativo. “Nosotros siempre medimos el costo de la tonelada producida. Si bien los costos medidos en valores absolutos son caros, también hay otras ventajas de Uruguay que es el acceso al crédito, que en Argentina no existe”, comentó.
A su vez, destacó las reglas del juego de Uruguay que han hecho poder acceder a un TLC -un estudio de prefactibilidad- que le da confiabilidad al país. “Eso baja la tasa de riesgo del país, de las empresas y lo hace más competitivo. No podemos pedirle al gobierno. No depende de nosotros como empresa”, afirmó.
Por otro lado, instó a no tenerle miedo a China, porque ha quedado demostrado durante los últimos 20 años que el gigante asiático se va especializando y teniendo más poder adquisitivo para ir por cortes nobles.
“Sin embargo, es una oportunidad con la calidad para poder acceder a otros mercados en los que también somos competitivos. Que nos permita tener un balance más orgánico. No le tendría miedo a China si trabajara con la calidad, porque no podemos competir por volumen. Tenemos oportunidad de ser un país confiable, de calidad, pero hay que tener una articulación con el productor, involucrarlo”, explicó.
Finalmente sostuvo que el TLC con China es un lindo título, pero si no se articula con toda la cadena “no vamos a poder aprovechar la oportunidad con toda la dimensión que tiene”.