Operativo policial.
JBS.
Curitiba - Reuters | La Policía Federal de Brasil allanó ayer decenas de oficinas de procesadores de carne, incluyendo las de los gigantes JBS y BRF, tras dos años de investigar supuestos sobornos a reguladores para que relajaran sus controles.
La investigación, conocida como: “La carne es débil”, ha descubierto unos 40 casos de frigoríficos que habrían sobornado a inspectores y políticos para que pasaran por alto prácticas antihigiénicas, como el procesamiento de carne podrida y plantas en funcionamiento con trazas de salmonella.
El investigador policial Mauricio Moscardi Grillo dijo que hay pruebas de que algunas empresas manipularon certificados de carne para exportar a España e Italia, lo que eleva el riesgo de restricciones en el extranjero al importante sector brasileño de producción de proteínas.
La policía dijo que detuvo a tres empleados de BRF, dos empleados de JBS SA y 20 funcionarios públicos. Las acciones de JBS, el mayor productor de carne del mundo y BRF, el mayor exportador de aves de corral, caían más del 7% la bolsa de Sao Paulo. La investigación a la industria alimentaria es la última de varias pesquisas sobre corrupción en Brasil de un poder judicial cada vez menos complaciente con el gobierno y las grandes empresas.