En el marco de la edición 2025 de la Rural de Melilla, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) organizó una charla técnica fundamental para el sector agropecuario: ¿Qué nos depara el tiempo para el resto del año? Herramientas INIA disponibles. La presentación estuvo a cargo de Guadalupe Tiscornia, investigadora del área de Sistemas de Información y Transformación Digital del grupo GRAS.
Desde una perspectiva técnica y accesible, Tiscornia compartió datos actualizados sobre el comportamiento climático reciente y los escenarios previstos para el otoño. Subrayó que marzo se caracterizó por un déficit de lluvias en gran parte del país y temperaturas por encima de lo normal. “Lo que hacemos es comparar lo que llovió este marzo contra el promedio histórico, y eso nos permite ver si llovió más o menos de lo esperado”, explicó. Las anomalías se grafican para identificar tendencias y ofrecer una lectura clara de las condiciones.
En cuanto a temperaturas, los mapas elaborados por el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) mostraron que marzo fue más cálido que el promedio. Esta situación, sumada a la escasa precipitación, impactó en los contenidos de agua en el suelo, con zonas donde los valores promedio estuvieron por debajo del 50% de la capacidad, límite a partir del cual la vegetación comienza a sufrir estrés.

Tiscornia también repasó la variabilidad climática del verano: un enero con fuerte déficit hídrico y un febrero con lluvias excesivas en algunos puntos, lo que dificultó la planificación y gestión productiva. “Pasamos de un diciembre con temperaturas más frescas a un febrero muy cálido, con algunas zonas que llegaron a registrar hasta 300 milímetros de lluvia”, detalló.
En cuanto al monitoreo de agua no retenida —aquella que escurre y alimenta cursos de agua y tajamares—, la investigadora destacó que se registró principalmente en los primeros días de marzo, sin nuevos aportes significativos en el resto del mes.
La charla incluyó además una revisión de los contenidos de agua del suelo en la estación de Las Brujas, donde se registraron oscilaciones que reflejan una alta variabilidad. “Lo que vemos es que hubo momentos críticos con acumulados por debajo del promedio”, dijo.
Con respecto a las previsiones para el otoño, Tiscornia compartió mapas del Instituto IRI (Universidad de Columbia, EE.UU.) que proyectan mayores probabilidades de lluvias por debajo de lo normal en el norte del país para el trimestre abril-mayo-junio, y temperaturas por encima de lo normal en gran parte del territorio. Esta tendencia es consistente con otros modelos europeos que también sugieren déficits hídricos para abril y mayo, especialmente en el centro-norte del país.
Además, se presentaron productos experimentales que apuntan a un posible déficit de precipitaciones en el litoral oeste entre el 5 y el 18 de abril, y un desplazamiento de ese patrón hacia el norte entre el 12 y el 25 del mismo mes.
Como parte del cierre, la investigadora compartió las herramientas digitales desarrolladas por INIA para apoyar la toma de decisiones en el campo. En particular, destacó el portal web renovado del instituto y la aplicación “INIA Móvil”, que concentra servicios como la previsión de temperaturas mínimas, alertas ovinas, monitoreo de estrés térmico en ganado de carne y leche, entre otros.
“La idea es que toda esta información esté disponible para el productor, para el técnico, y que sea de fácil acceso”, enfatizó Tiscornia, e invitó a los asistentes a contactarse con el equipo a través del correo
gras@inia.org.uy
para resolver dudas o solicitar materiales adicionales.