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Hugo Durán Martínez: “Las carnes necesitan quién les escriba”

El presidente de Lemifar Uruguay, consideró que las carnes rojas tienen argumentos de sobra, no para usarlos con el fin de defenderse sino para argumentar el por qué su lugar. “No son outsiders, están en la cadena alimenticia desde el origen mismo de la humanidad. No tienen que inventar argumentos, ellos están, son claros, solo hay que escribirlos y trasmitirlos con total claridad”.

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Pablo D. Mestre

-Ud., además de ser presidente de Lemifar en Uruguay, es representante de Allflex en distintos países de América y ha estado vinculado en varios procesos de la trazabilidad y producción de carnes. ¿Cómo ve al rubro?

-La producción de carne está bajo amenaza, pero es difícil de cuantificar. Lo que se necesita, es que se empiecen a ocupar todos los espacios posibles con todos los argumentos científicos y de otra índole, que tienen disponibles las carnes rojas a su favor. Es claro también que se deben utilizar en su defensa todas las garantías posibles al consumidor para que siga adquiriéndola con total seguridad no sólo para su salud, sino que también para disipar las dudas emocionales con que lo vienen bombardeando las comidas alternativas. Esos mensajes deben ser trasmitidos, no sólo por expertos, sino que también por especialistas de la comunicación, para que lleguen a la población de forma clara, comprensible y amena. Es conocido el ejemplo usado en la República Argentina, en la década del 80, para trasmitir a los productores nuevas tecnologías para la siembra del maíz, recurriendo para dar ese mensaje al humorista y cuentista Luis Landriscina, una persona de alto arraigo popular durante décadas. El saber trasmitir es un arte. En esos casos el que más sabe le debe pasar el conocimiento al que mejor trasmite.

-¿Lo que pide es un relato creíble?

-Correcto. Cuando los relatos bien construidos, no siempre con argumentos del todo correctos, son determinantes para insertarse en el ADN de cualquier sociedad, la carne roja fue permisiva. No solo no los contrarrestó, sino que ni siquiera se molestó en construir su propio relato con los argumentos de sobra que posee.

-¿En qué basa las conductas de los consumidores?

-Las decisiones de los individuos están más influenciadas por los efectos emocionales que por los racionales. Nos enfrentamos a inconsistencias muy ridículas e insólitas. Se atacan a productos absolutamente naturales como la carne y la leche, queriéndolos sustituir por productos industrializados, aduciendo que son más sanos. Además, los quieren llamar con nombres utilizando las palabras carne y leche porque son los que reconoce el consumidor. No son buenas para consumirlas, pero son un gancho para venderlas. Así vemos propaganda de carne vegetal, leche de almendra, de avena, etc. Todo enfocado a lo emocional y muy poco a lo racional. Parecería que se quiere entrar “por la ventana” en el mundo tan delicado de la alimentación humana, sin explicar por el proceso industrializado a que son sometidos los alimentos que ofrecen; atacando a alimentos tan nobles como la carne y la leche, que han sido factótum para “moldear” al homo sapiens. Un poco de respeto para esos alimentos que no necesitan inventar argumentos para que sean adquiridos.

-¿Hay espacio para todos?

-Es que la población mundial va en aumento, en pocos años llegaremos a los 9 mil millones de habitantes, y hay que darles de comer, ese debería ser él desafío. Todas las opciones deben de ser válidas mientras respeten lo elemental de una producción ética y responsable. Ese enfrentamiento que algunas producciones artificiales se empecinan en realizar, sólo se entiende bajo la óptica de que es la forma de entrarle a un consumidor dominado por la baja información que posee. O sea, sí hay espacio para todos, lo que no se debe permitir ni admitir es que haya poblaciones que pasen hambre.

-Pero la producción de alimentos también es un negocio. ¿No lo ve así?

-Comparto. Atrás de muchas organizaciones sociales que actúan de buena fe, hay casos de intereses comerciales que inteligentemente las mueven. No es casualidad que muchas grandes empresas dedicadas a la venta de productos cárnicos hoy también ofrecen alimentos para veganos y/o vegetarianos. Y está bien, en la libertad de opciones ganan todos. Lo que no está bien es desinformar tendenciosamente para poder ocupar un espacio. Es muy poco probable que organizaciones sin fines de lucro tengan el dinero suficiente para realizar una campaña anti carnes sin los apoyos considerables de grandes intereses atrás. Hay gente usada y gente que usa, eso es innegable. Y para contrarrestarlo se debe utilizar toda la información acumulada que se ha generado durante siglos, no es necesario inventar nada.

-Una información que hoy se masifica más rápido que antes además...

-Tal cual, debemos recordar que las redes sociales se han transformado en algo ingobernable y que muchos las saben explotar apelando a lo emocional. Hay mucha gente repitiendo cosas sin averiguar si es cierto o no el mensaje. Simplemente lo repican. El analfabetismo funcional se logra imponer en muchas áreas.

-¿Cómo haría la comunicación a favor de la carne?

-Las carnes rojas tienen argumentos de sobra, no para usarlos con el fin de defenderse sino para argumentar el por qué su lugar. No son outsiders ni recién llegados. Están en la cadena alimenticia desde el origen mismo de la humanidad. No tienen que inventar argumentos, ellos están, son claros, solo hay que escribirlos y trasmitirlos con total claridad (recuadro).

-¿Y el marketing cómo juega?

-Mucho. Es una disciplina qué en los últimos 40 años, ha jugado un papel preponderante en la vida de todos, tiene un rol fundamental para utilizar todos esos atributos, para decodificarlos y trasmitirlos en una forma que la gente los comprenda y los acepte. A eso debemos apelar para que en una forma clara, comprensible, amigable y sin ofensas, les llegue a todos los consumidores. Lo racional debe ser trasmitido en forma emocional.

Es increíble la visión egoísta y con orejeras de mucha gente reclamando que la gente coma otra cosa, con argumentos casi ridículos, sin además plantear un plan B. Es lógico que la gente llegue a pensar y preguntarse qué intereses hay detrás. Las carnes rojas vienen siendo atacadas desde hace mucho tiempo. En algunos casos no es por un supuesto daño a la salud sino por algo estrictamente comercial. Desde el inicio de los supermercados la gente habrá notado que el sector de venta de carnes está en el fondo de los mismos. Para llegar a ellas hay que pasar por todas las demás góndolas. Eso no es casualidad, entre otras cosas y no la única, esa ubicación se debe a que se busca que el cliente elija otras opciones para consumir, además de la carne. No es contra la carne, es a favor de otras opciones. En la práctica lo que sucede es que es habitual que un cliente que fue a buscar carne termine comprando otras opciones. El ataque a las carnes ha ido en aumento y no siempre en forma leal. Y en general siempre apelando a la emoción.

-¿Y qué dice de los productores?

-Son el inicio de todo, que han visto sacudido también fuertemente lo que siempre han hecho. Muchas veces sin saber por qué. Hoy ya no alcanza con decir tenemos un buen producto, sano, saludable, respetuoso con el ambiente y cumplimos con el bienestar animal. Ahora hay que demostrarlo y cada vez con argumentos mejor respaldados si lo queremos valorizar. Hoy todos los subsectores que integran una cadena tienen deberes a cumplir si quieren insertarse en los nichos de más alto precio. Es como una cadena de postas, donde cada subsector le debe entregar al otro su parte del producto con todas las obligaciones no sólo cumplidas, sino que además debidamente comprobadas.

-¿Cómo incide la trazabilidad en este tema?

-Los argumentos están. La carne y la leche deben ser de los alimentos que más información beneficiosa posee y no necesitan inventar nada de lo que significa su consumo para la salud, solo hay que utilizarla y apoyarla con la trazabilidad adecuada del día a día. La base de la pirámide está hecha. En este escenario la trazabilidad es una herramienta determinante y el Uruguay desarrollo un sistema magnífico y modelo en el mundo. Gráficamente se puede sintetizar que se está arriba de una bicicleta de piñón fijo.

-¿Cómo es eso?

-El mundo se ha vuelto muy competitivo, para beneficio de los consumidores. Insertarse en él, exige una manera de hacer las cosas como nunca se ha hecho hasta la fecha. Siempre en movimiento y a una velocidad suficiente para que no te alcancen. Los productores ganaderos, junto a los consumidores, seguramente sean los menos informados de esos cambios y por eso su normal resistencia. En su capacitación estará en gran parte el éxito de que la carne llegue a la góndola con toda la seguridad alimenticia que el consumidor desea y quiere.

-¿Entonces, qué conclusión saca?

-Que en un mundo marcado por los relatos, las carnes necesitan quien les escriba.

Un relato que se construya entre los especialistas...

Mencionó que hay que recurrir a los que saben en cada área para que ayuden a construir un relato para una población mundial. ¿En quienes piensa? -Los antropólogos podrán explicar muy bien el rol que tuvo el consumo de la proteína animal en el desarrollo del cerebro del hombre y de pasar a un físico erguido. También qué pasa en aquellas poblaciones que no acceden en forma suficiente al consumo de la proteína animal, en especial en las primeras etapas de su desarrollo. Los historiadores que expliquen el rol que tuvo la domesticación de los animales y cuál fue su verdadero objetivo. Qué pasa con los animales domesticados si el hombre deja de cuidarlos. ¿Qué dirán los especialistas de estudiar los ecosistemas si se dejan de criar los animales herbívoros en esos lugares? ¿Qué pasa con esos sistemas pastoriles al perder el equilibro a que están sometidos desde hace cientos o miles de años? ¿Qué expresarán los sociólogos sobre que les pasará a esos millones de familias que generación tras generación viven de criar honesta y respetuosamente a los animales, no sólo con el fin de dar un alimento seguro a su familia, sino que a la población en su conjunto? En los libros que podrán escribir de lo que se ha logrado alrededor de una parrilla en familia, entre amigos o una rueda de negocios. No es común recibir invitaciones para comer ensaladas. Los médicos, tienen un gran espacio para opinar sobre los nutrientes esenciales que brinda el consumo de carne y leche. Los psiquiatras saben muy bien que lo cultural y emocional tienen un impacto muy fuerte en la psiquis de las personas. El orgullo de ser ganadero no se construye en 24 horas. Solo el que ha vivido pendiente que su producción depende de si llueve o no llueve, es consciente de lo que puede llegar a afectar el diario vivir. Y la ciencia, que fundamentalmente desde fines del Siglo XIX viene invirtiendo millones de dólares para que se produzca un producto mejor. Que lo ha logrado y tiene un caudal casi infinito de argumentos muy sólidos con los que se podría construir una fortaleza casi inexpugnable para esos productos tan nobles que salen de los animales.

 

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