Cultivos de segunda se recuperaron pese a ser reimplantados.
Soja.
Pablo Antúnez
Los cultivos de soja avanzan hacia el final del ciclo agronómico con muy buenos desarrollos y si el clima continúa acompañando, se perfilan para una cosecha que estará muy cercana al récord.
“Por el momento pintan ser un récord”, adelantó a El País Marcos Carrera, gerente de Asuntos Corporativos de la multinacional Monsanto.
Para los técnicos es difícil estimar un rendimiento a nivel país, porque “hay mucha diferencia en las implantaciones de las resiembras de soja de segunda”, agregó el experto.
El clima hizo sufrir bastante las áreas de soja de primera cuando fueron implantadas. “Se desarrollaron más lento —en noviembre y diciembre— y eso les jugó a favor”, explicó Carrera. “El desarrollarse más lento les permitió recuperar y equilibrar poblaciones que estaban desparejas y luego se acomodaron. La cuenta de las primeras están buenas pero las segundas si se quiere son las que tienen alguna compensación que hará que no se llegue a números récord”, dijo el gerente de Asuntos Corporativos de Monsanto.
El resultado del cultivo en el ejercicio 2018/19 contrastará con el obtenido en 2017/18, donde se plantaron poco más de 1 millón de hectáreas y debido al clima, en la mayoría de las zonas, el rendimiento por hectárea llegó a un mínimo histórico. Ese año, el promedio fue 1,2 toneladas por hectárea, según datos de la Oficina de Política y Programación Agropecuaria (Opypa/Mgap). Fue el menor registro histórico disponible.
A su vez, en cultivos de verano, el maíz superará los mayores volúmenes registrados en las mejores zafras. “Ya las cosechas tempranas mostraron todo lo que veníamos viendo a nivel de campo y todo lo que falta para entregar también está bueno. En este caso estimo que vamos a estar en récord de rindes, porque los cultivos tuvieron una muy buena implantación y un desarrollo óptimo. Si no estamos en el récord, estaremos cerca”, dijo Carrera.