El arroz en Uruguay atraviesa un momento muy bueno. El contexto de precios, los excelentes rendimientos de los últimos años y la disponibilidad total de agua en las represas permiten pensar en un crecimiento en la superficie de cara a la próxima siembra de primavera.

Según información que maneja la Asociación Cultivadores de Arroz, se puede pensar en un incremento de área cercano al 20%, que permitiría ver una cifra de 180.000 hectáreas de arroz en nuestro país.

En muchos casos, especialmente del este, centro y norte del país, los productores arroceros añadieron la soja a su rotación, así como se hace desde hace muchos años ya con las pasturas. Frente al panorama de ambos cultivos, y con el convencimiento que tienen muchos de estos productores de sentirse “netamente arroceros”, se puede esperar que este año los establecimientos siembren la mayor área posible del cereal.

Desde el lado de la investigación y el desarrollo, se han generado en los últimos años diferentes avances que han permitido precisamente sostener altos niveles de rendimiento en chacra, con la propia estabilización que trae el riego al cereal, lo cual ha oficiado en buena medida como un seguro para el productor, independientemente de las condiciones del mercado e incluso algunas cuestiones climáticas.

“El arrocero es un productor de punta que constantemente busca superar y romper su propio techo de rendimiento, lo cual es algo que siempre nos llamó la atención de forma muy positiva”, dijo el Ing. Agr. Ignacio Sicardi, técnico de Lage y Cía, quien enumeró diferentes casos que respaldan esta conclusión, como pueden ser los programas en conjunto interinstitucionales de ACA, INIA Treinta y Tres y privados. “Uruguay se destaca por eso, siempre estuvo tecnificado y con buenos rendimientos. Con este momento, los altos potenciales, el contexto de precios, todo esto se potencia”, dijo.

En este sentido, Sicardi dijo que desde la empresa valoran positivamente los avances en el sector en lo que respecta a genética, inversión privada, aporte de las consultoras, el manejo en chacra, avances en maquinaria, entre otros. “Está muy bien estudiada la fecha de siembra óptima, cuántos kilos puedo ganar o perder en función de esto, el productor tiene mucha información en su saber y lo más importante de todo: siempre que el escenario se lo permite le da prioridad al arroz por sobre otros cultivos o explotaciones”, agregó el técnico.

La última campaña tuvo unas 150.000 hectáreas de arroz en el país aproximadamente, explicado sobre todo por la poca disponibilidad de agua, siendo que la intención de siembra era superior. Si vamos dos zafras hacia atrás, con agua disponible y un clima benévolo para el cereal, el rendimiento promedio por hectárea superó los 9.500 kilos, lo cual marcó otro récord productivo para el sector.

Producto. En 2006, Lage y Cía empezó a probar algunos productos biológicos que permitían mejorar los rendimientos. En la zafra 2006/07, comenzaron algunos trabajos específicos en el arroz, viendo un aumento de rendimiento interesante, lo que fue el caldo de cultivo de un producto específico para el cereal: el Endo Rice.

El trabajo científico se fue realizando en varias etapas. “Primero fue el aislamiento de microorganismos, buscamos en distintos puntos arroceros del país, probando en chacras comerciales, muestreando plantas de arroz, buscando aislar micro organismos endófitos de las plantas”, describe Sicardi. “Llegamos a seleccionar más de 110 microorganismos, pasamos a la etapa de selección, laboratorio, invernáculo y validación. De esa forma fue que aislamos el Herbaspirillum huttiense, la bacteria que compone el Endo Rice, para llegar luego al producto comercial y validarlo a campo”, explica el técnico de Lage y Cía. Precisamente sobre este último punto es donde Sicardi pone mayor énfasis, porque ya son varios años de probar el Endo Rice en distintas localidades, con distintos materiales de semilla, en distintos años con diferentes condiciones climáticas, evaluando la interacción con el nitrógeno, la respuesta en rendimiento y hoy, testeándolo también de forma pulverizada.

Para estas más de 15 zafras de pruebas, con más de 35 ensayos de campo, la empresa trabajó con diferentes consultoras para ver el trabajo desde muchos puntos de vista, porque el productor arrocero es “muy meticuloso”. Allí Lage y Cía trabajó con el “Ruso” Chebataroff, Hernán Zorrilla, Emiliano Ferreira, Germán Chebataroff o Enrique Deambrosi de INIA.

Beneficios. El Endo Rice es un inoculante específico para el arroz. Su modo de acción principal es la producción de fitohormonas, esta secreción hace que haya un mayor desarrollo radicular y actúa entonces como promotor de crecimiento, de forma complementaria a la acción realizada por los fertilizantes minerales que se usan. Precisamente, el Endo Rice ayuda a mejorar el aprovechamiento de los fertilizantes minerales, sobre todo el nitrógeno. “No buscamos sustituir la fertilización, sino mejorar el aprovechamiento y aumentar el rendimiento”.

La forma más común es aplicarla en el tratamiento de semillas previo a la siembra de arroz, pero se están realizando trabajos para validar la pulverización del producto. “En torno a las 3 hojas y el macollaje es donde se ven las mejores respuestas”, dijo Sicardi.

En cuanto al análisis económico, al considerar el total de ensayos locales, se destaca que el producto marca un aumento de 11 bolsas por hectárea, (más de 6% sobre un promedio del testigo entorno a las 180 bolsas) y permite lograr un retorno de 6 a 7 dólares por cada dólar invertido.