Después de una zafra muy difícil para los cultivos de verano por el déficit hídrico, que marcó una de las peores cosechas de la historia, el sector agrícola muestra su resiliencia y busca la revancha en la primera oportunidad que tiene por delante.
Es así que se espera que la superficie de soja y maíz implantadas para la campaña 2023-24 sea históricamente alta. Con una siembra de primera exitosa, el maíz recuperó un área importante de chacras sembradas de la forma en la que solía realizarse previo al auge del doble cultivo. Es así que, a la espera de la siembra de segunda en diciembre, se puede establecer que la superficie de maíz alcanzará valores históricamente altos, seguramente superando con margen la barrera de las 200.000 hectáreas.
En la soja, principal cultivo de grano del país, se prevé una tendencia similar. A la espera de la concreción de las siembras de segunda y mirando constantemente hacia arriba para ver qué sucede con las lluvias, se espera que la soja escale por encima de las 1.300.000 há. Esto no bate el récord de siembra de hace unos 10 años atrás, pero probablemente se posicione como la segunda mayor siembra de la historia.
SIEMBRA.
En líneas generales, las siembras de maíz y soja de primera están terminadas. En muchas chacras del país los cultivos ya están nacidos y en muy buen estado. En chacras más al sur está faltando algo de agua, al tiempo que en el norte y en el este los problemas son por exceso, con la variabilidad climática característica de nuestro país.
A medida que se avanza con las cosechas de invierno, se van concretando las siembras de soja de segunda sobre colza, cebada o trigo.