En una semana clave para el comercio internacional de carnes, el trader argentino Fausto Brighenti valoró positivamente el anuncio del presidente Javier Milei sobre la baja de retenciones a las exportaciones de carne vacuna, aunque señaló que el objetivo final debe seguir siendo la eliminación total del tributo. “Es una muy buena medida en el contexto de un excelente momento para la ganadería en Argentina. Es un gesto muy positivo para toda la cadena”, afirmó en Valor Agregado, de radio Carve.
El anuncio, realizado por el mandatario durante la Expo Palermo 2025, confirmó la reducción del derecho de exportación del 6,75% al 5%, una cifra que, si bien menor de lo esperado, representa un alivio. “Se esperaba el cero, pero este 1,75% debería trasladarse al precio del novillo de exportación. Es decir, cerca de 100 pesos argentinos por kilo, que mejorarían la competitividad”, explicó Brighenti.
Según detalló, la variación implica una mejora del 26% en términos de competitividad para el sector exportador. “La dirección es la correcta. El gobierno administra la velocidad, pero el mensaje es claro: hay intención de favorecer al sector. Ahora debemos trabajar para que se transforme en ley y que ningún funcionario pueda modificar estos derechos sin pasar por el Congreso”, subrayó.
Las tensiones entre Brasil y Estados Unidos
En paralelo al escenario local, el foco del comercio internacional está puesto en el inminente conflicto arancelario entre Brasil y Estados Unidos. A pocos días del 1º de agosto, podría aplicarse un arancel adicional del 50% a las exportaciones brasileras fuera de cuota, lo que llevaría el tributo a 86,4%. “Hay mucho ruido en el mercado. China se ha frenado, Estados Unidos está expectante, y si ese volumen que hoy importa EE.UU. desde Brasil se libera, China podría absorberlo, pero a costa de una baja de precios”, advirtió.
Brighenti recordó que en 2024 Brasil exportó unas 250.000 toneladas de carne vacuna a Estados Unidos. De quedar fuera, esos volúmenes podrían impactar fuertemente en los valores internacionales. “Brasil tiene una gran capacidad exportadora y una diversificación muy amplia: China, Japón, Indonesia, Filipinas, el sudeste asiático en general. Va a colocar esa carne, pero podría afectar los precios”, explicó.
A esto se suma la expectativa por la definición de China respecto a la “salvaguarda”, un posible cupo global que, de establecerse, pondría en ventaja a quienes lleguen primero. “Si China aplica un cupo tipo ‘primero llegado, primero entrado’, Brasil podría coparlo rápidamente, desplazando a otros jugadores”, afirmó.
¿Una oportunidad para el Mercosur?
Ante una eventual pérdida de competitividad de Brasil en el mercado estadounidense, podría abrirse una ventana para Argentina, Uruguay y Paraguay. “EE.UU. necesita importar carne para su industria de hamburguesas, y la ampliación de cuotas que negocia Argentina podría cubrir parte de esa demanda. Todo lo que puedan vender Uruguay o Paraguay será bienvenido”, destacó.
Sin embargo, Brighenti advirtió sobre un “efecto sábana corta”: “Lo que Brasil no coloque en EE.UU., lo colocará en otro lado. Si inunda China y los precios bajan, la mejora en un mercado podría verse neutralizada en otro. En Argentina, por ejemplo, pesa más China que EE.UU.”.
Otro aspecto clave para el mediano plazo será la firma del protocolo para exportación de menudencias de Argentina a China, previsto para el segundo semestre. “Eso generaría una competitividad enorme. Estados Unidos es uno de los principales proveedores de menudencias a China, y si queda fuera, se abre otra gran oportunidad para nosotros”, aseguró.
Pese al contexto volátil y geopolíticamente incierto, Briguente sostuvo que 2025 viene siendo un año favorable para la cadena de ganados y carnes. “Hay más demanda que oferta, y eso se ve en los excelentes valores. Hay que estar atentos a las oportunidades que generan estos movimientos globales y saber captarlas”, concluyó.