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En caso de aprobarse la operación entre Marfrig y Minerva “veríamos efectos devastadores sobre la producción de carne”

Según el productor ganadero también los efectos podrían alcanzar al valor de la tierra en nuestro país

ROMAY
Walter Carlos Romay, director de La Elisa.

El productor ganadero y agrícola, Walter Carlos Romay Elorza, se refirió al tema central que tiene la ganadería en el día de hoy, la operación de activos entre Marfrig y Minerva, donde en primera instancia destacó que se habla de dos temas: “por un lado de la carne, que es el principal rubro exportador de Uruguay, que directamente vincula a 100.000 personas, e indirectamente muchas más”, y por otro lado “tenemos una empresa como Minerva, muy exitosa, de capitales brasileños y saudíes, que se ha expandido en base a una muy buena gestión en todos los aspectos”.

Entrevistado en Valor Agregado de radio Carve, el productor en el departamento de Florida, repasó el historial de Minerva en nuestro país, que en el año 2011 compra frigorífico Pul, en 2014 Carrasco, en 2017 Canelones, “en el 2023 pisan el acelerador violentamente y compran BPU”.

Posterior a la habilitación de la compra de BPU, por parte de Minerva se anunció la compra de las tres plantas de Marfrig – La Caballada, Colonia e Inaler – en el marco de una operación internacional, “vemos un desarrollo absolutamente previsible de una empresa que apunta a vender mucha carne de la región, donde ellos no producen carne de calidad, que es todo lo contrario que Uruguay ha venido haciendo en las últimas décadas”.

El modelo de negocio que tiene Minerva “va en contra con lo que es la trayectoria de Uruguay en producción de carne, no podemos competir en números y tenemos que competir en calidad”, afirmó Romay.

En esta línea, el productor ganadero agregó que en caso de que se apruebe el negocio, “sería retroceder a la fase Hernandarias”, lo cual generaría en un par de años “efectos devastadores sobre la producción de carne, y en definitiva en la economía, sobre el trabajo, sobre la sociedad, y te diría que hasta en el valor de la tierra”.

La competencia por la oferta de ganado entre Minerva y el resto de los industriales sería “como entrar a un ring de box un mosca con un peso pesado, es imposible esa pelea, porque no es la participación del mercado que tienen en Uruguay, es la participación en el mercado internacional”.

La conformación del precio “naturalmente” sería afectada, sostuvo el productor, que además cuestionó la existencia del seguro de paro especial en la industria frigorífica “la sociedad está pagando un seguro para que de alguna manera puedan gestionar los precios, y también que se les permita tener corrales con lo que les permiten manejar la oferta en ciertos momentos”.

Cuando la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia aprobó la venta de BPU a Minerva, utilizó como argumento la posibilidad que tienen los productores de exportar ganado en pie, “creo que pensar eso es no saber de lo que estamos hablando, la incidencia que puede tener alguna exportación en pie en la formación del precio es absolutamente no relevante, manejar eso como un elemento para tomar una posición es fruto del desconocimiento o quizás algo no muy serio”.

Sobre la decisión de la Comisión, Romay sostuvo que la misma “no debería de dudar en que se presenta una concentración, es más, me preocupa el tiempo que se está tomando, cada día que ha pasado le cuesta millones y millones al negocio”.

Por parte del poder político se tomará la decisión de la Coprodec como un insumo, “todos los agentes políticos de peso de la coalición de gobierno han manifestado su posición en contra de esto, la oposición expresamente ha manifestado no estar a favor del negocio”.

“En mi opinión no puedo pensar que esto prospere, y si lo hace, como ya dije nos vamos a enfrentar en dos o tres años a un problema por el cual nos vamos a acordar en mucho tiempo”, comentó Romay.

Tomar una decisión negativa a la operación “sería un acto de soberanía”, finalizó Romay.

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