Ingresó como delegado de la Federación Rural al INAC en 2010 y se muestra optimista en que el Mercosur pueda lograr un acuerdo agrícola con la Unión Europea con una cuota cárnica que sea beneficiosa para los intereses de Uruguay. El ruralista sostuvo que en el mercado internacional de carnes “no se ven nubarrones en el horizonte”, sino limitantes internas. En cuanto al conflicto gremial que mantiene la Federación de Obreros de la Industria Cárnica y un frigorífico, ahora con amenaza de huelga, consideró que “hay irracionalidad”, remarca que los empresarios tienen que actuar “con libertad” y rechazó lo que consideró “un patoterismo” gremial.

Pablo Antúnez.
-Mañana, en Buenos Aires, la Federación Rural y Asociación Rural del Uruguay, junto con otras gremiales de la región, se reunirán con los ministros del Grupo de Cairns. ¿Es optimista en que la Unión Europea mejore la cuota cárnica ofertada en el marco del posible acuerdo agrícola con el Mercosur?
-En el Foro Mercosur de la Carne estamos en contacto permanente y definiendo estrategias. Somos optimistas en que salga el acuerdo y en que la UE mejore sustancialmente la cuota de carne que ofertó en reuniones anteriores. La información que hay hoy no maneja cifras, pero sí evidencia que en Bruselas cambió el ánimo. Lo que tiene claro la Unión Europea es que, para Uruguay y Paraguay, incluir la carne es fundamental en el acuerdo agrícola, porque es el principal elemento donde podemos obtener algún beneficio. Sin una cuota razonable para carne, el tratado para Uruguay deja de ser atractivos.
-No sólo se trata de incrementar el cupo cárnico a exportar, tanto en congelado como en enfriado, sino también mejorar el ingreso arancelario. ¿Cuánto pagó la carne uruguaya en la Unión Europea el año pasado?
-En aranceles por todos los productos exportados a la Unión Europea se pagaron en el entorno de US$ 90 millones. De ese monto, unos US$ 70 millones correspondieron a la exportación de carne. Hoy nos da esperanza que el ánimo de los negociadores en la Unión Europea haya cambiado.
-¿Por qué es fundamental para la cadena cárnica uruguaya incrementar las cuotas y los Tratados de Libre Comercio?
-Las carnes uruguayas tienen muchos mercados abiertos, pero el sector agropecuario y el agro industrial tienen serios problemas de competitividad. La política monetaria que aplica Uruguay, con la baja del dólar, la suba de tarifas y los costos, afectan a empresas y productores. Si a esos problemas, que ya son importantes, le agregamos que no tenemos tratados que nos otorguen mayores preferencias arancelarias, estamos fuera de competencia. Es que Australia y Estados Unidos, que son fuertes competidores de Uruguay en el mercado cárnico mundial, tienen muchos tratados firmados que ya están avanzando. Un ejemplo claro son los acuerdos con Japón y Corea del Sur.
-Como delegado de los productores en el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y según la información que se maneja en ese ámbito ¿se ve algún nubarrón en el horizonte en el mercado cárnico mundial?
--A nivel internacional no. En el mercado siempre hay países que entran y otros que salen. Uruguay tiene una cartera muy grande de clientes que le permite ir compensando los distintos mercados donde dejamos de ser competitivos o directamente, no le compran a Uruguay. Desde ese punto de vista, Uruguay está bien parado. No tenemos información que haga prever problemas en el mercado cárnico, en el corto plazo.
-¿Entonces las limitantes son más bien internas?
-Las limitantes son los problemas estructurales internos de Uruguay: la falta de competitividad frente al mundo, la suba de los costos y otros que nos están haciendo perder terreno frente a grandes jugadores del mercado mundial, como Estados Unidos y Australia.
-El conflicto entre una empresa frigorífica y la Federación de Obreros de la Industria Cárnica (Foica) continúa. Bajó nuevamente el precio del ganado y ahora se amenaza con una huelga a nivel de todos los frigoríficos. ¿Cómo está viendo este problema? ¿Cómo se están viendo afectados los productores?
--Es muy preocupante. Todos esos conflictos, en el fondo, tienen mucha agresividad y poca racionalidad, trancan la entrada de productos. Pasa lo mismo o incluso peor en la industria láctea, donde el producto es más perecedero que la carne. En la lechería también se viven situaciones de irracionalidad cada muy poco tiempo.
Ahora se está contagiando el sector cárnico y lo que está pasando es un problema puntual con una industria, que se está generalizando al resto. Pierde dinero la industria, los trabajadores cobran menos jornales, pero en este conflicto, alguien que no tiene nada que ver, que es el productor ganadero, también está siendo perjudicado.
-¿Por qué afecta más?
-Estamos en plena zafra, que es cuando aumenta la faena, cuando se aprovecha a embarcar más ganado a frigorífico y los más perjudicados son los pequeños y medianos productores que trabajan en base a pasturas, porque es el momento en que tienen los ganados gordos.
Se trancan las entradas a frigorífico y se genera mucha incertidumbre en el mercado. Las industrias no están comprando ganado para mañana, están comprando para dentro de una semana o quince días y no sabe si van a poder faenar, ni cuántos días a la semana podrán industrializar el ganado adquirido. Eso hace que tomen precauciones y todos los riesgos los trasladan a los precios. Y quien recibe ese menor precio es el productor. El perjuicio directo en el precio al productor, es muy importante porque le pega duro en los bolsillos.
-¿Por qué considera que hay irracionalidad?
-La Federación Rural está firme, junto a las Cámaras Empresariales en su postura frente a la Organización Mundial de Trabajo (OIT) en lo que refiere a la ocupación como el derecho de huelga. Estas semanas circularon videos por las redes sociales, donde unas pocas personas, en una situación de patoterismo, trancan a todos los que quieren entrar a trabajar y eso no lo aceptamos
No puede ser que un empresario no pueda tomar decisiones en su empresa. Así como decide crecer y tomar más empleados, si mañana no le dan los números o por razones de estrategia de la empresa se ve en la necesidad de reducir su personal, debe poder tomar esas decisiones. No puede ser que no pueda actuar con libertad.
Lo otro que no aceptamos es que los empleados que quieren trabajar, no puedan acceder a su puesto de trabajo, amenazándolo prácticamente como si fuera una patota.
“Se puede exportar más ganado en pie”
La exportación de bovinos en pie seguramente cerrará el año con un nuevo récord y los productores la reclaman como una herramienta básica para mantener el precio e incentivar la cría.
Guillermo Villa, delegado de la Federación en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes, sostiene que todavía hay espacio para crecer.
“A raíz de toda la discusión que hubo sobre el trabajo que hizo la consultora CPA Ferrere para la industria frigorífica, quedó demostrado que desde el 2008 a la fecha, cuando creció el flujo de exportación en pie, también aumentó la producción de terneros, no bajó la faena, no bajó el stock, con una exportación de prácticamente 1,5 millones de terneros”.
Según su visión, lo que quedó claro “es que los productores apostaron a producir más terneros para exportar. En la medida que las condiciones de mercado lo justifiquen, el productor uruguayo está esperando señales para incrementar su productividad. Creemos que en la medida que haya mayor demanda por terneros se producirán”, afirmó Villa.
Consideró que “frente a situaciones como las que se están dando ahora, donde no tenemos opciones, dependemos de que los sindicatos de la industria no entren en una huelga. Si eso se concreta, la única opción que tendrían los ganaderos para salir de la producción, es la exportación en pie”.
Bienvenida la inversión “si no se pierde soberanía”
La industria frigorífica uruguaya y los mercados que manejan las carnes locales, continúan siendo atractivos para los inversores extranjeros.
En los últimos años, inversores chinos están acentuando su presencia en Uruguay y a la compra de Frigorífico Rosario se suma ahora la compra de una parte de las acciones del frigorífico Clademar (ex planta de Frigorífico Florida). Guillermo Villa reconoció que esa mayor presencia de China en las inversiones del sector cárnico, no sólo se registra en Uruguay, también se da en otros países de la región y el mundo.
“Mientras Uruguay no pierda soberanía, bienvenidas sean las inversiones. Mientras que no suceda con los chinos la dominancia que hoy tenemos de frigoríficos de origen brasileño y mientras Uruguay no pierda cierto control de la industria, no vemos mal esas inversiones”, aseguró el delegado de la Federación Rural en la Junta Directiva del INAC. Para el ruralista está claro que esos nuevos jugadores tienen que venir a “hacer las cosas bien. Mientras respeten la imagen que Uruguay fue creando estos años de la carne como elemento de salud, esa apuesta al país es positiva”.
Según su visión, el Instituto Nacional de Carnes “debe ser muy estricto en sus controles y que venga a producir quien quiera, pero que respete los valores que adoptó Uruguay en todos sus productos”, dijo tajante Villa. Años atrás la polémica se desató por masiva presencia de grupos cárnicos brasileños que hoy siguen teniendo gran parte de la faena.