Publicidad

El control parasitario basado en la productividad

El Grupo Techo posee varias ventajas que hacen la diferencia. Permite cuantificar daño, determina momento para dosificar y posibilita conocer la resistencia.

imagen-fororural-img-nota-dom06agosto-1024x611.jpg

Especial de Fororural para El País.

imagen-fororural-cuadroreferente-diario-wei-11740588-154x300.jpg

El productor se encuentra frecuentemente ante la duda de cuándo aplicar los antiparasitarios, con qué frecuencia hacerlo y qué drogas usar. El sistema de tratamientos estratégicos (fijos) ha sido el más usado en Uruguay, pero muchas veces se hace evidente la necesidad de cuantificar el daño parasitario para definir con mayor contundencia la conveniencia de aplicar productos antiparasitarios. Además, la aparición de resistencia a diferentes fármacos alerta sobre el uso abusivo de drogas y exige métodos de diagnóstico más precisos. El sistema de control llamado Grupo Techo permite cuantificar el daño parasitario, determina el momento oportuno para dosificar y posibilita conocer de manera temprana la eficacia de los productos y, por ende, los casos de resistencia parasitaria.

El método consiste en identificar un grupo de animales a los cuales se le administra antiparasitarios de modo frecuente, por lo que siempre están libres de parásitos. Este grupo se llama Techo (representa el “techo productivo” para esas condiciones). Por otra parte se identifica otro grupo de animales (en número similar al del Techo) que representan al resto del lote. Este grupo se llama Control o Testigo. El sistema se basa en realizar pesadas frecuentes de los grupos Techo y Control, que nos muestren las diferencias de peso atribuibles a los parásitos. De este modo, en la práctica solamente pesamos a los animales integrados a ambos grupos, y pesando a estos animales sabemos cómo se encuentra la población general. Cuando las diferencias de peso lo ameritan, se decide realizar los tratamientos para evitar pérdidas significativas por esta causa.

¿Cómo armar los grupos?

Debe tratarse de grupos bien parejos y con la menor dispersión posible de pesos. Se pesa un 15% de la generación de terneros y en base al peso promedio de esa muestra se sacan terneros de 5 kg sobre y debajo de esa media. Si el promedio da 180 kg, se utilizan terneros que estén entre 175 y 185 kg para hacer los grupos. Se hacen dos grupos: un lote Techo y otro lote Control o Testigo, y se los identifica con una caravana de color diferente. Cada grupo conviene que sea de unos 20 terneros o más, para evitar importantes variaciones individuales que siempre se dan en las ganancias de peso. El lote Techo se trata de mantener siempre sin parásitos internos (lombrices), y el lote Control o Testigo representa el resto de los terneros del predio.

Conviene que se manejen los lotes de pesadas junto con el resto de la generación en los mismos potreros (no mantenerlos aislados, ya que puede haber diferencias por potreros más y menos contaminados).

¿Qué darles? ¿Cada cuánto?

La idea es tener uno de los grupos siempre “limpio” de lombrices. Hay que darles un antiparasitario que se sepa que funciona (Lombritest previo, en lo posible). Se los dosifica cada vez que se pesan los lotes, idealmente cada 30 días. Se puede usar combinaciones de drogas en ese grupo, en caso de que no se esté seguro de qué drogas realmente funcionan. Conviene dar dosis bien ajustadas de remedios (no subdosificar, ya que sabemos bien cuánto pesan).

¿Cada cuánto pesar? Óptimo y mínimo.

Lo ideal es pesar cada 30 días, pero igual se puede pesar cada 45 días si hay algún inconveniente. No conviene pesar cada menos de 30 días por variaciones del llenado ruminal. Es mejor pesar siempre a la misma hora del día (en lo posible a primera hora de la mañana), para evitar variaciones de peso por el llenado ruminal.

¿Cómo determinar una dosificación?

Se toma el peso medio de cada lote. Si faltó algún ternero en una de las pesadas hay que eliminarlo de la pesada anterior o posterior para evitar que influya en el resultado. Lo mismo si sabemos que algún ternero estuvo enfermo o tuvo algún inconveniente (esto puede afectar el resultado de todo su lote). Por eso conviene tenerlos identificados por número de caravana. Se calcula la ganancia media diaria individual promedio (GMD) de cada lote y se las compara. Cuando las diferencias en GMD son mayores a los 100 g/día se considera que conviene dosificar. Otra opción es que la ganancia del lote Techo sea 10% superior al lote Testigo.

Por ejemplo si el lote Techo tuvo una GMD de 500g/día y el lote Testigo de 370g/día habría que dosificar, ya que la diferencia es mayor a los 100g/día.

Otro caso es si el lote Techo tuvo 80g/día de GMD y el lote Testigo de 10g/día: la diferencia es menor a los 100 g/día, pero mayor al 10%. Acá también conviene dosificar al lote Testigo y al resto de la generación de terneros.

¿Los coproparasitarios se complementan?

Sería lo ideal hacer coproparasitarios cada mes, en cada pesada. Así se chequea por un lado que las drogas usadas funcionen y se obtienen mayores informaciones. En ocasiones el coproparasitario anuncia antes que la balanza que se está aumentando la contaminación con lombrices. En otras ocasiones el coproparasitario no da diferencias pero la balanza sí. Se trata de herramientas complementarias.

¿El sistema permite detectar casos de falla de productos o resistencia?

Si la balanza acusa una diferencia que justifica dosificar y se utiliza una droga que no funciona correctamente, a la siguiente pesada se van a seguir manteniendo o aumentando las diferencias en la ganancia diaria entre lotes.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

Publicidad

Publicidad