"Uruguay ha demostrado que con visión y esfuerzo, es posible cambiar paradigmas y alcanzar niveles de excelencia que beneficien a toda la región”, expresó el economista Álvaro Pereira, gerente de Acceso a Mercados del Instituto Nacional de Carnes. El viernes, en el marco del programa de capacitación LiderA de Angus Uruguay, se realizó la visita al INAC en donde se brindaron diferentes charlas. Una fue sobre la situación en lo que refiere al Acceso y la Promoción de las carnes uruguayas y, en ella, se destacó la importancia crucial del acceso al mercado para la industria cárnica uruguaya. Tras revisar el plan estratégico, el marco normativo y los sistemas de información, el mensaje fue claro: Uruguay debe mirar hacia afuera y enfocarse en superar las barreras para acceder a nuevos mercados.
Uno de los aspectos cruciales para mantener la competitividad y calidad de los productos cárnicos en los mercados internacionales ha sido el riguroso control sanitario, especialmente la vacunación contra la fiebre aftosa.
Desde hace años, Uruguay ha implementado un sistema de vacunación obligatorio que ha permitido mantener a raya esta enfermedad. Este éxito no solo ha garantizado la sanidad del ganado, sino que también ha fortalecido la confianza de los importadores en la calidad de la carne.
Álvaro Pereira destacó que “la vacunación sistemática y efectiva contra la fiebre aftosa ha sido un factor determinante para el acceso a mercados exigentes como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón”. Este logro sanitario ha permitido que Uruguay no solo mantenga, sino que amplíe sus exportaciones, consolidándose como un proveedor confiable y de alta calidad en el competitivo mercado global de carne.
En noviembre de 2022 se habilitó el ingreso de lenguas bovinas a Japón, por lo que se espera un ingreso incremental de US$ 20 millones anuales; en enero de 2024 Israel habilitó la carne bovina y ovina con hueso y se espera obtener un ingreso incremental de US$ 4 millones anuales. Finalmente, en abril de 2024, China habilitó los estómagos bovinos, dando paso a un ingreso incremental esperado de US$ 40 millones anuales.
Álvaro Pereira subrayó que “el éxito en la lucha contra la fiebre aftosa ha sido un cambio de paradigma para la industria cárnica uruguaya. No solo hemos asegurado la salud de nuestro ganado, sino que también hemos abierto puertas a mercados que antes eran inaccesibles, lo que se traduce en un crecimiento económico sostenido para el sector”.
Desafíos futuros
A pesar de estos logros, el sector enfrenta desafíos continuos. Mantener la efectividad del programa de vacunación, adaptarse a nuevas normativas internacionales y responder a las demandas de consumidores cada vez más exigentes son tareas pendientes. No obstante, el futuro es prometedor.