El primer remate de Global Dairy Trade en el mes de agosto dejó noticias positivas para el comercio de lácteos, a pesar de que la suba general de los productos fue solamente del 0,5%, quedando la referencia en US$ 3.680, es la segunda suba de forma consecutiva. En la subasta participaron 186 licitadores, y se vendieron 35.965 toneladas de productos.
El producto que más se mira desde nuestro país, la leche en polvo entera, tuvo tendencia alcista y subió un 2,4%, con lo cual su precio de referencia quedó en US$ 3.259 por tonelada, sumándose esta suba a la que se dio el 16 de julio del 1,6%, por lo cual el principal producto exportado por Uruguay ha ganado terreno en su valor.
En los demás productos, la leche desnatada en polvo bajó un 2,7% y su promedio se ubica en US$ 2.539; la manteca bajó un 2,4%, quedando en US$ 6.489; el queso muzzarella subió 8,4%, ubicándose en US$ 4.580; el cheddar también subió, fue un 1,3% y quedó en US$ 4.275; la lactosa fue el producto que más subió, fue un 16,1% y se encuentra en US$ 928; la grasa láctea anhidra subió un 1,2%, quedando en US$ 6.489 y la leche de mantequilla en polvo subió un 3,4%, situando a su valor en US$ 2.756.
El integrante de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) y representante de los productores en el Instituto Nacional de la Leche (Inale), Álvaro Quintans, dijo sobre el remate que “es una buena noticia, dado que teníamos algunos remates a la baja, esto es una muy buena noticia, y más de cara a la próxima primavera”.
“Esperemos que en 15 días se siga dando y se consolide la suba”, afirmó Quintans.
A lo largo del año, el precio de la leche en polvo entera, ha cumplido con un patrón, oscilando en todo el período entre un pico de US$ 3.400 y un piso de US$ 3.100.
Herramientas. De forma conjunta entre las gremiales, el Ministerio de Ganadería y el Banco República, se está trabajando en conseguir herramientas para los productores que tienen una remisión mayor a 3.000 litros, “necesitamos que los vencimientos que tenemos en el corto plazo, los podamos diluir en cuatro o cinco años”, indicó Néstor Cabrera, presidente de la ANPL.
En caso de no lograr estos plazos a través de una herramienta, “probablemente muchos productores no la puedan enfrentar y terminen saliendo del sector, y otros terminarán achicando su producción, y eso no le sirve al productor, a la industria, ni al Estado”.
Lo que enfrenta el sector. Primero las consecuencias que ha dejado la sequía, unos US$ 100 millones de perdidas, y ahora en estos últimos meses se perdieron US$ 20 millones más a causa de la baja de producción por el exceso hídrico. Ante este escenario se hace muy necesario contar con herramientas para todos los productores.