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La prevalencia promedio de la leucosis está en 78,8% en Uruguay

Se le consideraba enfermedad marginal ¿amerita una campaña sanitaria?

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Discusión. La enfermedad motivó el desarrollo de una Mesa Redonda con expertos en Buiatría 2019. Foto: Pablo Blanc.

Pablo Antúnez

En Uruguay, la prevalencia de la leucosis bovina enzootica sigue creciendo desde hace varios años, a pesar de algunos intentos de comenzar planes de control. En 2015, en el marco de un muestreo financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) mostró en los sangrados que la prevalencia de la enfermedad fue 65% en tambos con entre 1 y 50 vacas, 77% en tambos con entre 50 y 250 vacas y de 82% en tambos con más de 250 vacas. La prevalencia promedio fue 78,8%.

Así lo mostraron Franklin Riet Correa y Cecilia Monesiglio, especialistas del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y Otto Pritsch, investigador del Instituto Pasteur de Montevideo, en el marco de las 47ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, donde se realizó una mesa redonda y se presentaron algunos trabajos científicos, tanto de investigadores nacionales como extranjeros.

Más allá del problema en Uruguay, hay países que la erradicaron: Noruega, España, Suiza, Suecia, Eslovenia, Reino Unido, Holanda, Polonia, Australia y Nueva Zelanda. Todos presentaban baja prevalencia y lograron erradicar el virus en base a la identificación y eliminación de animales positivos.

En el marco del trabajo presentado por los expertos antes mencionados, se recomienda como principal acción para erradicar la leucosis: “el uso de agujas individuales para inyectar vacunas y medicamentos. Esto no ha sido adoptado por los veterinarios y mucho menos por los productores. Es imprescindible iniciar una campaña de divulgación masiva para que estas prácticas sean adoptadas”.

Otra de las medidas que “no han sido utilizadas para el control de la enfermedad es la pasteurización del calostro y la leche que es administrada a los terneros. Para establecer esta medida sería importante diseñar pasteurizadores adecuados parar los tambos de diferente tamaño. Sin embargo, no es suficiente la utilización de pasteurizadores si no se garantizan, mediante el manejo adecuado, que los terneros no tengan acceso a mamar en las vacas”.

Los expertos consideraron que “la infección es generalmente baja en las terneras y que va aumentando en la medida en que la edad de los animales avanza”, por lo que “sería importante mantener las categorías nuevas separadas de vacas adultas”.

Advirtieron que “en aproximadamente el 15% de los partos de vacas positivas, el virus de la leucosis puede transmitirse de forma vertical (de madre a hijo vía transplacenta o por el calostro). Con la pasteurización del calostro se disminuirá la transmisión por esta vía. Para evitar permanecer con terneras positivas que se infectaron por la vía transplacenta, se precisaría una técnica para identificar precozmente la enfermedad en esas terneras y eliminarlas”. Así se mantendrían las vaquillonas de reposición libres de la enfermedad. Esas medidas también deberían ser tomadas en los campos de recría.

Recomendaron como otra estrategia “seguir un programa de control por regiones de alta prevalencia dirigido a reducir la transmisión viral. La carga proviral cuantificada en animales individuales puede convertirse en un indicador del riesgo de transmisibilidad viral”. Por otra parte, los investigadores remarcaron que “los programas de control en regiones de alta prevalencia deberían, en una primera etapa, enfocarse en eliminar los animales con mayor carva viral de los rodeos”.

Evitar la compra de ganado afectado y el diagnóstico de la prevalencia individual en cada establecimiento, son medidas necesarias para determinar de dónde se parte en los controles.

Aportes. Por su parte, Rodrigo Puentes, especialista del área virología de la Facultad de Veterinaria, explicó que el virus de la leucosis bovina causa trastornos importantes en las funciones de las células del sistema inmune tanto innato como adaptativo.

Apuntó que “eso se ha demostrado en experimentos in vitro y en ensayos en vivo con bovinos. En este caso, las principales investigaciones han demostrado la interferencia de leucosis bovina con distintas vacunaciones contra otros patógenos de interés productivo. Sin embargo, las investigaciones que intentan demostrar la predisposición de animales infectados con la enfermedad para contraer otras enfermedades infecciosas, aún son pocas y no concluyentes, necesitando más información para demostrar o descartar esta hipótesis”.

En Argentina, la enfermedad tiene una prevalencia de 5% y 10% en animales de tambo. El porcentaje infectado en la primera semana de vida es de 10% y en el preparto inmediato la prevalencia alcanza el 50%, lo que marca que el virus causante de la enfermedad se instala en el rodeo desde muy temprana edad. Así lo estableció Karina Trono, epidemióloga y directora del Instituto de Virología de Argentina. Según la especialista, “la estrategia debería estar enfocada en un sistema que permita limpiar los rodeos utilizando una herramienta que interrumpa el ciclo de contagio con un nivel bajo de inversión y de modificación en las condiciones de manejo”.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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