Las dinámicas internas y de los mercados externos provoca fluctuaciones naturales en la formación de los precios del ganado para faena en los países del Mercosur. Al promediar la semana, el precio del novillo especial de exportación en Uruguay rondaba los US$ 4,88 por kg carcasa. Eso llevó a que la brecha de precios con el promedio del novillo Mercosur (US$ 3,83 por kg) llegará a US$ 1,05 por kg. Para encontrar una diferencial de valores entre la materia prima local y el promedio de la región hay que remontarse a agosto de 2022 (US$ 1,08). En ese entonces, Uruguay tenía un novillo especial en US$ 5,00 por kg.
En el promedio de los últimos seis años, la brecha entre el precio del novillo en Uruguay y la media regional ha sido de US$ 0,50 por kg a la carne. Es decir, hoy esta brecha está más de un 100% por encima de su ciclo tendencia. ¿Es sostenible? La evidencia de los últimos años muestra que Uruguay ha convivido con diferenciales de precios incluso mayores con sus competidores de la región. En junio de 2022, por ejemplo, el novillo en Uruguay llegó a estar casi US$ 1,50 por kg más caro que el novillo promedio Mercosur. En ese entonces, los mejores novillos llegaron a un pico histórico de US$ 5,55 por kg a la carne.
En tanto, en un competidor de peso en la región (Brasil), los precios del boi gordo insinuaron un cambio de rumbo la última semana con una leve apreciación de la materia prima, aunque el punto de partida es bajo (US$ 3,40 por kg el promedio de los estados exportadores).
En el frente externo, en regiones claves (que son grandes importadores) los precios de la materia prima no paran de subir y tocan nuevos máximos en lo que va del 2025. En la última semana, el novillo en EEUU llegó a US$ 8,12 por kg a la carne, con lo que acumuló una suba del 20% desde principios de año. La Unión Europea no se queda atrás. En los países del viejo continente el novillo llegó a un valor récord esta semana de US$ 8,24 por kg a la carne, con una suba expresiva (+45%) versus los precios de principios de año (US$ 5,65).
Con una demanda en China que muestra precios relativamente estables (y perspectivas de una potencial mejora por compras para el Año Nuevo en el segundo semestre) y un comercio con EEUU que debería “normalizarse” tras el parate que provocaron los aranceles de Trump, existen fundamentos para tener una mirada relativamente optimista sobre los precios de exportación (y la materia prima) de la región.
Extraído de Tardáguila Agromercados