El momento sublime donde los jurados premian el esfuerzo de un año genera reacciones espontáneas
Seleccionar el reproductor desde su nacimiento, seguirlo, prepararlo, comprobar su evolución, verlo como “campeón” en su establecimiento y luego llevarlo a compararse con los demás.
Así de fácil parece... Así de complicado es.
Por eso, la reacción espontánea tras la palmada de los jurados en el anca que marca la adjudicación del Campeonato, es plenamente justificada.
“Por más que estés seguro que tienes el mejor animal, son muchos los factores que inciden a la hora de determinar un Gran Campeón. Por eso, la expectativa aumenta y con ella los nervios. Y ese momento es fantástico... Y así se disfruta”, aseguró el Ing. Agr. Rodrigo Fernández Abella, que tiene experiencia en festejos en pista.
También es un momento de reconocimiento familiar, como lo hacen desde hace años los integrantes de las familias Alfonso, de cabaña “Las Anitas” y Oholeguy, de “La Hormiga”.
“El trabajo de todo el año en la cabaña se hace en familia, la pasión se pasa de generación en generación, entonces los festejos obviamente son compartidos”, dijo Enrique Oholeguy.