La reunión general convocada por la Asociación Rural del Paraguay (ARP) el pasado lunes dejó un mensaje claro y contundente por parte de los productores ganaderos: rechazo al nuevo esquema sanitario presentado por el Senacsa para avanzar hacia el levantamiento de la vacunación contra la fiebre aftosa.
Según pudo relevar Valor Agro, el encuentro con los principales líderes gremiales evidenció un amplio consenso dentro del sector productivo en torno a que no están dadas hoy las condiciones técnicas, sanitarias ni institucionales para avanzar en un nuevo cambio de estatus sanitario bajo el esquema propuesto por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
El malestar generalizado no solo está vinculado al contenido de la propuesta, sino también a la forma en que se viene gestionando el proceso, lo que encendió señales de alerta dentro de distintos estamentos de la ganadería nacional.
De acuerdo con información recogida por Valor Agro, en las próximas horas se espera una comunicación formal oficial que fijará la posición del sector ganadero, rechazando el esquema planteado por el Senacsa para el levantamiento de la vacunación.
El documento, que se encuentra en etapa de elaboración, buscará reflejar el mandato surgido de la reunión general y dejar asentada una postura unificada de la producción. Además, no se descarta que dicho posicionamiento sea elevado a las principales autoridades del Poder Ejecutivo, atendiendo la magnitud del tema y sus implicancias estratégicas para el país.
Todas las fuentes consultadas destacaron este encuentro impulsado por la Asociación Rural del Paraguay, dado que demostró una convocatoria plena de los representantes del sector productivo y fortalece la institucionalidad de uno de los gremios más importantes del país.
Crece el malestar por la conducción sanitaria
Uno de los aspectos que más se repitió en los intercambios entre productores fue el profundo malestar existente en distintos sectores ganaderos por las acciones impulsadas por el Presidente del Senacsa y su equipo técnico. “La forma y el medio para tomar esta decisión no está siendo la correcta”, explicó uno de los productores consultados que participó de la reunión.
Según pudo reconstruir Valor Agro, existe la percepción de que el servicio sanitario está avanzando en definiciones sin el nivel de consulta, consenso y articulación que un proceso de esta envergadura requiere. Esto generó preocupación no solo por el rumbo sanitario, sino también por el impacto político y comercial que podría tener una decisión apresurada.
Entre los puntos centrales que marcaron los ganaderos durante la reunión, se destacó con fuerza la idea de que Paraguay todavía no está listo para avanzar hacia un nuevo cambio de estatus sanitario. “Necesitamos que se cumplan los pasos propuestos para tener las garantías suficientes, y una vez logrados podemos avanzar”, comentó otros de los participantes.
Los productores entienden que antes de dar cualquier paso en esa dirección se deben cumplir instancias formales, técnicas y operativas que permitan ofrecer garantías plenas al complejo cárnico, a los mercados internacionales y al propio país. En ese sentido, se remarcó la necesidad de fortalecer sistemas de vigilancia, control, trazabilidad, respuesta ante emergencias y respaldo institucional.
Reclamo por cogestión y no decisiones unilaterales
Otro eje central del rechazo está vinculado al modelo de gobernanza del proceso. Desde la producción se insiste en que cualquier discusión sobre el futuro sanitario del país debe realizarse bajo un esquema de cogestión público-privada, tal como históricamente ha funcionado el sistema sanitario paraguayo.
Los ganaderos cuestionan que el Senacsa esté actuando bajo un manejo individual y unilateral, alejándose del espíritu de consenso que permitió construir y sostener el estatus sanitario actual, reconocido a nivel internacional. “Esperábamos otra propuesta, es importante que trabajemos juntos”, dijo uno de los ganaderos.
Finalmente, existe una preocupación latente dentro del sector por la posibilidad de que el Senacsa avance con nuevas decisiones inconsultas, profundizando un camino que ya estaría definido sin incorporar la voz de la producción.
Desde la ganadería advierten que este tipo de acciones no solo tensan la relación institucional, en un momento clave para la carne paraguaya y su posicionamiento en los mercados internacionales.
El mensaje surgido de la reunión fue inequívoco: la producción no acompañará cambios sanitarios sin garantías, sin consenso y sin cogestión, y espera ser escuchada antes de que se adopten decisiones que podrían marcar el futuro del complejo cárnico nacional.
Extraído de Valor Agro Paraguay